Narrador Universal:
Erika miraba por una gran ventana de un lujoso hotel, apenas amanecía y su silueta semidesnuda reflejaba una seductora sombra. Llevaba un short color azul masculino, pantuflas blancas, una taza de café oscuro en su mano izquierda y el cabello suelto ¿pero que cubría su torso y sus senos? Nada, simplemente nada. Se sentía tranquila, natural y respiando ondo buscaba a su amor, claro que era imposible de ese modo, nadie encuentra a su verdadero amor mirando el amanecer, pero quizá si el suspiro de este, no encuentra respuesta a lo que hacia pero se queda quieta, mirando, sintiendo el aire rozar su vientre y sus senos dejándole la piez erizada pero seguía firme, como le dijo su padre que permaneciera siempre.
Ser bisexual no es fácil, durar tantos años siendo de ese modo le pesa sabiendo que sus padres siempre fueron homófobicos, siempre pensó en los comentarios que recibiría si la sociedad lo supiera que ella mira a las mujeres como lo hacen los hombres, quizá muchos lo sepan, un 55% de su personalidad era del sexo masculino, y el otro 45%, muy apenas la hacía parecer una mujer, y una muy bella.
Si un hombre fuera su verdadero amor... ¿Como sería? Ella lo imaginaba alto, fornido, de sonrisa abierta, lindo cabello y claro, todo un caballero, como debía de ser. Sonrió un poco al imaginarse un momento con alguien del sexo opuesto, esa sonrisa fue borrada al llegarle la misma curiosidad de siempre...
Si una mujer fuera su verdadero amor... ¿Como sería? Vaya, si que era un verdadero misterio para ella saberlo, pero siempre la imaginó de piel tostada, con una hermosa sonrisa, labios finos pero no delgados, que sepa seducirla y enamorarla al mismo tiempo, un cabello maravilloso que sea color castaño claro y sobre todo rizado, pero para completar aquella hermosa figura del ser perfecto, eran necesarios... Unos ojos totalmente bellísimos, los imaginaba con una tonalidad verde o miel.
Todo era una mentira. Erika había mentido con esa reunión, viajó solo para estar fuera de su responsabilidad por un momento, siempre lo hace. Salía de su casa cuando sus padres peleaban, huía de su mismo departamento cuando discutía fuertemente con Calum, y ahora que es dueña de Florida ¿que haría? ¿cómo darle seguridad a tantas personas si ni siquiera ella puede hacerlo por sí sola? No puede huir todo el tiempo si para eso obviamente no fue entrenada, debe de darle la cara a cualquier cosa, aunque sea estúpido.
Pero, no logra acomodar nada en su mente...Solamente sabía su nombre de aquella hermosa alucinación suya.
Michelle.
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Más viva que el recuerdo
RandomAmbas vivimos un breve engaño, ella no había muerto, pero mi recuerdo, si. Solo me queda salvarla, del terrible futuro que se acerca, del cual ella será causante, y yo culpable "Tan cerca y tan lejos, como enero y diciembre"