Había 3 cosas que todo habitante de Rowling tenía que cumplir para no ser la comidilla del pueblo, la primera era asistir a todos los partidos de fútbol de equipo del instituto, la segunda no faltar a la feria del pueblo que se celebraba una vez al año, y la tercera asistir cada domingo a la iglesia, aunque esto último era algo que ya casi nadie hacía, y mucho menos aún los jóvenes, pero mi madre que había ido a misa cada domingo desde que tenía uso de razón decidió que para volver a hacernos un hueco en el pueblo Liam y yo deberíamos ir con ella.
-Esto es absurdo, no tengo ganas de ser el centro de todas las miradas ahí dentro-dijo Liam frente al espejo de la entrada mientras se colocaba el cuello de la camisa.
-Cariño aquí esto es muy importante-mi madre llevaba exactamente el mismo vestido que llevó la última vez que estuvimos en la Iglesia, con papá, recuerdo que después Harry, Liam y yo nos fuimos al descampado que había cerca de la Iglesia a cazar bichos y a jugar al balón, ¿cómo serían las cosas ahora?
-Sasha, ¿estás ahí?-preguntó mi hermano acercándose al sofá donde estaba sentada.
-Si…sólo pensaba en…en cosas-me levanté y me alisé la falda del vestido-vamos que llegaremos tarde-cogí mi bolso y salí a la calle, donde seguía ese calor abrasador.
Menos mal que esto era pequeño y podíamos llegar en poco tiempo, podías recorrerte el pueblo en media hora de punta a punta sin incluir el lago que estaba al final del pueblo, la Iglesia estaba en el centro y nuestra casa a unos 10 minutos, caminé agarrada del brazo de Liam, no sabía si estaba preparada o no para ver a todos mis antiguos amigos.
-Tranquila-susurró mi hermano mientras caminábamos detrás de mi madre, cuando llegamos la gente ya estaba entrando a la Iglesia, muchos de ellos se acercaron a saludar a mi madre, no voy a negar que tenía ganas de ver a la gente aunque tenía miedo al rechazo, entramos con un montón de miradas encima y nos sentamos en uno de los últimos bancos.
Durante toda la misa pude notar muchas miradas sobre nosotros, las mismas miradas que habíamos tenido que soportar antes de irnos, miradas de lástima y susurros cuando pasábamos al lado de la gente, al terminar fuimos saliendo poco a poco, nos quedamos parados al lado de mi madre mientras saludaba a antiguas amistades.
-¿Sasha?-dijo una voz femenina a mis espaldas, me giré y me encontré con una chica pelirroja de ojos azules -soy yo, Lily.
-Oh dios Lily-dije pegando un gritito y abrazándola, habíamos sido amigas, no muy íntimas pero bastante cercanas-madre mía cuanto tiempo.
-Cuando me enteré de que habíais vuelto supe que tenía que veros-dijo abrazando a mi hermano también-debe de ser rarísimo volver aquí después de tantos años.
-Sí, es bastante complicado-dijo mi hermano mirando a su alrededor.
-¿Por qué no os venís conmigo?, solemos reunirnos unos cuantos en el descampado.
-¿Aún?-pregunté con una sonrisa-las buenas costumbres no cambian.
-Algunas no pero el descampado si, ya lo veréis, veniros anda.
Miré a mi hermano que asintió, se lo comentamos a mi madre que nos dijo que nos esperaría en una hora para comer y empezamos a andar detrás de Lily.
-Las cosas siguen bastante parecidas, bueno ya sabes somos los de siempre aunque hay un par de chicos nuevos ya los veréis.
Recordé que cuando éramos pequeños fueras donde fueras siempre estaba la misma gente, era un pueblo de poco más de 2.000 habitantes, las mismas personas en el mismo sitio, las mismas clases con los mismos compañeros…siempre igual.
Cuando llegamos comprobamos lo cierto que era lo de que el descampado había cambiado, ahora era una especie de parque con bancos y un aparcamiento, donde había un par de coches y chicos alrededor, donde antiguamente estaba la casa de madera en la que jugábamos había algunos columpios.
-Vaya-dijo mi hermano.
-Cuatro años dan para mucho-dijo Lily dándole una palmadita en la espalda y echando a andar hacia el aparcamiento, mi hermano y yo la seguimos, había bastantes caras conocidas, entre ellas Zayn, mi hermano frunció el ceño nada más verlo mientras que yo le envié una sonrisa seca.
-Hombre los Payne-dijo acercándose a nosotros.
-Malik no empieces anda-dijo mi hermano mientras yo me acercaba a saludar a los demás, dejé de prestarles atención a todos cuando vi a Harry en la calle de enfrente entrar a la tienda del señor Jones.
-Sasha-dijo Lily-oh claro-miró hacia donde estaba mirando yo y vio a Harry-los años no pasan en vano-sonrió.
-Me odia-la dije-el día que llegamos Liam y yo fuimos a verle y casi me echa a patadas.
-Bueno son casi 4 años, dale un tiempo para que se vuelva a acostumbrar y ya verás como todo se normaliza, por cierto…-dijo con una sonrisilla-Malik no deja de mirarte-me giré y le vi apoyado en el coche hablando con mi hermano pero lanzando miradas hacia mí de vez en cuando, noté como me ponía roja y como él sonreía al verlo.
-Es idiota-dije dejando de mirarle-me cae mal desde que éramos pequeños.
-Ha cambiado, te lo digo enserio, no es tan chulo y borde como antes, podrías darle un oportunidad.
-¡Estás loca!-grité haciendo que todos nos mirasen, bajé un poco la voz-ni de coña me voy a acercar a ese idiota.
-Bueno, cuando veas lo que hay por el instituto le verás con otros ojos-dijo tocándose el pelo-a excepción de dos o tres es horrible…bueno, ahora con tu hermano ha mejorado la media-la saqué la lengua- y bueno con los primos que vinieron el curso pasado.
-¿Qué primos?
-Niall Horan y Louis Tomlinson, llegaron el año pasado y son...-soltó un suspiró y miró hacia el cielo-un regalo de Dios.
Solté un risa mientras seguía mirando la tienda del señor Jones, Harry salió con varios bolsas y miró hacia donde estábamos todos, frunció el ceño y empezó a andar hacia su casa.
-¿Nunca se junta con vosotros?-le pregunté a un chico que estaba a mi lado.
-¿Styles?, no nunca, hasta los nuevos se han adaptado mejor que él, va a su bola siempre…por cierto soy James-dijo con una sonrisa.
-Encantada, soy Sasha-dije dándole la mano.
-¿Sasha Payne?
-Sí, la misma-dije sonriéndole.
-Oye, tu padre no fue el que…
-Sasha nos vamos-mi hermano le interrumpió y me cogió del brazo y echamos a andar, me giré y me encogí de hombros hacia James y le susurré un lo siento.
-No tenías que ser tan borde-dije separándome de mi hermano-sólo estaba preguntando.
-No tienen que preguntar nada, nos fuimos precisamente por eso.
No le miré y anduve por delante de él, el tema de mi padre era tabú desde siempre, sólo me habían contado que había tenido un accidente y no sabía nada más, mi madre y Liam cambiaban de tema cada vez que decía algo y el tío James sólo me abrazaba y negaba con la cabeza.
-Estoy harta de que no pueda hablar de mi padre-bufé andando cada vez más rápido.
-Sasha, si podemos hablar-dijo cogiéndome de la mano-sólo que hay que hacerlo con tacto…
-Y una mierda con tacto-dije parándome y mirándole-no se puede hablar nunca, es como si os quisierais olvidar de él.
-Mira estoy harto de que cada vez que sacas el tema acabemos discutiendo-dijo alzando la voz.
-Y YO ESTOY HARTA DE NO PODER HABLARLO-solté un bufido y me fui a casa dejándole ahí plantado.