Un final inesperado ( Liam Payne )

Capítulo 4

Después de que se acabase el entrenamiento de vóley, Allison y yo nos dirigimos al aparcamiento donde habíamos quedado con Meg y Chris. Nada más salir por las puertas del instituto escuchamos la canción de Adele When we were young y en ese momento Allison y yo nos miramos sabiendo que la única persona capaz de poner esa canción a tope era Chris. Intentamos pasar entre la multitud de gente que se reúne en el aparcamiento cada viernes cuando acaban los entrenamiento, pero lo conseguímos a duras penas.

Giro la cabeza hacia la derecha y puedo distinguir una melena recién cortada con unos pocos rizos, directamente me intento convencer de que Harry debería saber que me voy de compras con las chicas y que ceno en casa de Allison donde nos vamos a arreglar las cuatro para la fiesta de Zack.

-Allison, ves yendo al coche de Chris que voy un momento a hablar con Harry, diles a las chicas que no tardo nada.- No le dejo tiempo a que me conteste y me dirijo hacia el grupo de Hazz.

Durante los dos minutos que tardo en llegar a ellos, me he planteado más de una vez darme la vuelta y no decirle nada, pero ya era tarde porque estaba solamente a un metro de distancia de Louis, que estaba al lado de Harry. Iba a abrir la boca para saludar al grupo, pero una voz se me adelanta y tuve que contestarle.

-Hola Beth. ¿Qué haces aquí?

-Hola Liam, pues venia para hablar con Harry.- En ese momento Harry deja de besarse con Amber y se gira hacia nosotros, y como era costumbre recibo una mirada de odio por parte de su novia.

-¿Hablabais de mí?- Dice Harry mientras se acerca a donde estábamos Liam y yo.

-No exactamente. Solo le decía a Liam que quería hablar contigo.- Intento controlar el tono de mi voz ya que estaba demasiado nerviosa y no entendía porque.

-Bueno yo me voy que seguro que son cosas privadas.- Liam hace el amago de irse hacia el grupo formado por las animadoras y el resto del equipo de vóley. Y si, el deporte principal del instituto es el voleibol, también tenemos de futbol, baloncesto, natación... pero el único deporte que traía trofeos era el vóley tanto el femenino como el masculino.

-Tranquilo Liam, te puedes quedar.- Parece ser que eso le convenció y permaneció a mi lado durante toda la conversación. – Bueno te quería avisar de que me voy con las chicas de compras para esta noche y que le digas a tu madre que ceno en casa de Allison porque nos vamos a preparar allí.

-Vale perfecto, tened cuidado y si necesitáis algo me avisáis. Por cierto el modelito que te compres me lo mandas por foto eh que así me pongo algo para que vayamos combinados.- Sé que lo dice de broma, pero es que lo peor es que me lo creo capaz.

-Que tonto que eres y tranquilo que no nos va a pasar nada, somos niñas buenas.- Me rio y pongo la cara de niña buena que tan bien me sale.

-¿Vas esta noche a la fiesta de Zack?- Me pregunta Liam sorprendido. Entiendo que esté así porque sabe perfectamente que yo no soy fiestera, porque más de una vez hemos hablado de ese tema.

-Si. ¿Tú?- El asiente- Bueno pues ya te veo esta noche. Adiós chicos.- Digo un poco más alto para que todo el grupo me escuche.

-Adiós Beth- Oigo de fondo mientras me dirijo al coche de Chris.

Llego a donde estaban las chicas y ahora la canción que está sonando es Atention de Charlie Puth, que seguro que la ha puesto Megan porque lleva toda la semana tarareándola. Y como no, todas me echan la bronca porque me han tenido que esperar ocho minutos y más cuando teníamos prisa.

Durante los 20 min que ha durado el trayecto del instituto hasta el Westfield Stratford City, uno de los mejores centros comerciales de Londres, estuvimos hablando sobre la clase de Historia de la señorita Smith. A las cuatro nos había parecido que estas últimas semanas la señorita Smith estaba demasiado desanimada y despistada y aunque pareciese raro nos preocupaba porque es la profesora que mejor nos cae ya que es la más joven de todos. También acabamos hablando sobre los chicos, Meg no paraba de decir que con Louis nunca tendría posibilidades, Christina negaba que le gustaba Niall, aunque todas habíamos visto que en clase se hacen miraditas, Allison decía que intentaría esta noche algo con Zack y yo mientras tanto me mantenía callada.

-Beth y ¿tú qué?- En ese momento maldecí a toda la familia de Chris porque no quería hablar sobre ese tema.

-¿Yo?- Me hice la loca y empecé enrollar ente mis dedos la goma de pelo que siempre llevo en la muñeca.

-No te hagas la tonta, cuéntanos como vas con Harry, seguro que por las noches en el porche os dais mimitos.- Esta vez fue Allison quien habló y además puso cara de pervertida. En ese momento miro a Megan, ya que ella sabe perfectamente como es la relación que tenemos Harry y yo, y ella me devuelve la mirada.

- Que va chicas, no hay nada entre nosotros, está muy enamorado de Amber y lo sabéis.- No me doy cuenta pero cuando pronuncio ese nombre lo digo con un tono de asco y las chicas se dan cuenta.

- Pues sí, es que no sé cómo un chico como Harry está con una cómo ella. Es una arpía y punto.- Esas palabras salen de la boca de Megan y me sorprendió porque nunca le había escuchado hablar así de alguien.

Finalmente llegamos a nuestro destino y con un poco de dificultad Chris intenta aparcar el coche, debido a que hace dos semanas que le dieron el carnet de conducir. Antes de entrar a cualquier tienda fuimos a tomarnos algo a una cafetería que se encontraba en el medio del centro comercial, nos costó un poco encontrar mesa para cuatro pero al final lo conseguimos. Meg se pidió un cappuccino, Allison un chocolate caliente, Chris un té negro y yo un frappuccino. Cuando acabamos de tomárnoslo todo fuimos hacia las tiendas que normalmente frecuentábamos y estuvimos durante tres horas dando vueltas hasta que al final las cuatro encontramos el modelito perfecto para esta noche. Decidimos que ya era hora de ir a casa de Chris porque teníamos que estar dentro de 3 horas en la fiesta y aun no habíamos cenados. Unas calles antes de llegar a casa de Christina hay una pizzería a la que solemos ir cada vez que vamos por esa zona, eso se debe a que las pizzas están buenísimas y sobre todo por lo baratas que son.

Llegamos a Pizza House y cuando ya estamos pasando por puerta Paul nos grita: "¿Lo de siempre chicas?" y nosotras le contestamos: "¡Claro que sí, Paul!". Nos sentamos en nuestra mesa de siempre, la de la esquina del fondo al lado de la ventana. El cocinero del local tardó 20 min en traernos el pedido, de los cuales nos pasamos 15 hablando de cómo sería esta noche y los 5 restantes de que tendríamos que ir al gimnasio después de las pizzas que nos vamos a comer. Cenamos en un tiempo record, 10 minutos, lo cual era normal entre nosotras y más si teníamos que arreglarnos e ir a la otra punta de la ciudad que era donde vivía Zack.

Mientras nos arreglábamos pusimos mi lista "hoy se lía" de Spotify y a todo pulmón empezamos a cantar y bailar por toda la habitación de Chris. Por lo general nos gustaba el pop y el reggateon, aunque las chicas no entendían muy bien las letras, pero cada vez que sonaba una canción en español las chicas se quejaban y decían "Beth cambia". Estos últimos años me había propuesto enseñarles a hablar en español ya que soy de nacionalidad española por parte de madre.

-Chicas os lo digo en serio, os voy a dar clases de español para que no me obliguéis a cambiar mis canciones.- Y no lo decía en broma, estaba un poco harta de escuchar siempre con las chicas las mismas canciones una y otra vez.

- Buah tía que pereza, pero va me apunto.- Dijo Meg mientras se pintaba la raya del ojo. Sabía que por Megan no había ningún impedimento porque a ella le gustaban los idiomas y sobre todo la escritura.

- Yo no sé, porque si ya se me da mal nuestra lengua imagínate otra nueva.- Ahí Allison tenía razón, ella era todo lo contrario a Meg. Eso si las ciencias se le daban de maravilla.

- ¿Y tú Chris? – Le pregunto al mismo tiempo que me ato la hebilla de mis tacones.

- Ya sabes que por mi sí, pero tendrás que tener mucha paciencia. – En ese aspecto no tenía ningún problema ya que en muchas ocasiones he trabajado como niñera.

- Pues ya sabéis, después de la resaca que vais a tener debido a la noche de hoy, empiezan las clases en mi casa. – Dicho eso nos dirigimos hacia la puerta de la casa de Chris, pero no sin antes hacernos una foto las cuatro en el espejo de la entrada.

No sé porque pero presiento que esta noche va a ser muy larga y van a pasar muchas cosas de las que algunas personas se van a arrepentir.