Aveces pasa que no estamos listos para una relación formal, y es normal, un tiene una relación y obviamente uno de los dos cree que será el amor de su vida, que se casarán, pero con el paso del tiempo se da cuenta que no.
Me costó mucho darme cuenta de esto, de lo que significaba estar con alguien, de preocuparse de alguien más que no sea uno mismo, y he de admitir que es díficil, porque uno es egocéntrico, se preocupa de estar bien, de lucir bien, de brillar, de aprovechar la juventud.
Me costó entender esto con Vanessa, era muy díficil estar con alguien como ella, porque éramos exactamente iguales. Nos gustaba hablar con todos, si podíamos besarnos con el que nos atraía, salir, experimentar, etc.
En este momento me voy a saltar una parte de la historia que sería el periodo de reconquista; hasta el momento en el que estábamos estables por fin.
Este periodo se identifica periódicamente como el 1 de septiembre de 2015; aquí fue cuando nuestras familias ya sabían de nuestra relación, los amigos, cercanos o lejanos, las redes sociales, nuestros padres, todos.
Aquí fue cuando nos dijimos a los ojos que no volveríamos a fallar, que tomaríamos esto como se debe; un noviazgo, una relación amorosa, ser amantes, amigos, compañeros, padre y madre, todo.
Entonces nuestra relación todo el peso que debía, reaccionamos de forma madura como se debía, tiempo después, me conoció toda su familia, hasta personas que nunca en mi vida había visto.
Pero me fui acomodando poco a poco, no soy una persona muy sociable, ni de hablar mucho, de hecho si le preguntan a mi novia, verán que ella es la que habla más y yo solo le respondo abiertamente, casi nunca inicio una conversación.
En el transcurso de esta relación pasaron cosas buenas cómo cosas malas; fuimos a Santiago a Fantasilandia, fuimos incontables veces a comer (y aún lo hacemos), siempre dijimos que haríamos dieta, pero nunca lo hacemos jaja, pero no nos arrepentimos.
Así paso un año completo, lleno de aventuras, salidas, cumpleaños, eventos importantes, y cuánta cosa que pasaba derrepente.
Está fue una parte de mi vida llena de felicidad, lo reconozco abiertamente.
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¿Cómo llegué aquí?
Teen FictionÉsta pequeña historia se trata sobre como el destino une dos caminos totalmente paralelos, donde nadie podría imaginar que se unirían, por uno u otro motivo, sigue la historia desde ambas perspectivas.