Miradas.

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Yo estaba en un ascensor camino a mi apartamento, que estaba en el 5to piso, coincidimos los dos en el mismo ascensor, Hice lo posible por situarme detrás de ella. Llevabas una especie de traje corto con escote con el cual podría apreciar sus lindas tetas. Me dispuse a disfrutar de un buen rato contemplando sus ojos y cejas que tanto me gustan.

Sorprendentemente, me dio la sensación de que notaba perfectamente mis intenciones y que además no le importaba. Salimos hacia el pasillo, ella adelante de mi­. se movía lentamente, como consciente de mis miradas y disfrutando de ellas. Me estaba poniendo a cien, y cada vez me acercaba mas a ella...
Cuando estaba a medio metro de ella, se paro y me miro. su boca estaba entreabierta y sus labios brillaban. sus ojos apuntaban a los míos directamente, sabi­a lo que quería y yo también lo deseaba .la tome por debajo de la cadera y la atraje hacia mi­, besándole suavemente en los labios. Respondió al beso y me rodeo con sus brazos, le lleve suavemente contra la puerta, mientras mi mano subía por su ropa interior y bajaba por debajo de ella, llegando hasta tu entrepierna para luego penetrarle suavemente con mi dedo a lo que respondió con una leve agitación. Pensé que era mejor proseguir en otro momento. "Vamos a mi apartamento", le susurre al oído y levemente separados, recorrimos los escasos metros que nos separaban de el. Entramos, cada uno por su lado y casi sin mirarnos. Una vez dentro, no perdimos el tiempo. Del beso suave pasamos a que nuestras lenguas no se separaran. Adelantándose a mis pensamientos, sus manos fueron rápidas a mi entrepierna, sacando mi pene de los pantalones y agitándolo suavemente. Sabia lo que hacia, Como leyendo mis pensamientos, cubrió mi boca con su mano y bajo la cabeza directamente hacia mi pene, introduciéndolo en su boca. Lo lamio con suavidad y luego jugo al clásico movimiento de meter y sacar, dándome un placer como nunca había sentido antes. Poco aguante, y me corrí­ en su boca a los pocos segundos. Pero no era justo que solo yo sufriera ese placer, así que la levante y puse sus brazos en su espalda haciéndola caminar delante mío hasta a mesa del comedor, donde la puse boca abajo encima de ella y le ate las manos con mi cinturón, bese su cuello y empecé a bajar por su espalda con mordiscos dejándole marca, a lo que ella reaccionaba con gemidos leves, cuando llegue a su vagina empecé a masajear su clítoris con mi lengua haciendo que sus piernas temblara y pidiéndome que se la metiera ya, a lo que le hice caso, puse mi pene en su vagina y empecé a introducir y sacar solamente la punta, esta mujer ya estaba loca me lo pedía a gritos y esto me excitaba demasiado sin pensarlo ni decírselo la introduje completa y de golpe a lo que grito y empezó a pedir mas, con una mano sujetaba mi cinturón para que no pudiera moverse y con la otra tape su boca para poder atraer su cabeza hacia atrás, me encantaba como se reprimían sus gemidos en mi mano, si que le encantaba esa posición, seguí embistiéndola como una bestia, hasta que llegamos al orgasmo juntos, le destape la boca y solté mi cinturón a lo que ella cayo en el piso, la tome en brazos y la lleve  a mi cama sus piernas no dejaban de temblar, le quite completamente la ropa y la acosté bajo las sabanas, me miro fijamente a los ojos y me dijo "gracias, me encanto y se durmió", me acosté a su lado mirando al techo y pensando "woow, y pensar que la chica que amo folle de esta forma" y me dormí.        


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