Mi mente me decía que fuera más responsable, que no me tire a los brazos de un tío que acavaba de conocer, recordé aquella foto en Facebook con la chica rubia, y fallando al corazón que cada vez sentía más por él, rompí esa tensión que nuestros cuerpos habían creado
- ¡Para!, no sigas, primero sé sincero conmigo, ¿quién es la rubia que sale en las fotos de tu Facebook? - Dije sacándome el móvil del bolsillo de su chaqueta, que aún la llevaba puesta
- No seas tonta, es una chica del Hospital Central, la conocí por casualidad, es muy buena amiga mía, tuvo una enfermedad, y hace poco salió de ella - Me contestó aclarando por completo mis dudas
Me dejó sin saber que decir, una vez más creo que hice el ridículo..
- Valla, pues lo siento mucho, no sabía... perdón - Le respondí bastante avergonzada por la situación
Metí mis dedos entre su pelo, y acariciandole con cariño le dejé claro que quería conocerle, que no quería empezar con sexo y me respondió
- Esperaré toda la vida si hace falta, nada vale más que estar abrazado a ti mi vida -
Cuando noté sus dientes mordiéndome el labio inferior de la boca, le besé con ganas de comerme el mundo, mi felicidad superaba mis límites, los límites que yo misma había marcado, y que juré que jamás volvería a confiar en un tío
Segmíos abrazados, dándonos besos, planeando estar en sitios que a ambos nos gustaría ir
Después de un rato el sonido de mi móvil me despertó, me había quedado dormida encíma del pecho de Jhon, el estába en el lado del sofá que daba hacia la mesa, estiré mi brazo por encíma de él y lo cojí ví que era un Whatsapp de Rocío
Espero que estés bien, como no me has hablado ni nada, he supuesto que has llegado y directa a dormir, contestame cuando lo leas, te quiero
-¡Ostias que ni la e avisado!... Después hablaré con ella - Pensé
Merecía la pena quedarse un rato más, abrazada al hombre que comenzaba a cambiar mi vida, volví a dejar el móvil sobre la mesa y sin querer lo desperté, me miró y soltó una sonrisa que iluminaba mi mañana
- Buenos días guapo, nos hemos quedado dormidos - Dije sonriendo y mirando como bostezaba
- Buenos días princesa, no era un sueño, abrázame para que me lo crea más - Me respondió riéndose
- Qué tonto eres - sonreí - ¿Qué vas a hacer ahora? - Le dije mientras me estiraba
- ¿Tienes planes? - Me dijo en tono interesante
- Pues no, lo de cualquier domingo, ver películas o salir a tomar algo - Le contesté indiferente
- ¡Pues nada!, yo soy tu plan de hoy, ¡Nos vamos a comer por ahí! - Me soltó quedandose tan a gusto
Me intenté levantar para ducharme, y no me dejaba, cada intento de poner el pie en el suelo me agarraba del culo y me besaba, nos tiramos prácticamente media hora con la tontería, no dejaba de reírme
- Venga ve al baño, pero no tardes que si no pasaré a buscarte dentro - Dijo poniendo cara de niño bueno
Le dí un beso y me fuí corriendo, si no, veía que del sofá no me movía en todo el día, me duché y salí con la toalla envuelta a la cabeza sujetando mi pelo, y con otra enrollada al cuerpo, tapando todo lo que se pudiera ver...
- !Qué sexy!, mejor no quiero ver lo que hay debajo, porque me pierdo - Dijo riéndose y agarrando las llaves de su coche
- ¿Donde vas? ¿Te marchas ya? - Solté, pareciendo algo confusa
- Sí, pero contigo, vístete y nos vamos a mi casa, yo también tengo que ducharme, pero tranquila que no va a pasar nada - Me respondió, viendo que la cara que ponía al decirme eso, no era de estar muy de acuerdo
Yo sabía que me iba al respetar, me vestí escogiendo camiseta azul, dejando un hombro al descubierto y un pantalón vaquero blanco, ajustado por la altura de los tobillos, junto con unas zapatillas de vestir en dos tonalidades de azul
Salí al salón, y pagaría por ver de nuevo la cara que puso al verme con algo tan sencillo
Nos subímos al coche, y llegando a su casa observé que vivía a la salida de mi barrio, en uno de los chalets que construyeron hace poco, a unos 20 minutos de mi casa
- ¡Ya hemos llegado! - Dijo aprentando un botón
Abrió una puerta del tamaño de dos coches aproximadamente, de la verja blanca que cubría por completo la casa
Entramos directos a un garaje que estaba situado en la parte derecha de la casa
Cuando baje del coche, me hizo gestos con la mano para que pasara con el por la puerta que nos llevaría hasta el interior de su casa, entramos a un pasillo, caminando detrás de Jhon, dejamos la cocina desapercibida y fuimos directamente al salón, estaba todo recogido, como si nadie viviera allí, como si esa casa estuviera abandonada, pero limpia como recién comprada
- Estás como en tu casa amor, voy a ducharme que al final no comemos ¡Veras! - Dijo besándose y dándome en el culo
- Vale nene - le respondí con una sonrisa mientras que se iba
Al final del comedor había unas puertas de cristal, que con el sol no se apreciaba los que había, me acerqué y era un jardín del tamaño de mi casa
- ¡¡¡¡¡Joder!!!!!, ¡Pedazo de casa que gasta! - Pensé
Yo era bastante curiosa, por lo que no es de extrañar que abriera la puerta, para ver que había en el jardín, nada más salir olía a piscina, ese olor que te recuerda a la familia en verano, estábamos en septiembre y aún hacia calor, pero la piscina estaba intacta, como si nadie se hubiera metido nunca, había un tejadillo, y debajo de el una amaca en forma de columpio, y una caseta de madera donde supuse que tendría herramientas, cloro y de más...
Me quedé sentada en el columpio, esperando a que saliera de la ducha, entonces apareció por la puerta de cristal, ¡Dios! Estaba más guapo que nunca, se acercaba sonriendo, tenía el pelo aún un poco húmedo, peinado al estilo "Jacob" de crepúsculo, para arriba echándolo hacia atrás y dejando caer un mechón pequeño ondulado sobre su frente que le combinaba perfectamente con la barba de tres días, una camisa blanca, dejando sin abrochar los dos primeros botones, y un vaquero negro, no era muy ceñido, pero al llegar a los tobillos, se ajustaba dejando por encíma del pie el bajo del pantalón un poco arrugado y por ultimo unas zapatillas "Vans Old Skol" negras, con una línea blanca en un lado
Justo al llegar a mi altura.. me levanté
- Venga vamonos nena - Dijo agarrándome de la cintura
Salimos por la puerta hacia el garaje y nos fuimos directamente hasta el restaurante que el había elegido
- Ya verás te va a gustar mucho el sitio, y es perfecto para proponerte algo... - Me dijo dejando sus palabras en suspense y con una sonrisa de intriga
-Este chico no deja de sorprenderme ahora ¿que será lo que tiene para decirme? - pensé
Solo sabía que se trataba de algo bueno, al deducir por la ilusión que desprendía
ESTÁS LEYENDO
Un capricho del amor
Teen FictionLa vida da muchas vueltas y en cada vuelta hay un destino, yo tuve dos opciones, apostar por el destino que vino sin ser llamado o renunciar a lo que sentía por dar el giro que mi vida necesitaba