La unidad 731 era una sección secreta del ejército imperial japonés durante la segunda guerra mundial.
Algunas de las atrocidades cometidas por esta unidad son: la vivisección de personas vivas, incluyendo mujeres que habían sido previamente embarazadas por inseminación artificial, amputación de miembros que eran trasplantados a otras partes del cuerpo, congelación de partes del cuerpo para analizar la gangrena producida, servir de cobayas con lanzallamas y en explosiones de granadas, inyección de enfermedades bajo la excusa de que eran vacunas, infección deliberada de enfermedades de transmisión sexual, como sífilis o gonorrea para estudiar los efectos en personas sin tratamiento, etc..
En razón a la inmunidad concedida a la firma del tratado de paz, los responsables de estos crímenes nunca fueron llevados a juicio ni pasaron tiempo en cárceles.
El Escuadrón 731 fue un programa encubierto de investigación y desarrollo de armas biológicas del Ejército Imperial Japonés, que llevó a cabo letales experimentos con humanos durante la segunda guerra chino-japonesa y la Segunda Guerra Mundial. Para llevar a cabo estos inhumanos experimentos, el escuadrón fue camuflado en una planta de purificación de agua y operó a través de la propaganda política, fomentando la supremacía racial japonesa, teorías racistas, contraespionaje, investigación, sabotaje político e infiltración en las líneas enemigas.
Para el experimento, se utilizaron seres humanos tanto militares como civiles reunidos de las poblaciones de los alrededores. Entre estos sujetos de prueba se encontraban niños, ancianos y mujeres embarazadas. Los prisioneros fueron sometidos a vivisecciones sin anestesia, se les amputaron miembros en vida, se les quitaban órganos y los cosían en partes opuestas del cuerpo o uniéndolos al esófago o los intestinos.
Se usaron blancos humanos para probar granadas y lanzallamas. Algunos incluso eran atados a postes y eran usados como blanco de bombas de gérmenes, armas químicas y otras armas convencionales. Fueron inyectados con sueros contaminados con agentes patógenos, fueron infectados con sífilis y gonorrea. También se los infestó de pulgas para adquirir pulgas transmisoras para utilizar de cara a una guerra biológica.
Algunos prisioneros fueron colgados boca abajo para ver cuánto tardaban en asfixiarse. A otros se les inyectó orina de caballo en los riñones. Otros fueron expuestos a temperaturas extremas para analizar cuánto tardarían en morir. Otros cautivos fueron introducidos en centrifugadoras y se les hizo girar hasta que murieron. También se les irradiaban dosis letales de rayos X. Y uno de los experimentos más crueles era meter a una madre con su bebé en un tanque que se iba llenando de agua para ver su comportamiento (la madre sostenía al bebé en alto, hasta que la desesperación podía más que ella y pisaba a su bebé para no ahogarse ella).
Las operaciones y experimentos continuaron hasta el fin de la guerra. Cuando el asunto empezó a salir a la luz, se dinamitaron algunas instalaciones para destruir pruebas y se les entregó una ampolla con cianuro a los principales artífices del experimento, que estaban obligados a tomarla en caso de ser capturados. Los médicos del Escuadrón 731 recibieron sentencias de entre 2 a 25 años de reclusión en campamentos de trabajo, pero finalmente todos fueron amnistiados.
ESTÁS LEYENDO
Experimentos en humanos
De TodoEsta lista contiene descripciones de experimentación con seres humanos que puedan ofender a algunos lectores