Epílogo

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Cinco días han pasado desde el lunes, hoy es sábado. Ese mismo día que abrí mis ojos, fue que me dieron de alta.

El doctor dice que es un milagro de Dios, que este viva, y lo creo así. Por mí parte, tengo en la frente una marca, me recogieron puntos, no hay nada mas grabe que eso.

No he visto a Rodrigo desde entonces, no me han dejado salir de casa. Desde que salí del hospital, me llevaron a casa, papá pidio permiso en el centro policial para que me cuidara.

Ahora me encuentro en el auto de papá, en realidad es de propiedad del centro pocial. Vamos en camino a un psicólogo, es en el mismo hospital en donde me quede.

Papá estaciona el auto, y bajamos. Entramos al hospital, nos dirigimos hacía las escaleras, subimos y mientras tanto voy pensando.

Cuando estaba en la cama en el hospital, y papá tubo la oportunidad de que tuviéramos una conversación a solas, lo hizo. Me pregunto de cómo fue en realidad, le explique desde el momento en que Eliza entro a la tienda hasta el momento en donde un pitido se hizo presente.

Cuando me dieron el alta por la noche, ese día. En mi habitación lo único que quería hacer era acostarme en mi cama, lo cual hice, agregando también mis audífonos conectados al Mp3. Papá entro a la pieza con una bandeja de cereales y un vaso con jugo de manzana, se sentó conmigo. Me dio un sermón de: No te acerques a las personas de la calle, son desconocidos. Luego de unos minutos de ese sermón, me explico con calma que debía ir a un psicólogo, se lo negué tres veces. Me digo que si era "es" necesario, que según unas personas que estuvieron rondando por ahí el día del accidente, que yo misma me tire a la carretera gritando por un gato. No me hizo más preguntas aparte de esa.

¡Son mentirosos! en cierta parte es verdad. Sólo quería salvar a Rodrigo, junto al gato.

Eso no es todo, el martes salí por periódico. Recuerdo perfectamente lo que decía.

"Niña de 12 años casi muere en un choque:

El día de ayer, lunes 10, Valentina iba por la calle acompañada de su amiga. En un momento dado, la niña se queda sola con un perrito, entonces ella al ver la carretera ve un gato. Por instinto quiso salvar al felino del camión que se aproximaba a una velocidad alta. Espectadores afirman, que la niña gritó -Cuidado-. Se confirma que el conductor del camión, iba ebrio"

Y una foto arriba del titular que acompañaba el contenido, un pequeño grupo de personas agrupados, alrededor de mí, y se podía ver de fondo el camión. Yo gracias al cielo, no salia en la foto.

Siempre e querido salir en periódico, haciendo alguna buena caridad, algo como: "Valentina, ayuda a todos los viejitos a cruzar la calle", pero jamas de esa forma.

Llegamos al consultorio. Una vieja... Perdón una señora de tercera edad, con características indígenas me dice que llegue a la hora exacta a la cita con el especialista Perez.

Antonio Perez, es en psicólogo. Tiene 48 años de edad, estudio en una universidad lujosa, padre de trillisos, esposo, y vive en otro pueblo, lejos. De vez en cuando viene a este pueblo a atender casos muy importantes.

Sé toda esa información, gracias a internet. Por favor, papá me a dicho que no hable con desconocidos, pero miren ahora, debo hablar con uno. Antes de hablar con él, debía buscar información.

Soy muy inteligente.

La señora me indica detrás de su mostrador que pase con un movimiento de mano. Papá que está a mi lado, lo miro, haber si en él último segundo se arrepiente de dejar a su hija con un psicólogo. No tiene ningún rasgo de arrepentirse. Sin más, entro al salón.

Es Real (CONCLUIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora