M.U.R.D.E.R » z.m

sept

—¿Quién yo?—Actúo como si fuera una tonta y no puedo aguantar la risa por la estúpida pregunta que hice.
—¿Ves a alguien más aquí?—Dice al parecer molesto aunque no es algo que me sorprenda.
—Pues, buscaba el baño.— Bien, esa fue una pésima mentira.
—¿Tú me crees estúpido, verdad?—Malik se acerca a paso decido hacía mí y por alguna razón estoy temblando.
—¿En serio quieres que te responda eso?—Digo ahora con un poco más de confianza y sin temblar tanto.

Zayn se queda callado. Es obvio que se está conteniendo para no sacarme la mierda y yo la verdad encuentro eso gracioso. Jesús, estoy mal.
—Ve a tu habitación en este instante.—Malik de lo que se había acercado retrocede hasta la puerta y hace un ademán con la mano para que salga.
—Abuuuuurrido.—Ruedo los ojos mientras salgo del gym.
—Ah y señorita Madden.—Volteo a oír la gruesa voz del dueño y señor de este sitio.
—Jamás hubieras llegado lejos por los ductos de ventilación. No hay forma de huir de acá, muñeca. Ya hazte la idea.—Me congelo en cuanto él termina de hablar, pero no dejo que se dé cuenta.
—Saldré de aquí, señor Malik, así sea lo último que haga.—Respondo firme.
—No uses esa frase tan cliché, Rose. Créeme que sería lo último que hagas.—Y con esa sonrisa arrogante tan característica suya se voltea en dirección opuesta echándose a andar.

***

¿Gigi? creo que así se llama ha estado tratándonos como si fuéramos basura, a todas las chicas, bueno a mí sólo me respondió mal un par de veces, que me tuve que morder la lengua para no decirle "anda y respóndele así a tu vieja." Pero a las demás...ugh que desagradable es esa mujer.

—¿Saben por qué está así?—Sadako pregunta antes de meterse una rodaja de tomate a la boca.
—A mí me dijeron por ahí que es porque el señor Malik la engañó.—Phoenix nos cuenta en voz baja luego de darle un sorbo a su café.
Estamos todas las chicas desayunando en la mesa principal de este sitio mientras Gigi está en su cuarto rompiendo cosas, quizá.
—Así que hablen, zorras ¿quién de ustedes se acostó con el señor Malik?—Giovanna nos pregunta burlona.
—Todas sabemos que la más zorra aquí eres tú.—Sadako comenta como si nada y las demás hacemos un "uh"
—Puede que si, mi queridísima amiga, pero justamente por eso si yo fuera la que se acostó con él lo diría.—Giova nos guiña un ojo y se ríe.
—Buen punto.—Señala Carolina.—Bueno yo no fui, al menos no esta vez.—
—Yo tampoco.—Dice Aliya.
—Nosotras menos.—Habla Misti por ella y por Heather.

—Un segundo.—Por primera vez me meto en la conversación de las chicas.—¿Todas se han acostado con Zayn?
—Aunque haya sido una vez, pero sí.—Laura me mira.—Todas.

—No nos mires con esa cara, Rose. No es como si tuviéramos otra alter...—La oración de Lake se queda en el aire cuando su mirada se posa en un punto detrás mío.
—Señorita Madden, acompáñeme.—Su voz hace que se me ericen los bellos de la piel.
Volteo para encontrarme al dueño de mis pesadillas vistiendo un traje todo negro de diseño no común.
—Creo que ya sabemos quién es la zorra que hizo que Gigi enloquezca.—Sadako me mira con burla y las demás chicas hacen una "O" con sus bocas.
—Yo no acosté con ese hijo de...—
—¡Señorita Madden!—No puedo terminar de maldecir a ese desgraciado porque su grito me hace saltar en mi lugar y darme media vuelta.

Pongo la mejor sonrisa falsa que tengo y me dirijo hacia dónde está parado todo imponente.
El olor a colonia y cigarrillos me invade las fosas nasales en cuanto estoy a un metro de él.
Uf, cuánto quisiera fumar ahora mismo.

—¿Si, señor Malik?—
—Rose, acompáñeme.—Zayn se gira y comienza a caminar hacia Dios sabe dónde.
—¿Hice algo malo?—Pregunto curiosa. Que yo sepa he estado haciendo exactamente lo que se me ha pedido.
—No sé, Rose ¿has hecho algo malo?—El señor Malik abre las dos grandes puertas de su inmensa oficina, en la cual ya he estado antes.
Recorro rápidamente con la vista oficina. Está llena de libros, muchos libros y arriba en el techo está pintada una galaxia.
Dios que obra de arte, ¿cuánto habrá pagado Zayn por ella?
En medio de la oficina hay un escritorio un poco (sarcasmo) grande, atrás de el una silla negra de cuero igual de grande para que se complemente con el escritorio de caoba. Hay un pequeño carrito con una botella de Chivas, dos vasos de vidrio y una hielera. Y para terminar hay una piel de tigre blanco en el piso delante del escritorio.