En una cama de hospital.

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Sergio se había dormido. Estaba internado en un hospital, en una sala de niños. Su madre había salido por un momento, dejándolo solo, pero cuando despertó ya no estaba solo. 

Lo primero que miró fue la silla donde se sentaba su madre a cuidarlo, y se acordó que ella había salido. Al voltear hacia el otro lado su mirada dio con la de una niña que estaba acostada. 

- Hola - lo saludó la niña.

- Hola. 

- ¿Hace mucho que estás internado? - preguntó la niña mientras se acomodaba hasta quedar sentada. 

- Hace un día - le contestó Sergio, y tosió un par de veces. 

- Yo estoy aquí desde hace un rato. Cuando me trajeron estabas durmiendo.

- Sí, me da sueño, es que ya estoy medio aburrido, pero mamá dice que en dos días… 

- ¡Hay algo bajo tu cama! - gritó la niña repentinamente al tiempo que apuntaba con el brazo -. Hay una cosa fea que se está escondiendo ahí. ¡Y ahora me está haciendo señas para que me calle!

A Sergio lo sobresaltó el grito repentino, mas inmediatamente creyó que la niña le estaba mintiendo. 

- No hay nada, no mientas - dijo Sergio intentando sonreír. 

- Hay sí. Me está haciendo todo tipo de caras, ¡Hay, que horrible! - afirmó la niña, y se cubrió la cara como si sintiera mucho terror.

- ¡Mentirosa! 

- ¡Si no me crees mira bajo tu cama!

Sergio dudó un poco, se acercó al borde de la cama y, cuando iba a mirar hacia abajo, una mano arrugada de dedos cortos y gruesos salió proyectada desde allí y lo tomó de la cara por un instante, luego desapareció bajo la cama con la misma velocidad. 

Sergio gritó como nunca antes lo hizo. En ese momento su madre abrió la puerta de golpe y se precipitó hacia él.

- ¿Qué pasó? ¿Qué fue? - le preguntó.

- ¡Hay un monstruo bajo mi cama! ¡Me agarró la cara…!

- ¡Hay mi vida!, estabas soñado. 

- ¡No! fue ahora cuando estaba despierto - Su madre miró bajo de la cama y sonrió. 

- No hay nada, fue una pesadilla. 

- ¡Te digo que no! ¡Estaba despierto! Ella lo vio primero - afirmó Sergio entre sollozos y señaló hacia donde estaba la niña, pero la cama estaba vacía.

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