Capítulo #4. Nos volvemos a ver.

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Aria

Marta: - Dios mío... ¿pero en que nos metimos Aria? – ella termina de vestirse tratando de no hacer ruido, mientras yo fumaba un cigarrillo en el balcón de la habitación.

– odio cuando me pone hacer trabajitos "él jefe" con gente tan repugnante, soez, precoz. Al menos, pago una buena cantidad de dinero por lo que hicimos...- dice ella con una sonrisa en la cara mientras se mira al espejo.

Aria: - Espero y nunca cuentes sobre este encuentro sexual, es lo peor que he podido hacer. – Digo con cara de asco, mientras tiro la mitad del cigarrillo al suelo. - ¿por qué él no podía ser alguien más... presentable y pulcro? – ella agarra sus cosas y abre la puerta; la sigo y cuando vamos bajando las escaleras hacia el bar me responde.

Marta: - Mira cariño, yo no puedo hacer nada ahí, tú en las noches trabajas para mí y en el día para él, pero como él es un fastidioso y se debe hacer lo que dice, no me meto. –

llegamos al bar y sirve dos tragos mientras me mira - lindura, está es la vida que quisiste llevar, si tú hubieras seguido con Noah todo sería diferente. –

Eso es mentiras, él me hubiera vuelto débil, él me hizo mucho daño, él hizo que yo entrará a este mundo de mierda, yo lo amaba y daba todo por él y no le importó. Marta termia su trago y peina un poco su cabello.

Marta: – llego tu jefecito, si me disculpas... debo ir atenderlo. – coge y se arregla sus senos para que se vean más grandes, después de eso se va y quedo sola sin nada que hacer.

Resignada y con la decisión de irme para mi casa, junto con mi pago; cojo mi celular y voy directo al despacho de Marta; al abrir la puerta vi todo oscuro, sólo se veía el escritorio iluminado por la lampara, que estaba al lado de su ordenador.

Había muchos papeles, pero lo que llamó mi atención fuero los del orfanato dónde trabaja la esposa del jefe, como mujer curiosa comencé a leer.

"salida de cinco menores, que serán exportadas a Chile a una familia, que tiene una buena estabilidad económica para la manutención de estás"

Salida de/las menores: 27/08/2017

Día de exportación: 28/08/2017"

Aquel papel tenía la firma de Mia Smith, ósea la esposa del jefe; al lado de esta había un sobre el cual abrí, había cinco pasaportes falsos de cinco niñas entre 13 a 16 años, ¿Cómo sabía que eran falsos?, Por la sencilla razón de que ya había manejado aquellos papeles hechos por Nicolás Brumel, era uno de los mejores haciendo todo tipo de papeles falsos para salir de un país sin ningún inconveniente.

Sabía lo que pasaba y también el proyecto de Chile, no podía dejar que aquellas chicas se las llevarán, tenía que hablar con él jefe.

Marta: - ¿Qué haces mirando papeles que no te importan muchachita? – entra ella malhumorada – sabes perfectamente que no debes tocar nada que no sea tuyo, ¿debo quemar tus manos para que entiendas o que carajos? – coge mi brazo con mucha brusquedad, sabía perfectamente de lo que era capaz, pero ya no era una niña.

- se de lo que eres capaz, no te tengo miedo. me suelto de su agarre - ¿Cómo puedes hacerle eso a esas pobres niñas Marta?, merecen una familia, que las amen y cuiden – mi voz suena melancólica, la verdad, no quisiera eso para nadie.

Marta: - vuelvo y te repito, no es de tú incumbencia, así que toma tu pago y retírate – estira su mano, en él está un sobre con mi pago de la semana.

– No dejaré que te salgas con la tuya, son unas niñas y sé que Mia no está enterada – cojo mi cheque y me voy de su despacho.

Al llegar a la calle, miro mi celular "2:40 A.M" duraste más con Marta que con ese viejo verde. Esa vocecita ya me tiene harta

- ¡Aria! –

Voltee a ver quién me llama; era Katherine, tenía un lindo jeans de tiro alto de color negro que se pegaba a su figura, manejaba caderas despampanantes; su top era azul oscuro con unas tiras que se cruzaban desde sus pechos hacia su espalda, usa converse azul oscuro, la verdad era un día agitado; ella supo escoger, no como yo que moría de dolor en los pies.

Aria: - Hola Kathe... ¿dime que pasa? – nos acercamos y ella besa mi mejilla izquierda

Kathe: – La verdad iba a salir con Macarena, pero se fue con su novio Mark así que... ¿quieres ir conmigo a una fiesta? – "¿ósea que somos su segunda opción? ¡oigan a esta malparida! Tengo planes, tetona falsa, labios de bocachico" mi subconsciente dice muchas cosas, estoy dispuesta a decir lo mismo cuando...

Aria: - ¡Claro amiga! Lo que sea para que salgamos las dos - ¿pero qué mierda acabo de decir, que hipócrita soy. Algún día le diré lo que pienso de ella, pero hoy no estoy de humor para pelear o ganarme una enemiga.

Fuimos en mi auto hasta las afueras de Glasgow, dónde a unas cuadras antes de llegar se podía escuchar todo ese ruido; aquella discoteca era inmensa, se podía ver desde afuera el Dj a todo dar, había parlantes por fuera de la discoteca.

Salimos del carro y nos disponemos a caminar; llego al final de una tremenda fila, y me arrepiento de haber venido. "sí le hubieras dicho todo lo que yo te dije, no estarías pasando por esta" y esta vuelve de metiche.

Katherine: - ¿Qué haces tontica?, yo conozco al guardia, nos dejará pasar – la chica que está delante de mí, al igual los que están detrás de mí nos miran feo, hago caso omiso a sus miradas y camino al lado de kathe. Llegamos al principio de la cola dónde el guardia mira a Katherine y nos deja pasar.

No me sorprendo en ver aquella discoteca, estaba acostumbra a ir, hasta más lujosas que esta; caminamos hasta la barra y pedimos dos tragos, los cuales no lo tomamos de un tirón; nos pasamos así por unos diez minutos, ya iban de a siete u ocho tragos por cada una, no me sentía mal, pero si sentía la adrenalina

Kathe: – iré al baño, ya vuelvo – asiento.

Cuando ella coge rumbo al baño, yo me encamino a la pista a bailar esa buena canción era de Charlie Puth "attention". No dejaba de bailar sola, sabía que todos me miraban, mis movimientos siempre fueron irresistibles, me sentía como la única en ese momento, amaba aquellos trances, sólo los tenía con una persona y se fue hace cuatro años, hasta que sentí una fragancia muy particular, ya la había olido, sentí unas manos en mi cintura, nos movíamos al compás de la canción, si nos supiéramos los pasos de cada uno hasta que escuche en mi oído un...

"Hola mi reina"

Abrí de inmediato los ojos y di la vuelta tan rápido para mirar quién era, que quedé mirando sus labios, subí mi mirada y me encontré con aquella mirada que me atrapaba y me llevaba a otro lugar, era él, era Noah...

Noah: - nos volvemos a ver reina. -

Holaaaaaaaaa <3 <3 <3 "corazoncitos verdes"

Se que prometí un capítulo largo, pero es mejor que nada; espero y les guste.

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Amor de prostitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora