Snape, Jefe de Hufflepuff

Segundo periodo

Severus estaba más que complacido de que la mayor parte de su casa se fuera a casa para las vacaciones, y los que se quedaron no necesitaban su atención. Pasó la mayor parte de sus días en su laboratorio de cerveza para la próxima temporada fría. Dumbledore se había encargado de asegurarse de que comía y dormía periódicamente.

Caminando por el pasillo, con sus batas volando detrás de él, Severus sintió que sus labios se curvaban en lo que era su sonrisa. Dumbledore insistió en que se inscribiera para dejar Hogwarts durante las vacaciones, así que lo había hecho. Esos fueron los únicos dos días que le dejaron solo en su laboratorio para elaborar las pociones que tanto amaba. Volviendo bruscamente, entró en la sala de profesores. McGonagall y Flitwick ya estaban allí, y él sabía que Dumbledore y Griffith estarían dentro de poco. Mientras se movía para sentarse en su lugar normal, Flitwick habló.

- Es sólo la reunión del Jefe de Casas, Snape, ven a sentarte aquí con nosotros.

Una mirada rápida de evaluación mostró que McGonagall estaba de acuerdo con el Maestro de Encantos. Moviéndose para tomar el asiento junto al habitual de Sprout, Severus los observó cuidadosamente. Sabía que Vector no había renunciado a calumniarlo y menospreciar sus habilidades, pero todo lo que podía ver era la aceptación en sus rostros.

"Tal vez Dumbledore les dijo que planea que yo también sea Jefe el próximo año y me aceptan desde ahora."

Dumbledore y Griffith llegaron poco después y la reunión comenzó.

Severus tomó notas acerca de las cosas generales que no tenía ni idea de que los Jefes de la Casa hicieron, como un orientación al principio del mandato.

- No olviden que necesitan programar sesiones de consejería profesional con los de quinto año en este período.

Albus se volvió hacia Severus mientras continuaba.

- Severus, si necesitas ayuda, entonces estoy seguro de que Minerva, Filius o Archibald estarán dispuestos a ayudarte, y por supuesto mi puerta está abierta.

Severus miró a McGonagall, con la pluma lista para escribir las citas. Él sabía que iba a tener que conseguir consejo sobre cómo dirigir las reuniones e incluso más sobre determinar qué los estudiantes necesitarían conseguir en el campo que apuntaban.

- ¿Si pudiera verla más tarde, tal vez esta noche, Profesora McGonagall?

- Minerva.

Minerva cruzó las manos sobre la mesa, esperando una respuesta.

Severus la miró antes de asentir.

- Minerva, ¿Puedo verte esta noche?

Usando su primer nombre se sentía extraño, y estaba muy agradecido de que no tartamudeaba.

- Por supuesto, Severus, después de cenar, en mi oficina sería un buen momento.

Los labios de Minerva apenas ocultan la pequeña sonrisa que intentaba formar.

Filius se apoyó en la mesa para poder ver al miembro más joven de su grupo.

- Puedes llamarme Filius, y también estaré en la reunión.

Severus estaba haciendo todo lo que no podía para dejar que sus ojos se ensancharan mientras asentía de acuerdo.

- Puedes llamarme Severus.

Una rápida mirada mostró los ojos de Dumbledore brillando alegremente y una sonrisa casi escondida por su bigote y barba.

Los ojos azules lo atraparon y sostuvieron su mirada mientras Dumbledore hablaba.