Insomnio.
Estúpido y maldito insomnio.
El estúpido despertador tenía alrededor de dos minutos sonando y mi mente se mantenía aún fija en el techo. No había podido conciliar el sueño durante toda la noche ya que mi cerebro se había encargado de convertir toda imagen que creara en un estudio de cine porno con la estúpida Vega de protagonista. Y es que no pude sacarme de la cabeza lo que había contado y, aunque no le creía, había sido suficiente estímulo para que mi cerebro maquinara una y mil situaciones.
Dios, estoy tan quebrada.
Pero no puedo evitarlo. Me era imposible sacarla y así estuve toda la mañana. Llegué a Hollywood Arts y me quedé observándola como imbécil durante toda la clase; La detallé por completo, más de lo que había hecho nunca. Observé como su cabello se enrulaba un poco en las puntas, creando unas ondas que le daban un toque tan único en ella. Observé como su piel tostada contrastaba perfectamente con su sonrisa de comercial y como sus pómulos crecían cuando lo hacía, dándole un aspecto tan hermoso a su rostro que me parecía increíble que no me hubiera fijado antes en eso.
O quizás si lo había notado.
Pero esta vez mi atención fue más allá. Mis ojos se fijaron en partes de su cuerpo a las que nunca había prestado atención realmente. Pude ver como sus senos cubiertos por la suave tela de su blusa naranja se mantenían firmes, sin moverse un solo centímetro de su lugar, quizás por su sostén, quizás por la firmeza de sus músculos. Incluso miré mis manos y volví a mirar a sus pechos, intentando calcular si estos las llenaban completamente.
Miré sus caderas y sus piernas enfundadas en ese jean blanco ajustado. Mismo jean que realzaba su trasero.
Demonios, ¿Cómo no vi eso antes?
Su culo no era «excesivamente» grande, pero lo era. Era respingón y firme –empecé a imaginar que no había un solo centímetro cúbico de grasa en su cuerpo y todo era fibra– y lo ajustado de su pantalón lo alzaba, dando la sensación de que era aún más grande. Llegué al extremo de detallar como cada costura de la prenda se amoldaba perfectamente a la mínima curvatura de su anatomía; en sus caderas, en el hueco tras sus rodillas, como los dobladillos realzaban su entrepierna, pero, sobre todo, en el que iba en la parte trasera y que delineaba toda la curvatura de esa zona que ya me tenía aturdida, y se perdía entre sus muslos.
Suspiré pesadamente.
Me había vuelto loca, no había duda.
Mi día había sido una basura, no presté atención a clases. Incluso Sikowitz me reprendió por no saber seguir con una escena de improvisación ¡Es que ni sabía que estaban improvisando! Estaba frustrada, alterada y, como era normal, mi humor empezó a descender a niveles de emergencia global.
Pero lo que más me molestaba era ella.
Sí, ella.
Y no, no estoy loca.
El objeto de mi distracción me enfurecía, pero no porque me distrajera. Me enfurecía el hecho de que, después de haberme revelado tal información –lo que le producía, no la confesión de lo que hizo– parecía impasible, como si aquello se tratase de algo común, como a quien cuentas una travesura de la infancia... no sé, robarle cinco dólares a tu padre para comprarte el dulce que tanto querías.
¡No, maldita sea!
Hablábamos de algo totalmente íntimo, que avergonzaría a cualquier ser humano con un mínimo de pudor. Se me hacía totalmente chocante no poder entenderla, no poder comprender la situación. Sé que jamás conocemos a las personas en su totalidad, cada ser humano tiene sentimientos ocultos que no muestran al resto de sus allegados por temor al qué dirán, a ser juzgados. Incluso muchos se reprimen de sus deseos para no salir de su burbuja, de su zona de confort, pero, al final del día, siguen ahí, muy profundo, guardados, encajonados en millones de cajas fuertes, pero esos impuros deseos siguen dentro de nosotros. Pero nunca imaginé encontrar una fachada morbosa y pervertida de Tori Vega. Me parecía tan surrealista y a la vez tan curioso.
ESTÁS LEYENDO
Un poquito más
FanficJade se da cuenta que entre ella y Tori hay una terrible tensión sexual y decide lanzarse al vacío. Descubre una faceta bastante pervertida de la latina la cual la empuja a saciar toda su curiosidad sexual. Entre las dos se atreverán a llevar su vid...