Anna Potter, la hermana de Harry Potter

La cabaña del bosque

Esa misma noche, Anna Potter volvía de Hogwarts, la escuela de magia a la que había asistido durante todo el año.
La casa de Anna no era la gran cosa, era una simple casa de dos pisos con dos habitaciones y lo necesario para establecerse.
Al llegar aquella noche a su casa, vio que la puerta estaba entreabierta, le pareció extraño, ya que sus padres eran muy cuidadosos con detalles como ese, sabiendo que el que no debe ser nombrado estaba entre la comunidad de magia, al entrar, Anna vio que estaba todo desordenado, papeles y libros por todos lados, los muebles en el piso, las puertas rotas... Anna ya estaba media asustada debido al entorno o situación en la que se encontraba.
Fue entonces cuando subió las escaleras y al llegar al final, vio a su padre, James Potter, inmóvil en el suelo, sin respirar, sin parpadear, nada.
Anna se dio cuenta de lo que había pasado, el que no debía ser nombrado lo había matado,
Anna empezó a llorar y a gritar demasiado, pero nadie la oía.
Anna se pasó un buen rato llorando al lado de su padre y abrazándolo, no quería aceptar lo que estaba pasando.
Fue en ese momento cuando Anna se recuperó algo como para pararse y continuar por el pasillo.
Anna rezaba que nada le hubiera pasado a Harry, que nada de esto hubiera pasado.
Cuando llegó a la habitación de Harry, la puerta estaba torcida, abierta a la fuerza, cuando la abrió encontró a su madre muerta, en el mismo estado que su padre, ella se desvaneció se tiro al suelo y quedo destrozada, sus padres acababan de ser asesinados por el que no debe ser nombrado, un largo rato después se dio cuenta que algo la miraba, fue ahí cuando se dio cuenta que Harry estaba ahí, en la cuna, llorando, y con una extraña cicatriz en forma de rayo, Anna se paró y levantó a Harry, le dio un abrazo y se sentó con el al lado de su mamá y empezó a pronunciar unas palabras con las pocas fuerzas que le quedaban:
-Harry, mamá está cansada, dejémosla dormir, solo quiere descansar un rato-dijo mirando a Harry con lágrimas en sus ojos y una voz destrozada.
Esa misma noche, guardo cosas importantes en una bolsa, agarro la varita de su madre, subió a upa a Harry, agarró su escoba, y antes de irse dijo,
-Buenas noches, mamá y papá- y con lágrimas en los ojos, partió para Hogwarts.
Cuando llegó a Hogwarts la primera persona con la que se encontró fue nada más que la jefa de su casa, la profesora McGonagall, Anna le pidió hablar con Dumbledore, que era algo urgente, fue ahí cuando la profesora McGonagall le dijo que Dumbledore había salido para la casa de los Potter, que la estaba buscando.
Anna no quiso esperar, y partió para el bosque prohibido. Pasando un buen rato caminando encontró una cabaña abandonada, cabaña en la que se quedó con Harry hasta que cumplió 11 años.
Anna practico sola sus hechizos por años, y cuando Harry le preguntaba dónde estaban sus padres, ella de explicaba que estaban peleando contra los malos en alguna parte, que ya volverían.
Anna fue la figura materna de Harry hasta que cumplió 11 años, y su carta de Howgarts llegó.
Ella estaba muy emocionada sobre que Harry asistiera a Hogwarts, aunque ella no hubiera terminado.
Harry sabía desde pequeño que era un mago, su hermana le había enseñado hechizos básicos, como Alohomora, algo que Anna usaba mucho porque olvidaba muchas veces las llaves de la cabaña.
Harry estaba muy emocionado, ya que el admiraba los hechizos que hacía su hermana, el pensaba que ella también había ido a Hogwarts, pero no sabía que ella solo fue un año por tener que cuidar de él, ya que era lo único que tenía.
Harry y Anna estaban preparados para salir al callejón Diagon en busca de los materiales que solicitaban en Hogwarts.