El placer de estar contigo...

Por favor!.

Era un día sábado ella estaba con unos amigos y amigas cuando yo llegue. Había quedado con unos amigos, pero no llegaron, ella estaba con su sudadera de su banda de rock favorita, me senté con ellos, cenamos y salimos de fiesta. La noche iba avanzando, yo no podia dejar de mirarla,  pero no le decia nada, el olor de su perfume me estaba volviendo loco al igual que sus ojos, cabello, labios, Todo!!, Estaba poniéndome muy cachondo, intentaba que no se me notara, pero me tenia como loco. Llegamos a un bar y me saco a bailar, la verdad no tenia idea de como lo haría, nunca me ha llamado mucho la atención el bailar pero ella con su sangre latina corriendo por sus venas me inspiraba a hacerlo, nada mas tener su cintura y pechos pegados a mi­, oliendo su perfume, viendo sus sensuales labios tan cerca de mi. Comence a tener una ereccion que no sabia como disimular, en un instante de la canción que bailábamos pego mucho su trasero a mi pene y se dio cuenta de mi ereccion, se giro y empezó a besarme. Solo con un beso y el roce de su cuerpo me habia puesto a 2000 por hora. Al cabo de un rato me pedio que fueramos a otro sitio, salimos del bar, subimos a mi coche y fuimos en dirección a un hotel. Laura entro primero en la habitación y mientras yo cerraba ella dejaba sus cosas en un sofá que había allí mismo, me acerque por detrás y antes de tocarla se giro y se quedo viendome, sus ojos me expresaban lo caliente que estaba, empezó a besarme muy sensualmente mientras me quitaba la camisa. Yo tocaba su cuerpo por encima de la ropa. Entonces me dice que la desnude, dejando su cuerpo en ropa interior ante mi­. Comencé a besar su cuello hasta llegar a sus hermosos pechos, dejándolos salir de aquel sujetador tan sexy. me miraba con esos ojos que me ponía mas cachondo aun. Entonces fuimos al baño y nos metimos a la regadera, solo besos, abrazos y caricias, se puso de rodillas en la bañera y cogió mi polla dura como un garrote y comenzó a chuparla fue algo tan rico, se le da genial, es una DIOSA. Yo agarraba sus pechos, mientras ella seguía besándolo y para no terminar aun, la levante para besarle aquellos hermosos labios, luego baje besando todo su cuerpo lentamente hasta llegar a su vagina. Elevo su pierna a mi hombro para dejarme mejor acceso. Era increíble lo húmeda que estaba. No podía dejar de lamerla estaba súper húmedo. Y sentir como se estremecía de placer, sus gemidos me ponían mas duro. Se dio la vuelta apoyando su cabeza contra la pared y sacando su cadera hacia atrás y me dijo  -follame!, quiero sentirte dentro de mi-. No me lo pensé un segundo me levante colocándome detrás y besando sus hombros con suavidad para empezar a meter mi polla dentro de ella, estaba tan húmeda y caliente. Comenzó a mover sus caderas en cuanto la noto adentro, de una manera espectacular. Yo agarraba sus pechos, sus caderas, no podía empujar como una bestia. tuve que sacarla para no correrme tan rápido. Entre besos y caricias nos fuimos para la cama. Me tumbo sobre ella y se subió sobre mi y mi polla, dejándome ver como se movía sus pechos, comenzó a decirme -follame por favor, quiero correrme-. Escuchar esa suplica puso a volar mi mente. Me di la vuelta dejándole debajo y comencé a empujar como una bestia. Gemía con cada embestida por lo que sabi­a que le gustaba, -Asi te gusta?-. -si, si me gusta, dame mas-. Le gusta que la follen duro eh. Ella gemía, y me arañaba la espalda con tal fuerza que me dejaba muy claro que tan excitada estaba. Cada vez abría mas sus piernas para tener total acceso y que entrara entera, empezó a masturbar su clítoris mientras yo no dejaba de empujar como un loco. me miraba diciéndome, -ha..z que me co...rra, quiero dártelo todo-. Le pedí que se pusiera a 4 patas y le penetre desde atrás. Había un espejo en la pared que me dejaba ver su cara mientras le follaba. gemía moviendo sus caderas sin cesar, Yo no dejaba de agarrar sus pechos con fuerza, estirar sus deliciosos pezones, sus caderas. puso sus manos sobre su culo y las agarre con una de las mías para con la otra darle unas nalgadas en su bello trasero, se corrió como una loca gimiendo de placer y pidiéndome que no parara que se corría, que ya llegaba. Inundando mi pene con su jugo, notaba como chorreaba sobre el. grito nada mas correrse y comenzó a masturbarme. Yo estaba aun de rodillas, me masturba y chupaba mi polla cuando estaba a punto de correrme me masturbo con mas intensidad, sin dejar de chupármela. Me corrí­ en sus labios y en sus tetas, todo fue tan rico. nos duchamos y caímos rendidos en la cama, ella apoyando su cabeza en mi pecho y yo abrazándola, atesorándola . Al día siguiente, nos levantamos y la acompañe a su casa.