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––Lo siento. –– se disculpó SeokJin en cuanto vio a YoonGi sentado en uno de los sofás de NamJoon. ––Es sólo un niño, un estúpido mocoso que está en ésta mierda por su estúpido hermano mayor, ni si quiera tiene malos pensamientos...

––Lo sé... Perdí mis estribos ahí dentro... Pero en verdad me preocupa que hable, ¿Qué haremos? –– respondió el pelinegro con JiMin recargado en su hombro.

––No lo liberamos hasta que todo esto termine. –– respondió JungKook como si fuera lo más obvio del mundo.

––Como tú no tendrás que alimentarlo. –– refunfuñó NamJoon, sacándole una risa a la pareja más joven del grupo.

––En realidad, HoSeok es el que le cocinara. –– respondió TaeHyung alzando las señas en un gesto burlón.

––Cierto. –– concordó Jung con una sonrisa.

––Pero yo pondré el dinero.

––No te vayas a quedar pobre. –– la sala se llenó de risas.

––Bien, odio interrumpir las bromas, pero, ya sabemos qué van a hacer, ¿Qué sigue? –– preguntó SeokJin.

––Les tenemos ventaja, ellos aún no saben dónde estamos, nosotros sí. –– respondió YoonGi.

––¿Cómo estás seguro de que no saben dónde estamos? –– cuestionó HoSeok.

––Porque ya nos habrían atacado si lo supieran, quieren acabar con nosotros lo antes posible, saben que vamos tras de ellos, aunque hemos tenido cuidado, es obvio que queremos matarlos.

––Así que... ¿Deberíamos atacarlos a lo grande? ¿O lo haremos de una manera silenciosa? –– preguntó NamJoon.

––Silenciosa en lo mejor, no queremos causar un tiroteo y llamar la atención de la policía, todos aquí somos fugitivos, no queremos darles una oportunidad de atraparnos. –– los demás asintieron.

––Así que... ¿Entrar todos juntos, encerrarlos en un cuarto y mientras cuidamos la puerta JiMin y YoonGi se encargan de ellos o...? –– JungKook dejó la pregunta incompleta, esperando que alguien la completara con una nueva idea.

––No, son demasiados, derribarían la puerta, sin dudas... Necesitamos sacarlos de ahí sin que nadie se de cuenta.

––Preguntémosle al mocoso que tan a menudo salen y en qué cuarto de la fábrica están, probablemente estarán en el centro, en un lugar que les permita moverse rápido a todos lados... –– contribuyó JungKook.

––Así que tenemos que meternos de lleno a la boca del lobo, ¿Uh? –– los chicos asintieron ante las palabras de Jin.

––Mi gente está dispuesta a ayudar, podemos llevarlos en caso de que las cosas se pongan feas y necesitemos ayuda.

––Sí, tendremos que transportar a los Kang, no podemos matarlos ahí, nos encontrarían y terminaríamos muertos. –– dijo YoonGi con una mano en la barbilla.

––Podríamos llevarlos al bosque, cutie hyung, ¿Recuerdas ese prado tan bonito que encontramos el otro día? Ahí es tranquilo, y está alejado de todo. –– susurró JiMin jugando con sus manos.

––Tienes razón, y no queda lejos... Bien hecho JiMinnie. –– respondió YoonGi acariciándole el cabello mientras una sonrisa y un adorable rubor se hacían presentes en el rostro del pequeño.

Los demás no pudieron evitar sonreír también, Park parecía un pequeño gato, sintiendo felicidad por los cariños que el pelinegro le hacía en la cabeza.

––Así que el plan es sacarlos de ahí y luego llevarlos a ese dichoso prado, ¿Cierto? –– cuestionó Tae.

––Cierto, pero necesitamos separarnos, y separarlos a ellos, estando juntos harían demasiado ruido, nos descubrirían en seguida.

––También tenemos que preguntarle al chico si se separan, si sí, en que momentos del día o noche es más probable encontrarlos solos y dónde.

––Le haremos otro interrogatorio más tarde, o mañana... Podemos usar el calmante nuevo que te llegó, cariño, aún tienes, ¿Cierto? –– preguntó NamJoon dirigiéndose al mayor del grupo. ––Inconscientes será más fácil sacarlos.

––Sí, los dormirá en segundos, y son dardos, así que será más fácil. –– los demás asintieron con satisfacción.    ––Todos tienen silenciadores y cuchillos de caza, ¿Cierto? –– volvieron a asentir.

––¿Puedo llevar mi katana? –– los ojos de TaeHyung brillaron ante la mención de su arma favorita.

––No lo sé TaeHyung, te descontrolas fácilmente cuando la tienes en las manos.

––Pff... No es mi culpa, no puedes negarme que los cortes tan limpios que esa belleza causa son malditamente satisfactorios de ver.

––No lo niego, pero, cárajo, siempre causas un desastre, y no queremos que uno de sus tontos seguidores vea un río de sangre saliéndose por debajo de una de las puertas.

––Buen punto. –– admitió Tae ladeando un poco la cabeza.

––Así que la base del plan ya está, sólo tenemos que interrogarlo de nuevo, ¿Mañana o más tarde?

––Mañana, demosle un respiro. –– todos asintieron.

...

YoonGi y JiMin regresaron a su hogar al cabo de unas horas, cansados y somnolientos.

––Deberíamos estar trabajando, cutie hyung. –– susurró el menor cuando estaban acostados en el sofá, refiriéndose a un asesinato pendiente que tenían que cometer.

––Deberíamos, JiMinnie, esa es la palabra mágica. –– Park sonrió con los ojos cerrados. ––Pero ambos estamos prácticamente dormidos, no le hacemos ningún favor a nadie saliendo a trabajar así, probablemente nos equivocaríamos en algo y todo se iría a la mierda.

JiMin no habló como respuesta, simplemente se dio la vuelta y abrazó al pelinegro, acurrucándose en su pecho, y con el sonido de los latidos de su corazón se quedó dormido.
Min se permitió mirar al menor por un momento, prestando atención a sus facciones.
No pudo evitar mover el cabello del chico para ver la cicatriz que tenía en su oreja, ahí donde la bala del mayor lo había rozado. Esa bala no sólo había marcado el cuerpo de JiMin, si no también su vida.
Park pensaba que YoonGi lo había salvado, y el pelinegro no podía evitar preguntarse si era verdad.
Tal vez era cierto, tal vez JiMin hubiese terminado muerto, o secuestrado, o forzado a trabajar prostituyéndose. Sin duda la vida que tenían era mejor, tenían dinero, comida, hogar, una relación, amigos, pero, ¿A qué precio? Vivían como fugitivos, y siempre lo serían.
YoonGi había entrenado al pequeño para matar, para ser un ser humano sin sentimientos capaz de apretar el gatillo aunque la victima lo viese a los ojos, rogando por su vida, y lo había conseguido, Park era un asesino excelente y despiadado, pero, tal vez en lugar de asesino pudo haber sido doctor, tal vez hubiese encontrado la cura del cáncer, o tal vez hubiese sido un ingenioso inventor, o químico.
¿Qué hubiese sido de JiMin si YoonGi no lo hubiese llevado a su casa esa noche?

Min soltó un suspiro y cerró los ojos con fuerza, diciéndose que necesitaba descansar.
Así pues, cerró los ojos y espero a que Morfeo lo rodeara con sus brazos mientras sentía el peso de la cabeza de JiMin sobre su pecho.
Era una sensación reconfortante sin dudas.

––Te quiero. –– susurró tan bajo que no se escuchó ni él mismo, fue un juramento al aire, una confesión que nadie escuchó.

Pero sin duda, eran palabras que tenían dueño.

CutieCutie Killer. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora