-Por fin-susurré dejando la última caja en el suelo de mi nueva habitación.
Bueno, no era tan nueva, 4 años atrás ya había vivido en esa casa, es una historia complicada, empecemos por el principio, me llamo Sasha, Sasha Payne, tengo un hermano mayor llamado Liam y vivimos con nuestra madre Karen, hace cuatro años después de morir nuestro padre nos fuimos de aquí, a vivir con nuestra abuela con la intención de olvidarlo todo pero el recuerdo de mi padre nos seguía persiguiendo en nuestra nueva ciudad, así que después de pensarlo mucho mi madre decidió traernos aquí de nuevo, a Rowling, el pequeño pueblecito en el que nos habíamos criado mi hermano y yo y en que también habían nacido mis padres.
-Odio este pueblo y a toda la gente que vive aquí-dijo Liam entrando en mi habitación y apoyándose en el marco de la puerta.
-Liam…-suspiré mientras empezaba a sacar cosas de las cajas.
-No, Liam no, nos largamos de aquí por una razón, no creo que sea sano volver.
-Mamá ha decidido volver, por algo será, tenemos que apoyarla porque no será fácil para ella-miré a las paredes pintadas de un color rosa que me encantaba cuando tenía 12 años.
-Tampoco es fácil para nosotros-dijo en voz baja para que yo no le oyera, cerré los ojos por un momento y me levanté del suelo, me acerqué a él y le abracé.
-No es fácil para nadie, pero mamá tiene aquí a su gente, a sus amigas, está el tío James…-el tío James era el mejor amigo de mi padre desde el instituto y cada domingo comía con nosotros…hasta que ocurrió lo de mi padre-tenemos que estar con ella porque esto la va a llevar tiempo-me apoyé en su pecho mientras el rodeaba mi cintura y me apretaba.
-¿Y nosotros qué? No nos ha preguntado, teníamos amigos una vida, tú tenías novio-me separé de él bruscamente.
-No quiero hablar de eso.
-Lo siento Sasha, pero es verdad, rehacemos nuestras vidas y de repente ella quiere volver, pues no lo entiendo….
-¿No te has dado cuenta?-dije con una sonrisa.
-¿Cuenta de qué?-preguntó con cara de tonto, vaya lelo, muy listo para unas cosas y muy tonto para otras.
-¡Chicos James está aquí!-gritó mi madre desde el piso de abajo.
Sonreí y bajé las escaleras con mi hermano detrás para encontrarnos con James en la puerta de casa con bolsas de comida.
-Hola tío-dije dándole un abrazo, era la única persona de este pueblo con la que habíamos mantenido el contacto, solía venir a vernos cada dos meses.
-Me alegro mucho de que estéis aquí, más que nada por ahorrarme los viajes en coche que me iba a arruinar-dijo con una sonrisa.
-Nadie te obligaba-dijo mi madre también sonriendo mientras sacaba las cosas de la bolsa y ponía todo encima de la vieja mesa del salón.
-Y bien, ¿qué vais a hacer con la casa?, ¿qué vais a cambiar?
-Yo quiero pintar mi cuarto, y te necesito porque hay que mover la cama y el armario-dije cogiendo un bocata.
-Perfecto-dijo-¿algo más?
-Si…-murmuró Liam-¿cómo está todo aquí desde que nos fuimos?, ¿se han enterado de que hemos vuelto?
-Pues claro que se han enterado, es la comidilla de todo el pueblo-dijo mirando a mi madre.
-¿Y cómo están todos?-pregunté, no había sabido nada de mis amigos desde hacía casi tres años, el contacto se perdió y todos seguimos nuestras vidas.