Conquistando Tu Amor- Serie Amigos de la Realeza N°3

Capítulo 7 "Acto en conmemoración a mi equipo"

Los días que pasaron fueron de reflexión y reencuentro conmigo misma. No supe de Louis, aunque le envié un mensaje pidiéndole un tiempo para reflexionar sus palabras y que le daba las gracias por todo. Solo me dijo que cuando lo necesitara que lo buscara porque siempre estaría para mi. De ahí no tuve más comunicación con él y algo en mi desde ese entonces se siente nostálgico. Extraño ver a Louis, cosa que me parece increíble. Lo quiero volver a ver. Sin embargo, primero debo reconciliarme conmigo misma y dar descanso a la memoria de Mario y mis compañeros.

Luego de la conversación con mi padre, regresé a mi apartamento y cambié todo. Si quería seguir adelante debía borrar todo recuerdo nostálgico. Algo así como cambio de vida, aunque doliera. Sobretodo cuando me tocó guardar en una caja las cosas de Mario. Había decidido dárselas a su madre. Excepto su libro favorito y las fotos de nosotros dos. Los guardaría de recuerdo. Mis padres contrataron a una persona que se encargara de la tienda mientras yo recomponía mi vida. Así que... aquí estoy con manos temblorosas caminando hacia el auditorio de la universidad. Había aceptado ir al acto conmemorativo, lo que me provocó más de una noche de insomnio. Mis padres ya estaban adentro sentados esperándome. Hice y rehice el discurso. No sabía si estaría bien hablar todo lo que escribí, pero ya no había vuelta atrás.Llamé a Louis por si quería asistir, pero su asistente me dijo que había regresado a su país. Eso me dolió, sin embargo se que fue mi culpa. No supe afrontarlo.

Cuando llegué a las puertas del auditorio, las sujeté con fuerzas y respiré hondo. Abrí una de ellas y entré. Y de inmediato escuché los aplausos. Me quedé de piedra. Las personas asistentes al acto me aplaudían con vehemencia. Una ex-compañera de clases me sonrió y abrazó. Luego me guió hasta la tarima, donde me esperaban algunos profesores y el rector de la universidad.

- Señoras y señores, aqui está nuestra estudiante Janni Gómez---escuché las palabras, pero estaba aturdida--- Para ella, estar aquí es muy difícil, sin embargo, como mujer fuerte que es, tomó valor para darnos algunas palabras de todo nuestro querido equipo de exploración arqueológica---Miré al rector y casi me desmayo. Busqué con la mirada los rostros de mis padres, pero mi sorpresa fue ver a un Louis sonriente. Su sonrisa calmó mis nervios, le dije gracias con los labios y asintió guiñándome un ojo---srita. Gómez si quisiera subir al estrado por favor---respiré hondo y subí las escaleras de madera hacia el podio. Agradecí al rector y enfrenté a todo el auditorio que me observaba. Ahí estaban los padres de Mario, los de Stephanie y Thomas, que son los que conocía. Tragué grueso y comencé.

- Gracias sr. Rector, no esperé una bienvenida así---comenté nerviosa--- hasta el último momento no sabía si sería capaz de venir acá y dar algunas palabras para este acto conmemorativo. Estos últimos meses para mi han sido muy difíciles. En especial porque para mi todos eran como mi familia y el profesor Mario Pavalotti, aunque nadie lo sabía, y ahorita ya no importa lo que ocurra, era mi prometido---escuché unos ecos de sorpresa--- si, se que es una sorpresa, y sr. Rector lamento que lo sepa así, pero ambos nos amabamos y nos casaríamos cuando terminara el postgrado---los ojos se me aguaron y disimuladamente me los sequé--- por eso, no sabía que hacer. Durante estos casi diez meses me sentí perdida y culpable por estar viva. Sin embargo, gracias a las palabras de un querido amigo y de mis padres, estoy tratando de salir del hoyo en el que me hundí. Y este acto fue el impulso. Por días traté de buscar las palabras exactas para las familias de todos mis compañeros y aunque estoy aquí no se si son las más indicadas, pero puedo decirles que salen de lo más profundo de mi corazón---las manos me temblaban, no lo podía evitar. Miré a Louis y él me dió ánimo con su mirada---Para todo el equipo fue un sueño hecho realidad ir a Qatar, un mes completo en los suelos desérticos de la antigua cultura acadia. Éramos un equipo de catorce personas, dos mujeres y doce hombres, una convivencia difícil, en especial para mi querida amiga Stephanie y para mi, porque les diré algo, salir de viaje con hombres no es fácil, Stephanie y yo luchábamos todos los días con ellos para que se bañaran, para que comieran bien y se tomaran las vitaminas. Eramos como unas madres y ellos nuestros hijos grandes. Sin embargo, lo disfrutábamos porque ellos también nos cuidaban. Cada día fue especial. Descubrimos muchas cosas impresionantes y que fueron de gran regocijo para todo el equipo. Claro que a veces discutíamos ¿como no? solo coloquen a catorce arqueólogos solos en un lugar, siempre habrá discusiones de quien tiene la razón. Al final solucionabamos y reíamos como unos niños por nuestras tonterías. Con sinceridad, no queríamos volver porque en los últimos días habíamos descubierto cosas impresionantes acerca de una antigua tribu acadia y fue lo más emocionante del mundo---me quedé un momento en silencia recordando las caras sonrientes de todos mis compañeros y no pude evitar soltar una lágrimas---al recordar esos momentos puedo decirles que fuimos realmente felices. Se que sus almas descansan en paz y recorren cada duna del hermoso desierto que recorrimos, porque para nosotros eso era lo mejor del mundo. Cada noche recreabamos historias ficticias sobre como era ese territorio 2000 a.C. Disfrutábamos de ello. Y por eso quería comentarselos. Murieron, pero fueron felices. Fuimos felices. Nosotros, Thomas, Stephanie, August, Justin, Manish, Brian, Matthew, James, Vincent, Cory, Adam, Lucas, Mario y yo  inventamos una frase que nos salió de nuestros corazones y quiero compartirlos con ustedes: "Nuestros corazones siempre serán del desierto". Y quiero completarlo con "y nuestras almas serán su acompañante infinito". Muchas gracias---por un momento el auditorio se quedó en silencio para luego romper en aplausos. Cerré los ojos y sentí que hice bien. Era como si hubiese hecho las pases con todos Mario y mis compañeros. "Descansen en paz mis queridos amigos" pensé con emoción.