¡ESPECIAL 2K DE LECTURAS!

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Camino de la mano con mi padre por la acera rumbo a mi primer día en la escuela, estaba bastante emocionado por conocer a chicos de mi edad y contarles las cosas que puedo hacer, de seguro haría muchísimos amigos y sería muy popular como en la televisión, por ser especial recibiría un trato especial. Siempre creí que era especial de esa manera, de la buena, pero eso cambio ayer en la noche cuando mi padre me dijo que no era así, que ser diferente es malo, peligroso, que soy peligroso y que no haría amigos de esa forma, que debo fingir y así lograré hacer amigos, fingiendo ser normal, pero no logro entenderlo, yo soy normal, no quiero fingir.

- Y de esta forma llegas a la escuela, te buscaré al salir y caminaremos de regreso a casa, solo hay que andar derecho por esta calle, recuérdalo siempre, y ya sabes Silas, se un buen chico. – Dice tomándome en sus brazos. - ¡Vaya! Como pesas, creo que ya no podré alzarte como solía hacerlo.

- Ya estas viejo. – Estoy enojado, no quiero entrar.

- Lo estoy. – Hace una extraña mueca por el esfuerzo y me obligo a no reír. – Vamos pequeño, quita esa cara, de seguro harás muchos amigos si actúas como te he dicho.

- ¡Esos no serán mis amigos! ¡Porque si no me aceptan tal cual soy entonces no son mis amigos!

Suspira y mientras me baja para luego agacharse y quedar a mi altura.

- A ver, quieres amigos ¿no? – Asiento enérgicamente. – Y no quieres lastimarlos, ni asustarlos ¿verdad? – Niego pesadamente. – Muy bien, entonces debes hacer lo que te he dicho, por más molesto que fingir, no puedes ser tu mismo, no debes serlo Silas. Al crecer lo entenderás. – Finaliza despeinándome con una mano.

Con esas palabras se despidió pero antes me hizo jurar que le haría caso y cumpliría lo que me pidió, porque soy un niño grande y los niños grandes les hacen caso a sus padres, acepté hacerlo de mala gana, puede que me regañe más tarde por ser grosero pero es que no quiero fingir.

Al entrar al salón me senté de último en la fila contra la pared de las ventanas, mi padre me dijo que de esa forma podría tener buena vista de todo el salón de clases y estaría al tanto de todo lo que ocurriera en él, y que además podría ver hacia afuera por la ventana cuando me aburriera de la clase y verdaderamente estaba en lo cierto.

No tendremos clases, como mi padre ha dicho, ya que la maestra dijo que por ser el primer día no los tomaríamos con calma y solo lo usaríamos para presentarnos y así comenzar a conocernos mejor, dando ella el ejemplo. Uno a uno fueron pasando mis nuevos compañeros de clase al frente, por lo que puedo ver, no soy el único que se encuentra nervioso por su primer día, la mayoría tartamudea al hablar e incluso niña de cabello amarillo y lindos ojos verdes se negó a hablar y todo lo que hizo fue quedarse parada frente a todos, creí que lloraría y pero al parecer la señorita Maggie se dio cuenta y dejo de insistir pidiéndole que tomara asiento.

- Discúlpenla mis pequeños, Lyn es bastante tímida. – La excusó. – Pero eso no significa que no seas amigable, seamos buenos con ella ¿sí?

En ese momento el niño sentado en el primer asiento de mi fila se disculpo por interrumpir y antes de siquiera obtener permiso salió corriendo por la puerta gritando que necesitaba hacer pis. Todos comenzaron a reír mientras la maestra asombrada se asomo por la puerta y como ya era mi turno de presentarme comencé a caminar hacia al frente repasando en mi mente lo que ya había planificado para este momento.

- Mi nombre es Silas Blackthorne, – Dije al estar frente a todos. – tengo 8 años, vivo solo con mi padre porque mi mamá murió hace mucho y además ¡tengo superpoderes!

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2017 ⏰

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