El neko que cambio mi vida (Editando)

Capitulo 5: Un regalo inesperado

N/Itachi

Pasaron 12 años desde que viajé, ahora estoy más alto, tengo un buen cuerpo, las chicas y chicos se me insinúan constantemente, pero no les hago caso y solo me concentro en mis estudios.

Estoy estudiando en una de las  universidad más prestigiosas, me costó mucho socializar pero con el tiempo logre hacerme un par de amigos como por ejemplo Konan, una chica muy linda de cabello corto azulado y un pelirrojo de baja estatura llamado Sasori. Me encuentro con ellos, en mi habitación, terminando unos trabajos para la universidad. Ah por cierto, estoy estudiando medicina.

-La siguiente pregunta es -Sasori lee lo que teníamos que hacer- ¿Por qué se realiza el trasplante de cornea?

-Los apuntes que nos dieron no dicen mucho, sólo una pequeña definición  -respondí-pero normalmente el trasplante de córnea se recomienda para personas que tengan problemas de visión causados por el adelgazamiento de la córnea, generalmente debido a queratocono o cicatrización de esta a causa de infecciones o lesiones severas y también por la pérdida de la visión causada por opacidad de la córnea.

-Eres todo un genio Itachi-san -dice Konan mientras copiaba lo que mencione-

-No lo creó, solo presto atención en clases.

-Itachi ya me tengo ir, tengo que acompañar a mi abuela al súper –nos interrumpe el pelirrojo que se levanta de su asiento, tomando sus cosas-  si no lo terminan, me mandan un e-mail indicando lo que falta. Adiós.

Me quede con Konan a terminar el informé pero luego de una hora, ella se tuvo que retirar porqué sus padres la llamaron. Nos falta muy poco para terminarlo.

Luego de mandarle un mensaje a Sasori indicándole lo que faltaba,como había pedido, me duche y acosté en mi cama mirando la nada. Hace 3 meses que no sé nada de mi familia, la verdad los extraño mucho y mas a mi hermano menor, espero que estén  bien.

Ya me estaba por dormir pero tocan el timbré de mi departamento, si vivo en un departamento grande, me levanto con cansancio atender la puerta y al abrir me encuentro con un hombre con sombrero con unas cajas de pizza en mano.

Delivery: disculpe señor aquí le traigo su orden –pero si yo no había pedido nada.

-Aquí hay un error, yo no pedí nada.

-¿Ah no? bueno disculpe las molestias.

Dicho esto cerré la puerta y me fui directo a mi habitación para dormir ya que eran las 11pm y estaba cansado, a estas horas no pediría nada aunque aun no cene ni lo haré. Cuando me estaba a punto de dormir el timbre sonó devuelta, era el mismo hombre diciéndome que el numero de la habitación era esta tuve que volver a repetirle que yo no había pedido nada así que le cerré la puerta en la cara y me fui otra vez a mi cuarto ya me estaba cansado, pero otra vez llaman  a la puerta. Me levanto totalmente enojado, este tipo ya me estaba cansando, por su culpa me encuentro con un humor de los mil demonios. Voy abrir la puerta y me lleve una gran sorpresa, era mi tío Madara.

-Hola sobrino –me abraza y yo lo imito- sí que me tienes olvidado.

-Perdón tío, es que la facultad me tiene ocupado, pero ¿como has estado? ven pasa –me hago a un lado para que pueda pasar.

-Yo muy bien –estaba por entrar pero se detuvo- espera un rato –retrocede y mira a un costado- ven Nekito.

-¡No quiero! –se escucho una voz que provenía de las escaleras.

-suspira- Espera un momento sobrino.

Dicho esto salió un rato y escuchaba que mi tío hablaba con ese tal “Nekito”, al parecer este no quería entrar hasta que luego se quedo callado, solo se escuchaban pasos que se dirigían así mi “hogar”.

-Bueno sobrino, te presento a Nekito.

Me dice sonriendo, tenia agarrado de la mano a un rubio que tenia orejas y una cola larga y esponjadita de ¿gato? cosa que ignore, estaba con la mirada agacha pero al levantar su rostro y mirarme  pude observar los hermosos ojos que poseía el rubio.

-Ho…hola –me saluda algo sonrojado.

-Un gusto, soy Itachi –sonrió.

Note que aun seguíamos en la entrada a sí que los deje pasar a mi tío y al rubio herm…em solo rubio de nombre raro que se sentaron en unos sillones negros que tenía en la sala.

-Sobrino no tengo mucho tiempo, solo vine un rato a ver como estabas. Me tengo que volver hoy si o si, deje solo a tu hermano y mañana tengo una reunión muy importante, por cierto te traje un regalo.

-¿Un regalo?

-Si, ¿aun no tienes pareja? O me equivoco sobrino.

-No te equivocas.

-Bueno, para que no estés solo y tengas buena compañía -me guiña un ojo-  te traje un lindo Nekito.

-No me digas que… -dije mirando al acompañante de mi tío.

-Exacto, el ahora sera tu mascota –dicho esto el Nekito ese se me tiro encima abrazando me.

-¡¡¡Amo!!! –el rubio me sonríe lamiendo mi mejilla- haré lo que sea que usted me pida.

-¿Que?  No espera –trate de separarlo de mi pero no podía, me abrazaba con fuerza- tío, oye no puedes dejármelo.

-Claro que sí y lo haré –levantándose del sillón- bueno Itachi, me retiro se me hace tarde, adiós cuida bien a Nekito –dirigiéndose a la puerta de salida.

-Amo lo quiero mucho –pega mas su cuerpo al mio.

-No tío, espera enserio.

-Hasta otro día, espero regreses pronto y ojo con lo que hagan los dos.

Desapareció de la nada cerrando la puerta lo hubiera detenido si no fuera por esta cosa que me abrazaba, cuando logre que me haya soltado fui en su búsqueda pero ya no estaba solo pude ver que se alejaba en su auto. Suspire y me dirijo a mi habitación. Ahora tenía que cuidar a esa cosa pero si no dispongo de mucho tiempo ¿ahora que haré? al menos el Nekito es algo tierno y muy bonito espero se porte bien parece un  ángel.

Al llegar a mi hogar, la puerta seguía abierta, al entrar me encuentro con el rubio, sentado en el sillón, serio y con los brazos cruzados.

- ¡Idiota! acaso no lo pudiste detener –me grita, que paso con su ternurita y con el “amo”, yo no respondo- aaash si que eres un inútil hm.

-Espera un momento, Nekito, se supone que yo soy tu amo no deberías tratarme así.

-Óyeme bien idiota, todo lo que viste hace rato solo era una actuación, ni loco pienso a ser todo lo que tú me digas. No me digas Nekito, mi nombre es Deidara ¡me escuchaste! me llamo DEI-DA-RA –dijo gritándome.

Maldición, no se porque pero pienso que mi tío esto me lo hizo a propósito, en vez de traerme algo lindo y tierno me trajo una fiera, no creo poder soportarlo por mucho tiempo.

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