Snape, Jefe de Hufflepuff

El inició de clases

Severus se paró en su habitación, mirándose a sí mismo en el espejo. Con un rápido movimiento de su mano, él alisó el último pliegue que manchaba su túnica negra. Tragando pesadamente, asintió con la cabeza a la imagen de sí mismo y luego se volvió. Era el momento de dirigirse a la fiesta de bienvenida y ser nombrado el jefe de Hufflepuff ante los estudiantes.

El personal había tomado las noticias tan bien como él había esperado. Vector se había molestado, incluso cuando se enteró de que para ser la cabeza que tendría que trasladarse a la mazmorra.

Ella se enfurruñó y dijo en términos inequívocos que alguien un poco más atento debería ser encontrado para ver a los tejones.

Ésa había sido la opinión del resto del personal, así, aunque eran un poco más ambiguo que fue capaz de determinar lo que pensaban. Incluso Flitwick y McGonagall habían sido fáciles de leer mientras le estaban dando consejos sobre cómo cumplir con su deber. Griffith era el único que era difícil de determinar lo que él estaba pensando, y Severus lo dejo fuera de su mente para el final del primer día que fue anunciado al personal, sobre su nueva posición.

Estaba agradecido de haber hablado con Flitwick y McGonagall, le habían dado un sólido consejo que sabía que lo mantendría en buen lugar durante el próximo año.

Por propia motivación, había investigado donde estaba el dormitorio de Hufflepuff. Los retratos habían comenzado frunciendo el ceño hacia él con disgusto, pero cuando se enteraron de que iba a ser el nuevo jefe de la casa, le habían ayudado a salir. Incluso el fraile fray le había aconsejado sobre qué esperar y las diferencias entre las casas de Slytherin y Hufflepuff.

Colocando una mano en la empuñadura de la puerta, Severus dejó que todos los pensamientos negativos se lavaran. Había entrado en la presencia del Señor Oscuro sin dar una idea de sus verdaderos sentimientos, podía hacer lo mismo hoy, sentado en la Mesa Superior con profesores que no pensaban que él merecía su nueva posición. También ocultaría el hecho de que estaba completamente de acuerdo con ellos.

Abrió la puerta y salió al pasillo de la mazmorra, con la cara tranquila y compacta.

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Como era su costumbre desde que le habían concedido la posición, Severus se sentó de modo que estaba mirando hacia abajo en la mesa de Hufflepuff. A su izquierda estaba Vector y a su derecha estaba Trelawney, ninguna de las dos con quien quería hablar. Trelawney estaba allí y Vector todavía estaba molesta por no haber recibido la posición.

Doblando las manos en su regazo, Severus revisó mentalmente las notas que Sprout había dejado en su casa. Dumbledore se los había entregado después de la reunión, y desde entonces los había estado estudiando.

Conocía todos los nombres de sus estudiantes, así como todas las pequeñas peculiaridades que Sprout había sentido necesario para ser mencionado. La parte que tenía en mente era el consejo que había dejado.

"Ella dijo que están trabajando duro, pero eso no significa que van a centrarse en el trabajo escolar. Necesito mirar para que ellos salgan adelante. Son leales, pero nunca asumen a lo que son leales. No son tan ambiciosos como estoy acostumbrado. Trabajarán unos con otros para ayudar a todos a tener éxito."

Mientras los estudiantes inundaban el Gran Salón, Severus era muy consciente de los Hufflepuffs que buscaban al Profesor Sprout y el malestar que les estaba llenando la cara. Quería apretar los dedos con fuerza, pero se negó a mostrar tanta incertidumbre. Obligó a su rostro y cuerpo a reflejar un comportamiento sereno.

"No puedo hacer una figura de paternidad, pero puedo ser una de calma y posiblemente accesible."

Fue con esa calma que hizo a través de la clasificación, prestando mucha atención a los que se convirtieron en la casa de Hufflepuff y Slytherin, y luego a través de la comida. La comida se quedó abajo sólo porque Severus se negó a dejar que hiciera cualquier otra cosa.