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Maratón 1/3

Fotito del doctor Tomlinson en multimedia.

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—Ay—Me quejo cuando me coloco una crema encima de la herida que tengo en mi pómulo.
Heather me dio fuerte.
—No debiste dejar que te golpeara. Tenias puntos que debí coser otra vez.—Dice Louis sentado en mi cama rodando sus lindos ojos azules.
—Bueno, gracias a eso me dejaron de molestar esta semana.—Al parecer por los golpes Malik decidió dejar que descanse.
—No te alegres tanto, Madden. Si no eres material para este sitio, Zayn te matará.—la voz aguda del ojiazul está llena de reproche.
—Que lo haga. Es mejor que vivir bajo sus órdenes.—Louis resopla y rueda los ojos.
—Necia como mula. Por cierto ¿qué eran esas marcas en tu espalda?—

Me congelo en mi sitio. Él las vio, él me cambió y las vio.

—¿Tú fuiste el que me cambió?—Inquiero evadiendo su pregunta.
—Sí. Me lo pidió Zayn. Y no te incomodes. No miré más de la cuenta. Perdón si te molestó, pero era yo o uno de sus monos.—
—Que bueno que fuiste tú, entonces.—Digo nerviosa.

Que se olvide...

Y bueno  ¿De que eran esas marcas?—Mierda.— Son realmente escandalosas.—

—Ah...son...ah.—¿qué mierda le digo? La verdad no es una opción.—No quiero hablar al respecto.—
—Te entiendo, sin embargo el señor Malik no lo hará, se enojará al ver que tienes marcas y no te verás "100% bien" en uno de esos trajes. Será mejor que si no quieres decir de que son realmente vayas creando una buena mentira. Él querrá saber el porqué de ellas.—Dice parándose hacia la puerta.

—Okey, Doc, gracias.—Veo como Louis se despide con la mano y sale.

***

Tres semanas...
Tres semanas es lo que llevo aquí.
Sabía que mi padre era frío como un témpano de hielo, sin embargo no pensé que realmente no haría nada para rescatarme.

que no le agrado mucho por el hecho de que me parezco a mi madre. Según él soy su vivo retrato.

Dudo que me ame, jamás me lo demostró, al menos. Lo único que amó, ama y amará es su maldito trabajo.
Lo amó más que a mi madre, por eso mi familia, está cómo está.

Rota.

No lo culpo. Siquiera hace algo bueno y digno de su adición al trabajo.
Uno pensaría que soy una chica rota con problemas familiares. Sinceramente no. No sufro, ni sufrí.
Pero si es triste ver a tu hermano preguntar por su madre.
Aprendí a vivir con ello. No rogué jamás por el amor de mi padre o busqué su aprobación.
Igual, se diría que fui la "hija perfecta." Nunca tuvo nada que reprocharme.
Me enseñaron a hablar 3 idiomas, tocar 2 instrumentos y a cantar. Sé algunos deportes, más que nada, natación, desde los 3 años.
En el colegio tuve notas sobresalientes, sin embargo mi conducta no fue perfecta. Nada que yo no pudiera controlar para que mi padre no se entere, pero no era un ángel.

Usualmente desde los 15 empecé a evitar los problemas o peleas, no te llevan a nada y gastan tiempo y a menos que quieras desperdiciar algo que jamás se recupera es mejor no discutir.

Aunque esta última semana sólo me ha dado ganas de discutir y pelear.
Estoy acá en contra de mi jodida voluntad y seré utilizada como un objeto lujurioso entre hombres machistas.
Si muero por resistirme a ser usada espero que mi padre logré cerrar estos clubes de una vez por todas. Y si sigo viva para contarlo sería mucho mejor.

Escucho con la puerta se abre y entra...creo que se llama ¿Lorenzo?
—Tomlinson me dijo que ya estás bien, cámbiate y te guiaré hasta el gym. Estás atrasada con tu entrenamiento para
el evento.—Se cruza de brazos apoyado en la puerta de mi...la habitación.
—No sé si he hablado chino todo este tiempo, pero ya le dije a Niall, al señor Malik, a Jake, a las chicas y ahora a ti, Lorenzo que no pelearé con nadie y mucho menos frente a hijos de puta machistas.—me pongo en la misma posición que él, con los brazos cruzados y apoyada en la puerta del cuarto del armario.

—Tú no decides qué haces aquí. Tú no tienes derecho a escoger qué haces o no. Así que vístete o te visto yo, muñeca.—Sus ojos recorren todo mi cuerpo.—Ah, y es Liam, Liam Payne no Lorenzo.—Sonríe ante el nombre que creí que tenía.

Sabiendo que en su mirada dice que habla en serio sobre entrar y cambiarme entro nuevamente al armario y escojo un polo deportivo de manga larga como todas las veces que he ido a ese gym, una pantaloneta negra y zapatillas también negras.

—Deberías ponerte un top. Te verías jodidamente caliente.—Recibo el piropo de Liam al salir del armario.
—Sigue queriendo ver eso, Lorenzo.—le guiño un ojo y paso por delante de él hacia afuera de la habitación esperando que me guíe.
Gruñe por lo bajo, pero no dice nada. Comienza a caminar hacia el gym conmigo siguiéndole.

—Vaya, ya estás bien.—Dice Niall Horan una vez que llego.
—Ajá.—No quiero ni ver a este rubio teñido.
—¿Estás enojada?—Pregunta como si fuera un pequeño que acaba de cometer una travesura. ¿Que diablos?
—No.—Subo a la máquina de correr y lo ignoro.

Una hora después Niall nos ha reunido a todas para que peleemos entre si. Él a puesto unas colchonetas en el gym se serán como que el ring para que peleemos...bueno que peleen porque yo no pienso hacerlo.
—Será mejor que pelees esta vez, Rose.Miro a Giovanna al lado mío. No lo haré, así muera por eso.—La gran pelea es este fin de semana. El sábado para ser más específica.—

Igualmente no haré nada. Ya lo he decidido. Moriré el domingo una vez que el señor Malik vea que "ni sirvo" para esto.

—Rose, tu turno.—Veo a Niall y le mando una mirada de que subiré, mas no haré algo.
Suspira en frustración y rueda los ojos.

Subo contra Lake.
Lake es alta y fuerte, no es tan delgada como las demás de aquí, ella es voluminosa es un buen sentido. Las demás parecemos fideos.

Ella sabe que no haré nada, lo sabe así que solo suspira apresurándose a acabar con esto rápido.

Me golpea, me vuelve a golpear.
Maldición duele.
Da un golpe final, yo caigo al suelo con sangre en la boca, me paro y me voy.

Estoy sentada en el borde de mi cama con una toalla en la boca cuando de golpe se abre mi puerta.
Entra un Zayn iracundo y antes de que logre procesar algo me propina una fuerte cachetada.

Me quedo en shock unos segundos con la mano en mi mejilla.
Genial si antes me dolía sólo el lado derecho ahora también el izquierdo.

No me molesto en preguntarle qué mierda le sucede. Sé el porqué de que esté molesto.
No merecía la cachetada, sin embargo no quiero pelear no quiero discutir. Quiero irme a mi casa.
Quiero ver a mi hermano.

Se detiene en medio de la habitación mirándome expectante por saber qué haré.
No hago nada, no me muevo ni un centímetro.

Eso parece enojarlo más ya que se vuelve a acercar a mí y yo instintivamente cubre mi adolorido rostro con mis brazos.
Cuando jamás llega el golpe bajo mis brazos muy despacio.

Algo en su mirada se ha ablandado. Ya no parece tan enojado como antes, podría decir que luce hasta arrepentido.
Imposible.

—Maldición Madden, tienes que luchar.—Por un momento parece que está rogando para que luche. Parece qué hay preocupación por mí.
—No quiero tener que desperdiciar una bala en ti.—Me retracto. No es preocupación por mí.

—Pues tendrás que gastar una mísera bala.—me echo en la cama esperando que capte la indirecta de que no quiero hablar más.

Al parecer lo hace ya que escucho la puerta ser azotada.

M.U.R.D.E.R » z.m Donde viven las historias. Descúbrelo ahora