Capítulo 5.

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Me pase la noche dándole vueltas a lo que les había oído decir, cuando Lily y o nos fuimos a casa me metí inmediatamente en la cama sin apenas hablarla, ella no notó nada, ya que debió de pensar que yo estaba borracha o cansada o cualquier cosa de esas…

A la mañana siguiente me desperté antes de que lo hiciese Lily recogí mis cosas y la dejé una nota diciéndola que me encontraba mal y que me iba a casa, salí rápidamente de allí y caminé hasta llegar a mi casa, definitivamente necesitaba un coche.

Abrí la puerta de mi casa intentando hacer el menor ruido posible, entré sigilosamente y me dirigí a las escaleras cuando una voz me dio un susto de muerte.

-¿Qué haces aquí?-me giré y vi a mi hermano en el sofá incorporándose y restregándose los ojos.

-Nada, me he venido antes, ¿y tú qué haces en el sofá?

-Hemos llegado hace apenas una hora-miré el reloj y vi que eran las 8 de la mañana.

-¿Habéis?-mi hermano señaló al otro sofá y me acerqué, vi a Louis espatarrado completamente dormido-¿qué hace aquí?

-Estaba súper borracho y no podía conducir, así que me lo traje aquí.

En ese momento vimos a mi madre bajando las escaleras, se quedó parada al pie de ellas, primero me miró a mí, con cara de recién levantada, después se fijó en Liam y en Louis que estaba tan tranquilo roncando, soltó un bufido y se acercó a la puerta.

-Tengo que ir a trabajar, no os acostumbréis a esto-señaló a Louis y abrió la puerta-desayunad y ventilad el salón que apesta a alcohol-dicho esto salió y cerró la puerta.

-Bueno, parece que no la ha importado mucho-suspiré y me dirigí a la cocina a preparar algo, Louis Tomlinson estaba en el sofá de mi casa dormido como un bebé, y estaba guapísimo, preparé café y unas tostadas, las dejé en un plato y llevé todo al salón, mi hermano y yo nos sentamos en el suelo mientras Louis seguía durmiendo.

-Yo cuando bebo no puedo dormir-dije comiendo una tostada y mirando cómo, a pesar de nuestros ruidos, él no se inmutaba.

-Bueno llevaba una borrachera curiosa, cayó rendido, ahora, ¿me vas a contar por qué has venido tan pronto? Me dijiste que te quedarías hasta por la tarde donde Lily.

-Anoche la oí hablar con Harry, y era como si supieran algo de nuestro padre que yo no sabía, como su hubieran visto algo…

-¿Oíste algo?-preguntó alarmado, vale, ahora tenía claro que me ocultaban algo.

-No, no oí nada, pero ojalá lo hubiera hecho porque estoy de harta de que me ocultéis las cosas-me levanté del suelo-¡sabes que me voy a acabar enterado y espero que sea por ti o por mamá!

Notamos un ruido detrás, Louis se estaba despertando, me puse como un tomate y miré a mi hermano.

-Cuando te dé la gana me cuentas lo que sabes, buenos días Louis perdón por despertarte-finalmente cogí mis cosas y subí a mi habitación.

Estaba harta de esta situación, secretos de mi hermano, secretos de Lilly y secretos de Harry, además estaba segura de que mi madre también me ocultaba cosas, nadie me decía la verdad en este estúpido pueblo.

-¿Puedo pasar?-preguntó una voz al otro lado de la puerta.

-No quiero hablar con nadie, de verdad-dije sabiendo que era Louis quien estaba ahí.

-Bueno, yo sí quiero hablar contigo-insistió, abrió la puerta y me encontró sentada en la cama agarrada a un cojín-¿qué te pasa?

-Nada, son cosas muy complicadas Louis, y no tengo ninguna gana de contarlo la verdad-se sentó a mi lado y esperó, finalmente suspiré y empecé a hablar -Louis mi padre murió y nosotros nos fuimos de aquí, demasiado rápido y de un día para otro, y ahora al volver siento que hay demasiadas cosas que no se y demasiada gente ocultándomelo.

-¿Has probado a preguntarle a tu madre?

-Sí, a mi madre y a mi hermano, pero nada, cambian de tema, y no sé por qué, creo que soy lo suficientemente adulta para que me digan la verdad, al fin y al cabo es mi padre.

-Lo harán por protegerte, porque no quieren que vuelvas a revivir todo eso.

-Ese es el problema-me levanté y me acerqué a la ventana-no voy a revivir nada porque no se nada, mi madre nos recogió a mi hermano y a mí de clase, nos llevó a casa y se encerró con él en la cocina, después salieron los dos llorando y me contaron que papá había muerto en un accidente, y hasta ahí, un par de días después mamá me mando hacer la maleta y al día siguiente estábamos en casa de una abuela que había visto dos veces en mi vida.

-Vaya…

-Pensé que al volver aquí podría enterarme de algo, de que pasó en ese accidente de por qué nos tuvimos que ir de casa, pero cada vez que saco el tema mi madre se va y mi hermano se enfada.

-Sasha, no intentes comprenderlo-se acercó a mí y me dio la mano-los padres nos engañan para que no suframos más de lo necesario.

-Hay más…-dije bajando la voz-anoche oí a Harry y a Lily hablar de algo que habían visto cuando eran pequeños, y cuando se lo he comentado a Liam solo me ha preguntado si habían oído lo que decían.

-Habla con ellos, pregúntaselo, son tus amigos ¿no?

-Me da miedo que no me guste lo que me tengan que decir.

-Sasha, quieres saber la verdad pero tienes miedo de que no te guste lo que te tienen que contar…

-Quizás más adelante…

-Sinceramente no te entiendo-suspiró y miró su reloj-tengo que irme a casa o mi madre me matará.

-Vale…oye, gracias por escucharme, y por favor no le digas nada a nadie, y menos aún a mi hermano.

-No te preocupes, guardare silencio-dijo levantando la mano derecha- bueno, ya nos veremos por el instituto.

-Adiós Louis-vi como salía de mi cuarto y me tumbé en la cama, era la primera persona de este pueblo con la que había podido mantener una conversación de mi padre.

De repente se me cruzó una idea por la cabeza, las cosas de mi padre debían de estar  en al ático, llevaban ahí desde que nos fuimos de Rowling y probablemente nadie las había movido.

Me levanté de la cama y me asomé al cuarto de mi hermano, estaba durmiendo como un tronco  por lo que me dirigí al pequeño armarito donde estaban las escaleras al ático, tiré de la manija y descendieron las escaleras, aquello era un nido de telarañas, y las arañas me daban mucho asco.

-Dios dios dios, que asco.

Me puse a rebuscar por ahí, había juguetes de cuando Liam y yo éramos pequeños, baúles con vete tú a saber qué y en una esquina las cosas de papá.

Me acerqué lentamente y abrí el par de maletas que había, ahí dentro estaba toda su ropa, hasta la camiseta que le regalamos Liam y yo cuando cumplió 40 años, sonreí y la aparté a un lado, esa me la guardaría en mi armario, estaba estirando una de sus cazadoras cuando algo cayó de uno de los bolsillos.

-¿Qué haces aquí?-pegué un brinco y me llevé la mano al corazón, me giré y estaba mi hermano ahí parado.

-Casi me matas de un infarto idiota, ¿qué haces tú aquí?

-Oí ruidos aquí arriba y me dio miedo.

-Cagueta-dije cogiendo lo que había caído de la cazadora.

-¿Qué es eso?

-No te importa, vete a dormir la mona anda.

-Sasha…-dijo acercándose.

-Que te vayas a dormir-me volví a girar y esperé a que bajase las escaleras, cuando lo hizo pude por fin mirar aquel papel, era una foto, una foto de papá con una mujer, una mujer que yo nunca había visto.

Little white liesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora