Invierno V

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Si, estaría a mi lado,
dandome sus sonrisas,
ella, la que hace falta a mis estrofas,
ésa que mi cerebro se imagina;
la que, si estoy en sueños
se acerca y me visita;
ella que, hermosa, tiene
una carne ideal, grandes pupilas
algo del mármol, blanca luz de estrella:
nerviosas, sensitiva,
muetra el cuello gentil y delicado
de las Hebes antiguas,
bellos gestos de diosa,
tersos brazos de ninfa,
lustrosa cabellera
en la nuca encrespada y recogida
y ojeras que denuncian
ansias profundas y pasiones vivas
¡Ah, por verla encarnada,
por gozar sus caricias,
por sentir en mis labios
los besos de su amor, diera la vida!
Entre tanto hace frío.
yo contemplo las llamas que se agitan,
cantando alegres con sus lenguas de oro,
móviles, caprichosas e intranquilas,
en la negra y cercana chimenea
el tuero brillador estalla en chispas.

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