The Monster.

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— ¡Mami! ¡Mami! —aquella pequeña castaña de tan solo 4 años ha estado experimentando cosas difícilmente duras para su edad. Una madre alcohólica por el hecho de aparentar no poder vivir sin un “Hombre”. Su madre, como siempre estaba en la sala de estar con una copa de champagne Piper-Heidsieck una de las más caras en toda Inglaterra.

— ¿Ahora qué quieres Peper? —Aquel estúpido e irreverente segundo nombre que le tenía era realmente detestable para Cleo, su madre Beata o Bea como es conocida en el asqueroso burdel al cual dedica gran parte de su vida simplemente por el empeño de tener un sucio pene que la satisfaga. “Fellow Babys Dolls” era el lugar más asqueroso disfrazado lujosamente de toda Covent Garden para Cleopatra como la patana de su madre la habría nombrado en homenaje a las creencias religiosas de su padre Bennu Bartra, condenada a llevar ese horrible nombre y ese egipcio apellido con la apariencia de una londinense cualquiera. Era el vivo retrato de Beata.  Y eso no era lo que Cleo deseaba.

—Harry y Hedé me están molestando otra vez—el berrinche era su única opción, podía hacer que ella les diera un buen regaño por jalarles sus colitas castañas y decirle que su madre era un “Puta”. Cleo quedo tan sorprendida al escuchar aquellas palabras salir de la boca del pequeño Harry y ser rectificadas por Hedé diciendo que era una “una busca consuelo”, Cleo estaba tan indignada que prometió no hablarles más en una semana y eso no es todo le diría a Lucifer que se los comiera, si Lucifer el monstruo que habitaba debajo de su gran cama de muñecas. Aunque le tuviera inmenso miedo a “Luke” como lo apodo, ya que Lucifer era realmente aterrador ella simplemente quería tener más amigos que solamente Hedé y Harry.

— ¡Maldita sea Cleopatra te eh dicho mil y unas veces que dejes tus estúpidos amigos imaginarios! ¡Joder cuando piensas madurar estúpida niña malcriada! —su madre había tomado su pequeño brazo y lo habría sacudido como si se tratase de una muñeca de trapo, Cleopatra estaba realmente asustada no podría seguir pensando que una persona tan preciada como su madre no le creyera que cada noche e tarde de los días Harry y Hedé los dos niños de cabello enrulado y ojos verdes se aparecían en su cuarto mientras ella jugaba con las muñecas y menos creería que Luke todas las noches rasguñaba las tablas de su cama haciendo que Cleopatra durmiera en la sala ya que recurrir a su madre seria intento fallido.

—Pe-pero mamita ellos existen y están justo aquí ¡Lo juro! —su mano sin estrujar apuntaba justo a una pequeña esquina donde el retrato de su padre yacía, no, no estaba muerto simplemente divorciado y con otra familia.

— ¡Para por una maldita vez Cleopatra! —Beata segada por la furia estrello la copa que hace segundos atrás encajaba en su palma, haciendo que esta ultima estallase en una lluvia de vidrios lo cual asusto más a Cleo.

— ¡NO ESTOY MINTIENDO! —ahora era la pequeña la que gritaba, Beata soltó un manotazo en la cara de la pequeña haciendo que esta cayera al suelo con un fuerte sollozo.

— ¡CÁLLATE DE UNA MALDITA VEZ CLEOPATRA! —Beata no sabía lo que acababa de hacer, ella sola se acaba de hundirse en el abismo del infierno.

The Monster || h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora