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Veía todo desde atrás, era yo la que tenía que echarlo de aquí, ya mucho daño me habia hecho con su actitud. Me arme de valor y salí.

-Adrien,¿qué haces aquí?-dije mirándolo con el ceño fruncido

-No,¿tu que haces aqui ______?- dijo Adrien mirándome a los ojos

-No tengo que darte explicaciones ya no somos nada, eso te lo deje en claro anoche

-Ya escuchaste, ahora por favor retirate de mi casa- dijo Charlie

-A mi nadie me manda idiota-dijo tirandole un golpe a Charlie

Charlie no se quedó en el piso, se paro y comenzarón a pelear yo ya no aguantaba, verlos lastimarse.

-Adrien ya dejalo, solo quiero que te vayas y no me vuelvas a buscar porque nunca más vamos a volver.- dije tomando del brazo a Adrien con fuerza

Adrien se alejo, solté su brazo, me miró por última vez y se marchó, mis ojos estaban rojos estaba al borde del llanto, pero logré que eso no pasara.

-Tranquila ya no se va a acercar a ti- dijo Charlie

-esto es demasiado horrible- dije cubriendo mi rostro

-¿Quieres salir un rato?

-Si, seria bueno despejar mi mente.

-Ve a alistarte para salir- dijo tratando de poner una sonrisa en su rostro , que por obvias razones no pudo

-Creo que se te olvidó un detalle, no tengo ropa- dije soltando una pequeña risa

-Oh, espero que no te moleste pero, mande a una persona a traerte ropa.

-muchas gracias, en serio te agradezco por preocuparte en mi- dije

Una persona llego, no le tome mucha importancia, pero le dio una bolsa en donde estaba la ropa que pronto Charlie me la daría. Me retire y me fui a cambiar, aquella bolsa contenía unos jeans negros, una camiseta negra con rayas blancas, junto cobija chaqueta verde militar, y me coloqué mis zapatillas que era lo único que no estaba mojado.
Después de terminar me dispuse a ir con Charlie.

-Ya estoy lista- musité

-Bueno vamos, por cierto estas muy linda-dijo haciendome sonrojar

-Siento que solo lo haces por cumplir, pero de igual manera, gracias-dije

Salimos y subimos a su auto, me preguntaba a donde iríamos, pero supuse que algún lugar de comida, pues eso era lo que habíamos planeado.

-Tienes hambre, ¿verdad?

-pues si, si tengo hambre- dije mirándolo- ¿como narices sabes eso?

-Con esa cara que traes cualquiera se daría cuenta- dijo riendo

-Tengo que aprender a disimular mis sentimientos- me encogí de hombros

-No es problema, aquí hay un Starbucks, podemos quedarnos aquí- dijo estacionando el auto

Estábamos esperando a que sea nuestro turno, cuando fue el nuestro, pedí lo que deseaba, saque mi billetera para pagar lo que había pedido.

-No te preocupes yo pago- dijo Charlie

-¿Enserio?, nunca pense que me invitarias algo-dije riendo

¿Por qué a mi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora