16 ½

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Min YoonGi despertó antes que JiMin el domingo.
Ese día iría con TaeHyung y JungKook a ver el lugar en el que los Kang se encontraban.

"Mañana pasaremos por ti a las 6 a.m, será mejor que estés listo, vamos a enseñarte dónde se ocultan."

Era lo que el mensaje de Jeon decía.

YoonGi quería acabar con todo rápidamente, quería cerrar aquella herida del pasado que JiMin poseía y eliminar de una vez por todas el recuerdo del asesinato que tantos problemas le había traído.
Los hermanos Kang no eran más que una retorcida representación de los oscuros pasados de Suga y El Asesino Rosa.

La policía de Seoul estaría más que encantada si tuviesen a Park entre las rejas, porque no sólo era de los asesinos más buscados, si no que estaban especialmente interesados en el comportamiento de El Asesino Rosa.
¿Qué tipo de psicópata se llevaba un gato de peluche en lugar de dinero después de haber matado a una chica en una juguetería? Park JiMin despertaba la curiosidad de todo aquel que conocía su comportamiento infantil.
Además, si atrapaban a El Asesino Rosa, no sólo tendrían a un psicópata entre las rejas, también tendrían al mejor testigo e informante, ¿Quién mejor que aquel chico de cabello rosado para contarles acerca del retorcido trabajo de Suga?

YoonGi lo sabía, sabía que si algún día llegasen a atrapar a JiMin, él estaría perdido, no porque el menor fuese a traicionarlo, no, Min sabía que su pequeño torbellino nunca le haría algo así, pero era cierto que el pelinegro ya estaba demasiado apegado al niño, era su investigación, su babyboy, y no estaba seguro de poder controlarse en caso de que apartaran al menor de su lado.
Probablemente volaría la cárcel en pedazos.
Por eso mismo, tomó su celular, salió de la cama y se dirigió a la sala, dejando a JiMin aún envuelto en las cobijas rosas que tanto le gustaban.
Marcó el número de Kim NamJoon mientras se acercaba al balcón de la sala de estar entrecerrando los ojos debido a que aún se se sentía cansado.

––¿Qué quieres Min? Son las 5:30 de la madrugada maldita sea. –– escuchó la voz adormilada del hombre mientras contemplaba el río que se encontraba frente a él.

––Hola, quiero pedirte un favor. –– dijo metiendo la mano que tenia libre en el bolsillo de su pantalón de piyama.

––Vaya, vas directo al grano. –– dijo el de cabello lila riendo sin ganas mientras YoonGi salía al balcón, cerrando la puerta de cristal tras de si.––¿Qué necesitas?

––¿Podrías mandar a dos o tres guardias para que cuiden de JiMin? Necesito salir y TaeHyung vendrá conmigo, así que no puedo dejárselo, de preferencia manda al chico que hace galletas, a JiMin le gustan mucho. –– dijo mordiéndose el labio.

––Vaya, ese niño de verdad te ha suavizado, ¿Uh? –– preguntó burlón NamJoon.

––Tsk. –– chasqueo con fastidio su lengua mientras rodaba los ojos.

––Yah, no me mates, lo mandaré, también a MinJi, se divierten mucho juntos.

––Okay, me voy en unos 30 minutos.

––Ahí estarán.

––Gracias, hablamos luego.

––De nada, bye.

YoonGi se frotó los ojos con su pulgar mientras entraba de nuevo a la sala de estar, cerrando la puerta de cristal con pereza, caminó hacia la habitación de nuevo para buscar ropa y cambiarse.
El cielo aún estaba oscuro, por lo que sus ganas de mandar todo a la mierda y volver a la cama para dormir eran más grandes de las que podía soportar, pero con el recuerdo de los Kang en su mente reunió la suficiente fuerza de voluntad para cambiarse y alistarse apropiadamente.

Tomó un lapicero y una hoja del escritorio que se encontraba en la habitación y se apoyó en el mismo para escribir.

"Mocoso, tengo que salir con TaeHyung y JungKook, dos guardias de NamJoom han venido a cuidarte y te darán galletas.
Regresaré más tarde, tal vez hasta la noche, se bueno y no les des problemas a los guardias, ¿Okay?"

Se mordió el labio, dubitativo antes de agregar las últimas palabras.

"Te extrañaré."

Dejó la pluma a un lado por unos segundos, contemplando la nota para después negar con la cabeza y tachar aquella última frase de manera que fuese ilegible.
Su celular vibró sobre la mesilla de noche, haciendo que se sobresaltara, era un mensaje de JungKook.

"Ya estamos afuera, apresurate."

Min se guardó el celular en el bolsillo trasero y se acercó al pequeño bulto que se encontraba durmiendo pacíficamente en la cama.
Acarició sus cabellos rosados, apartándolos de su rostro para después acariciar levemente su mejilla y acto seguido salió de la habitación, dirigiéndose a la puerta de su casa.
Salió y estuvo a punto de cerrar la puerta con llave tras de él, de no ser porque vio a un hombre y una mujer bajando de dos motocicletas, la chica se acercó a él después de quitarse el casco para estrechar su mano.

––Vinimos de parte de NamJoon. –– dijo con una cara totalmente seria.

––Okay, ¿MinJi? –– la chica asintió y le mostró una identificación, él asintió y volvió a abrir la puerta para dejarlos entrar. ––Le prometí que le harían galletas, haganlo. –– el chico asintió.

Después de que ambos estuviesen dentro de la casa, YoonGi cerró de nuevo la puerta con llave y caminó hasta la parte trasera de su hogar.
Se encontró con TaeHyung y JungKook examinando su motocicleta con curiosidad.

––¿No les han dicho que husmear es de mala educación, mocosos? –– preguntó burlón a medida que se acercaba a la pareja.

––Sólo la estábamos viendo gruñón... No sabía que te habías comprado una, ¿Cuándo? –– preguntó TaHyung mientras se giraba para verlo.

––Hace poco, dos semanas como mucho. –– respondió cuando llegó junto a ellos.

––Es buena. –– mencionó el menor de los tres contemplando con admiración la motocicleta.

––Sí... ¿Está muy lejos?

––Más o menos, a unos 20 minutos de aquí. –– YoonGi asintió.

––Volveremos por la noche, hay cosas que queremos mostrarte. –– dijo JungKook mientras subía de nuevo a la motocicleta de Kim.

No dijeron nada más y encendieron los vehículos.
TaeHyung condujo por delante todo el tiempo, siendo seguido por YoonGi que luchaba por mantener sus párpados abiertos.
El tacto del metal de su pistola en su cadera lo ayudaba a mantenerse despierto, sentía el frío entumeciéndole las manos mientras conducía.
Los hermanos Kang tenían miles de seguidores en Seoul, fans retorcidos que se sentían atraídos a la muerte, pero que no eran lo suficientemente valientes como para arrebatarle la vida alguien, sin embargo, los Kang eran sumamente persuasivos, por lo que a Min no le extrañaría que lograsen reunir un pequeño ejército para protegerse de la policía y otros sicarios que deseaban matarlos por dinero, o por venganza.
No sería fácil llegar hasta ellos, no seria para nada fácil matarlos, pero eso no detenía a YoonGi.
Los mataría con sus propias manos, eso era seguro.

...

Cuando Min notó que sus compañeros disminuían la velocidad de la motocicleta para adentrarse al bosque no pudo evitar sentirse aliviado, ya no sentía nada en las manos.
Escondieron los vehículos entre los arbustos para después caminar entre los árboles.

––Ya casi llegamos. –– Susurró TaeHyung apartando una rama del camino sin recibir respuesta.

YoonGi siguió los menores durante 5 minutos antes de encontrar lo que buscaba.

––Al fin. –– susurró cuando fue capaz de divisar la fábrica abandonada.

<Le quitaste su niñez, su futuro, su vida, y ahora yo te quitaré la tuya.>

Pensó mientras avanzaba con paso decidido hacia la guarida de los Kang.

CutieCutie Killer. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora