4.
—Te extrañe Harry. Siempre supe que Hedé y Luke te obligaron a asesinar a Beata. —el estaba vendando mi brazo, me lo había raspado horriblemente. Además de dislocarlo, aparte de eso tenía una costilla rota. Oh eso era lo que Harry dijo.
—Cleo, Hedé y Luke no me obligaron. —yo lo mire sin entender. —Beata te iba hacer daño, por eso tuve que…eliminarla— ¿fue para protegerme? Me quede un momento en órbita, pensando una y otra vez ¿Qué era lo que iba hacer mi madre?
—Vamos, quítate la camiseta para vendarte—sentí como mis mejillas se sonrojaban, claramente no era virgen y había tenido una que otra cita después del incidente con Luke, pero con él todo era diferente. Se sentía diferente.
— ¿Sabes que unas vendas no arreglan mágicamente mi costilla? —no había tema de conversación así que tome la delantera.
—No soy un idiota Cleopatra, necesitas reposo y medicamentos. —no sé de dónde demonios había sacado aquellas tijeras, comenzó a cortar mi camiseta desde la solapa de abajo.
—Oye, Oye. No, No ¿Qué haces? —la había cortado toda, era la única que traía, y ese no era el único problema estaba en ropa interior de la cintura así arriba, frente a Harry mi platónico.
—Sí que has crecido, eh—trato de cubrirme con las sabanas de su cama, oh no la había mencionado el me trajo a su “Apartamento” para curarme.
—Deja de mirarme así y véndame rápido. Por favor—trate de no mirarlo a los ojos, si no me sonrojaría demasiado.
Él saco lo que quedaba de mi antigua y bonita camiseta, busco mas vendas y en realidad no sabía de dónde sacaba tantas vendas ¿Estaba preparado para heridas de esta magnitud? Me levanto con su brazo, hizo que me sentara en la cama. Mi costado palpitaba del dolor que causaba, una vez escuche en la televisión que una costilla rota puede perforar un pulmón, ojala eso no pase. Comenzó a pasar la venda por mi abdomen enrollándola, termino y puso algunos ganchos para que no se soltase. Toco encima de la venda y susurro algo extraño.
—Tienes que reposar ¿Entiendes? —esta vez sí mire sus ojos, y eran realmente hermosos como la última vez que los vi. Era inaceptable entablar tanta confianza en él, había sido amigo de Hedé y Luke y eso era muy turbio.
—Ya lo hiciste, bebe—leyó mi mente.
—Touche. Y no me digas Bebe—era indignante sabiendo que ya tenía 19 Años.
—¿No te gusta? —pregunto coquetamente.
—No, lo odio—
—Mal por ti. Bebe—se acerco demasiado a mí, su cercanía me puso los bellos de punta. Era imposible no fijarse en sus labios, mi mirad subió nuevamente a sus ojos. Su mirada era fija a mi rostro, está demasiado cerca y fue entonces cuando el tomo la iniciativa, ¿Apenas lo veo y ya lo dejo que me bese? Ni siquiera se muchas cosas sobre él o su vida, lo que sea. En un momento sentí un suspiro de mi parte y decidí no seguir resistiéndome a sus adictivos labios, puse mis manos en su nuca y comencé a jugar con su cabello, el aumento la velocidad del beso consigo la pasión y el fogaje. Me tomo de la cintura y me atrajo al es, solté un pequeño quejido al sentir como toco una parte lastimada de mi abdomen, rápidamente se separo de mí y me miro con temor.
—Y-yo lo siento—se separo bruscamente de mí.
—N-no paso nada, no te…—iba a terminar la frase pero él salió hecho un misil por la puerta del cuarto, escuche como bajo pisando fuerte los escalones de la escalera y tiro algo en la sala, se escucho como un vidrio roto y luego un gran portazo como final. Mi respiración era irregular, estaba asustada e impresionada por lo que acababa de pasar, todo fue tan rápido que mi mente lo procesa con flashes de cada imágenes. No puede ser. Me gusta Harry.