Capítulo #10 Más muerta que viva.

31 0 0
                                    

Aria

No sé porque Noah dijo otro nombre, ¿será que escuchó cuando tenía sexo en la piscina? Si es así... QUE PENA, COMO PUDO OÍR ESO, pero bueno, lo que hice ya está hecho. Me siento un poco tranquila al saber que me esperará a fuera y después de que él señor Caputo se duerma me iré.

Tengo mi cabeza hecha un lío, por un lado, hace unas horas firme un acta de matrimonio, no sé que me espera a partir de ahora, el padrino debe sacarme de esta cuanto antes; por otro lado también estuve a punto de tener un fajazo con Noah... ¡ay no! Todo me da vuelta.

Después de encontrar el cuarto del señor Caputo me desvisto nuevamente y me acuesto delicadamente en la cama; escucho unos pasos y la voz grave de mi esposo Que feo suena eso cariño, no lo vuelvas a decir. La voz de mi cabeza me reprende.

Caputo entra al cuarto, yo le sonrío, pero este me ignora y entra a otro cuarto que al parecer es el vestidor, escucho como busca con desesperación algo, pero no sé que es. -cielo que pas...- no terminé la palabra cuando sale con un arma muy pequeña en su mano izquierda, y en su mano derecha trae una manopla.

Caputo:- te preguntaré por segunda vez, ¿Qué fue la mierda que dijiste en la piscina?- dijo acercándose a mí a paso ligero.

Sus ojos muestran demasiado enojo, pero parece sentir deseo de hacer algo loco como dispararme o golpearme; me arrodillo encima de la cama, dándome tiempo a pensar que mentira piadosa decirle y no me vuele los sesos, o me dé un golpe con eso en mi cara.

-Amor discúlpame, no sé porque dije eso- estaba algo nerviosa, pero no podía mostrar que me intimidaba, no tenía mi arma, no había traído nada el día de hoy para defenderme.

El empieza a reírse y pone el arma encima de la mesa de noche, se sienta en la cama y hace un gesto para que me acerque, seguido del gesto hago caso, no quiero morir todavía en manos de un vejete.

Coge mi cabello y vuelve hacer una cola, soba mi rostro, mis labios, mi cuello; sentía algo de miedo, desconfianza, pero seguí quieta, haciendo creer que amaba el contacto que hacía con mi cuerpo; acto seguido besa mis labios con delicadeza, como si tuviera miedo de lastimarme, pero empieza a besarme con desesperación. Coge y quita la toalla mostrando su erección, conduce una de mis manos a su miembro.

Yo cojo y empiezo a estimularlo, no habían pasado treinta segundos y sentía como su esperma caliente caía en mi muñeca, iba a parar para así ponerle un preservativo y montarme encima de él, pero no dejó. Me hizo arrodillar en el suelo y que metiera su miembro en mi boca, tenía asco, pero no hice ningún reproche, hacía presión con sus manos encima de mi cabeza para seguir haciendo mi oral, gemía, enserio el gemía; transcurrieron unos dos minutos o un poco más, cuando saboree su semen.

Me dieron demasiadas ganas de vomitar, pero demasiadas ganas de vomitar, no aguanté y corrí al baño más cercano a vomitar. Lo sentí demasiado viscoso y el olor de este fueron los que provocaron las ganas de vomitar, "adiós ensalada" dijo mi mente al ver los rastros de lechuga, zanahoria, remolacha en el interior del retrete.

Me levanté, vacié y metí mi cuerpo en la ducha, me sentía sucia, sentía todavía sus manos en mi cuerpo; quería gritar, golpear, sacar la rabia, el desespero que guardaba mi cuerpo. Solo había mojado mi cuerpo, cuando siento un golpe fuerte en mi cabeza que me hace caer, acto seguido otro golpe en mi espalda; voltee con la poca fuerza que me queda para ver mi agresor, pero fui demasiado lenta, otro golpe fue a mi rostro haciendo que perdiera la vista; "perra" escuché a lo lejos. Arrastraron mi cuerpo fuera de la ducha, sentía como me golpeaban varias veces, estaba adolorida, no era Capaz de ver quien era mi atacante.

Estaba cansada de impedir que me golpearan, dejé que siguieran. No me importó quien fuera y dije con la poca fuerza que me quedaba el nombre de "NOAH" una y otra vez, pero parece que esto hizo enfurecer a mi agresor; sentí su peso encima de mí, puso sus manos en mi cuello, empezó ahorcarme, pero seguía sin perder el conocimiento, luché por mi vida; mi agresor no se daba por vencido, así que empieza a golpear mi cabeza contra el suelo, todo se vuelve oscuro...

X:-Tiene fractura en el cuello, sus signos vitales son estables- se escucha la voz de una mujer.

X:-Doctora, necesitamos 3cm. De anestesia, pierde demasiada sangre, puede que despierte y el dolor empiece a intensificarse- la voz de otra chica, era algo dulce su voz.

Doctora:-Se va de quirófano, necesito una radiografía de su cabeza, pierde de esta demasiada sangre, debe tener fractura.-

X: ¿crees que aguante doctora? esta más viva que muerta...- se nota preocupación en su voz.

Doctora: -Soy yo quien la va a tratar, no va a morir, ¡RÁPIDO, VAMOS DE CIRUGÍA!- donde estaba acostada empieza a moverse demasiado.

Siento un fuerte dolor en todo mi cuerpo, arde mi cuello y cabeza, empiezo a gritar.

-ARDE, ARDE DEMASIADO-No puedo abrir mis ojos.

-AYUDA, PORQUE NO PUEDO ABRIR MIS OJOS- Ya estoy intranquila, empiezo a moverme como gusano.

Siento varios brazos en mi cuerpo, quiero levantarme, pero no me dejan, parece que van aplicar un tranquilizante o la anestesia requerida hace unos segundos, porque empiezo nuevamente a perder la conciencia...

Un nuevo capítulo, espero y les guste, estoy demasiado inspirada en esta cuarentena. ¡Besos! 

Vota y comenta, es muy importante para mi que esto que hago, es gratificante para muchos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 26, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amor de prostitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora