Y quisiera saber si ya me olvidaste.
Si olvidaste aquellas caricias que tanto te gustaban.
Si olvidaste aquellos besos llenos de amor.
Si me olvidaste a mi.
Porque dejame decirte que aun no he podido olvidarte.
Y eso me estresa bastante.
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—¡El vuelo!, ¡lo vamos a perder!— Laura corrió junto a su maleta y hacía señas raras con su otra mano.
¿Enserio estaba preparada para esto?
¿Enserio quería verla otra vez?
—¡Hayle!— gritó con fuerza y reaccione.
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—Bienvenida a Los angeles— sonreí para mi misma al ver la belleza que se encontraba a mi alrededor.
—Estoy muy agotada, vamos al hotel—
Fuimos a registrarnos a un hotel y dejamos nuestras pertenencias.
—¿Ahora qué?— cuestionó Laura súper contenta.
—No lo sé— dije encogiendome de hombros.
—Es una ciudad bastante grande, vamos a visitar algunos lugares.—
—Quisiera..—
—No— me interrumpió seria —Vamos a divertirnos, dejala de lado—
Asenti dandole la razón. Era el priner día, no sabia en donde estaba y esta ciudad era muy grande.
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—AHAHAHAH— Laura reía a carcajadas por lo que le había contado. —No puedo creer que hacías eso.—
—Pues si, no hay ninguna ciencia, solo lo hacía.— deje la botella de alcohol a un lado y laura siguió tomando de la suya. —¿No crees que haz tomado demasiado?—
—Para nada, aun no estoy en mi punto límite.—dijo sonriente.
—Creo que estás exagerando.—
—Tranquila, tengo mis razones.—
—Mmm...Laura, ¿Puedo hacerte una pregunta?—
—Claro—
—¿Por qué se fue? Si en verdad me quería... ¿Por qué no simplemente teníamos una relación a distancia?—
Laura respiró hondo y sonrió un poco.
—Ponte a pensar que una relación a distancia es super complicado, para que te hubiera engañado con alguien más era mejor que terminaran, menos problemas.— ella se recosto en la cama y cerró sus ojos.
—Pienso que si en realidad amas a alguien no va a importar la distancia...harías hasta lo imposible para estar con ella.— hice una mueca de disgusto y pense el por qué estaba aquí.
—¿Te diste cuenta de que no le importas?—
—Eso creo...— mis ojos se llenaron de lagrimas y frunci mis labios. —Quiero ir a casa...—
—Hey, no llores.— ella se sentó y me miró algo apenada. —ven—
Me acerqué a ella y la abracé con fuerza. Estaba demasiado dolida. Alisson me había pegado fuerte.