-Me has estado engañando todo este tiempo.
-Para nada, es solo que no sabias toda la historia- estaba inquieto.
-Ahora mismo ya no me importa nada de esa historia.
-Era lo mejor para ti.
-¿Para mi? ¿O para ti?- me levanté de ese sofá de cuero negro en el que había clavado las uñas anteriormente por aquella pequeña historia.
-Para ti bueno, para los dos- intentó detenerme pero yo fui a paso rápido hacia el largo pasillo.
Recorrí el pasillo hasta dar con una puerta a la derecha. Entré y miré debajo de la cama y alargando la mano cogí una maleta. Ya tenía cosas dentro porque ya tenía pensado irme algún día pero, no tan pronto. Abrí cada cajón cogiendo cada prenda de ropa que tenía y cada recuerdo con rabia o decepción ahora mismo no sabía que sentir. Eché una ojeada a esa habitación ya que sería la última vez que entrara en ella o eso tenía previsto. Cogí la maleta con una mano y con los otros algunos álbumes de fotos que desgraciadamente no cabían en la maleta, ya sé que pensareis que no se puede meter toda una vida en una maleta pero eso no ha sido una vida, ha sido una mentira. Fui hacía la puerta y ahí estaba él apoyado en el marco.
-Venga __ , tampoco es para hacer tanto drama e irte.
-¿Perdón? Yo si creo que sea para hacer drama, me llevaste contigo sin decir nada a nadie- silencio- ¿qué pasa con ella? Que tú la odies no significa que me tengas que arrancar de sus brazos.
-No te lleve conmigo sin decir nada, solo te tomé prestada- dijo con toda la naturalidad del mundo.
-Ahora soy un muñeco ¿no? Claro que lo soy porque he dependido de ti toda mi vida estando engañada.
Me abrí paso dándole un pequeño empujón con la maleta y volví al salón donde había empezado todo.
-No creo que quieras irte, ¿A dónde iras?- preguntó siguiéndome.
-A algún sitio no te preocupes estaré bien- dije vacilando mientras buscaba mis llaves en el cuenco de madera del salón.
-No creo que puedas irte sin tus llaves- saco unas llaves con un letrero que ponía ''I love Milán´´ como llavero, eran las mías- porque sé que volverás.
-No me harán falta y no estés tan seguro.
Me olvidé de las llaves y fui hacía la puerta principal y dándome la puerta para despedirme de la casa abrí la puerta.
-Volverás.
-Sabes que no, papá. Lo sabes- y sin dejar de mirarle a los ojos por última vez .
Y eso es lo que pasó, la razón por la que estoy aquí. Estoy en la entrada de un avión que me llevaría a California con gente que no conozco de nada. Es raro como la vida puede cambiar en una semana, ha sido todo muy rápido. Voy a California para ver a mi madre y quedarme con ella, hace muchos años que no la veo y probablemente no se espera que la visite por lo que será una sorpresa que acabará en lágrimas por su parte y puede que por la mía también. Voy pensando en que haría en California y no soy consciente de que voy dando a los pasajeros que ya están sentados con el bolso. Al fin encontré mi sitio y le di las gracias a Dios porque había estado bastantes minutos de pie.
-Pasajeros, vayan tomando sus asientos vamos a despegar- dijo la típica voz de todos los aviones. Saqué uno de los álbumes de fotos de una bolsa que había comprado en el aeropuerto dado que pesaban bastante, lo abrí por la primera página y solo había fotos de un hombre con un bebé en brazos supongo que ese bebé sería yo. Pasaba páginas y no encontraba ninguna foto en la que estuviera mi madre o alguna mujer, había marcas de tijeras por lo que deducía que él había recortado todas las fotos en las que salía mi madre. Hombre listo. Y ahora os preguntaréis que como sé quién es mi madre y que como sé que no está en esas fotos, fácil la recuerdo perfectamente. De lo que siempre tendré dudas es de cómo nunca he preguntado por ella, una vez pregunté pero él me dijo que estaba de viaje. Hace como unos 12 años tal vez, ahora tengo 21 pues.
Seguía viendo fotos y no la encontraba puede que me estuviera precipitando bastante y tuviera que volver como me dijo mi padre pero, no quiero que tenga la razón y más haciendo lo que ha hecho. No podía más notaba que se me cerraban los ojos y me deje llevar por el ligero movimiento que hacía el avión haciendo que mis ojos se cerraran completamente.
-Eh, despierta ya se ha parado el avión. Perdone- abrí los ojos encontrándome con un chico dándome suavemente en el brazo y diciéndome que despertara. Cuando me levante del fastidioso sillón mi mente solo gritaba una cosa: Allá vamos California.
Siento que haya sido tan corto pero, solo es el principio de algo ;)