Luego de que Aarón se retiró del salón de clases, el día continúo su curso normal.
Marina y Mateo si recibieron el poco tiempo de clase y al momento de la salida era imposible que no hablaran sobre lo ocurrido.
-Marina... Hm... ¿Estás bien- dijo Mateo en un tono inseguro.
- Si claro, dos chicos se pelearon hoy y uno de ellos me lastimó. ¿Por qué no estaría bien?- con notorio sarcasmo.
Mateo avergonzado agacha la cabeza. -Marina, lo lamento mucho. No quise meterte en este lío y no quise lastimar a nadie. Disculpame por favor- dijo con tristeza.
Marina lo miró fijamente sin decir palabra alguna.
- Entiendo que no quieras a un tipo como yo cerca, y no te culpo si no quieres que te hable otra vez- dijo mientras se alejaba.
Maria observaba como a cada segundo que pasaba Mateo se alejaba. Él chico que le gustaba se acababa de pelear con el chico que era su amigo. Había perdido ya a Aarón, no tenía que perder a Mateo también.
-Mateo, ¡Espera! - gritó Marina mientras se acercaba rápidamente. - Te disculpo, esto no fue culpa de nadie. No es justo que me moleste contigo... Solo, por favor, no te alejes de mí. - dijo mientras se quebrantaba su voz.
A esto Mateo respondió con una sonrisa y un cálido abrazo.
Marina se sentía segura en ese momento. Con sus brazos al rededor de su cintura sintió como el dolor de su mejilla se desvaneció. Olvidó la detención. En ese momento en que sus latidos se unieron como si compartían un mismo corazón. Fue en ese mismo momento en que se dio cuenta que no había otro lugar en el que preferiría estar que no fueran los brazos de ese chico que había conocido hace un mes. En ese momento Marina se dio cuenta que esa atracción estaba llegando a más que solo eso.
Marina se estaba enamorando de Mateo.
La declaración más fuerte y valiente que puede haber: "Me estoy enamorando".Cuando por fin su prolongado abrazo cesó, ambos se miraron a los ojos y sonriendo, Marina bajó la mirada mientras se ruborizaba.
-¿Está todo bien Marina?- dijo con ternura Mateo.
Marina todavía con su mirada dirigida al suelo. -Todo está más que bien, Mateo. Creo que ese es el problema.
-¿Por qué sería ese un problema?- confundido.
-Porque cuando te acostumbras a sentirte mal y de repente hay algo que te hace bien, tan bien, que simplemente no parece real. -dijo dudosa.
-Te aseguro que esto que te hace sentir bien, es lo más real que puedo estar sintiendo yo también.- dijo mientras tomaba su mano y acariciaba su rostro con la otra.
-¿Qué quieres decir con eso? - confundida mientras dirigía su mirada a los claros ojos de Mateo.
- Quiere decir, linda, que creo que me estoy enamorando de ti.- dijo con voz cálida mientras se acercaba el rostro de Marina hacia el suyo.
Estuvieron así al rededor de 10 segundos, con sus rostros tan cerca pero sin contacto alguno.
Hay momentos en que los sentimientos se expresan mejor con silencios en lugar de palabras.Marina sonrió, estaba felíz. Felíz porque sentía la calidez de Mateo. Felíz porque al parecer Mateo sentía lo mismo. Felíz porque no había nada más perfecto que ese momento.
Mateo al ver la sonrisa de Marina, decidió que merecía ser interrumpida. Tantas sonrisas que deseamos interrumpir con algo mejor.
Marina notó como Mateo se acercaba delicadamente, tenía todavía su mano sobre su mejilla. Empezó a levantar su rostro despacio. Cada segundo se sentía eterno hasta que por fin pudo sentir el sabor de los labios de Mateo.
La besó despacio y tiernamente. Fue un beso sincero, Marina podía sentir los suaves labios de Mateo. Marina podía respirar su olor. Apoyó una de sus manos sobre su pecho, justamente sobre su corazón. Marina podía sentir cada latido como si fueran los suyos.
Fue un beso largo y lento como un sueño, de esos que quieres vivir una y otra vez.
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Mejores Amigos ¿Para Siempre?
De Todo¿Qué pasaría si uno de tus mejores amigos se aleja de ti? Así como la mayoría de parejas de mejores amigos, se conocen desde pequeños, la típica historia que sus padres son amigos o vecinos y los niños tienen que pasar tiempo juntos porque, no qued...