CutieCutie Killer. (YoonMin)

08

JiMin amaba cuando YoonGi tocaba el piano.

Amaba ver los dedos de su hyung presionando las teclas y creando sonidos tan hermosos, le parecía impresionante.
Siempre que escuchaba a su cutie hyung tocar el piano, se quedaba embelesado.

––¿Podría tocar otra cutie canción? ¿Por favor? –– rogó el pequeño.

––Tenemos que limpiar todo esto, JiMin. –– respondió el mayor señalando todos los cadáveres que rodeaban al piano y al niño.

––Pero... Eso puede esperar... No se van a mover de aquí. –– murmuró jugando con sus manitas y sacándole una risa a Min.

––Tienes razón en eso, pequeño, pero la policía sí se mueve, así que levantate y ayudame. –– ordenó al tiempo que se ponía de pie y se paraba delante del pequeño.

––Pero... –– se quejó haciendo pucheros.

––Pero nada, ven. –– lo tomó por los brazos y lo levantó como si fuera una pluma.

A pesar de los reclamos de JiMin, terminaron de limpiar y desechar todos los cuerpos en el basurero y se llevaron con ellos los guantes de látex que habían usado para no dejar huella.

––Ya que estamos aquí, ¿Me ayudas a buscar joyas? –– preguntó Min.

––Sí. –– respondió con una sonrisa el menor mientras comenzaba a dar saltitos por la mansión buscando lo que su hyung le había pedido.

Encontró las suficientes para llenar un cutie cofre rosa y regresó a la sala del piano.
Su hyung aún estaba allí sentado, contemplando el piano con los recuerdos reflejados en sus ojos.

JiMin sonrió y entró al lugar.

––¡Ya volví cutie hyung! Encontré muchas cutie joyas. –– exclamó emocionado mostrándole el cofre rosa con ilusión.

––Genial, ya es hora de irnos. –– sentenció levantándose del banquito que tenía el piano.

––¿No puedes tocar otra canción? ¿Por favor? –– pidió haciendo pucheros. ––Quiero grabarte. –– Min fruncio el seño.

––Ya me tienes todos los días niño, ¿Para qué me quieres grabar? –– preguntó mientras caminaba hacia la salida de la sala.

––Porque cuando sales a hacer negocios me siento cutie solo... –– murmuró mirando sus píes.

––Para eso ya tienes un consolador, JiMinnie. –– respondió con una sonrisa traviesa, haciendo que el menor se sonrojara.

––¡Hyung! –– gritó cubriéndose la cara con sus manos.

––Anda, ya vámonos Park. –– dijo riendo el mayor tomando al pelirosado por la muñeca y arrastrándolo hacia la ventana por la que habían entrado.

––Es malo cutie hyung. –– se quejó mientras caminaba a regañadientes tras al pelinegro.

––Siempre haz sabido que lo soy. –– respondió YoonGi mientras saltaba por la ventana.

JiMin soltó una risita.
Subió al marco de la ventana y se sentó para que después YoonGi lo tomara por la cintura y lo ayudara a bajar.

...

––¿Crees que sea aquí, conejito? –– preguntó TaeHyung mientras contemplaban aquella fabrica abandonada.

––No lo sé. –– respondió el menor encogiéndose de hombros. –– No se me ocurre otro lugar en el cual podrían estar escondidos.