Mi Unico Deseo [ Foncest/Underfell] 18+

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Hay alguien ahí? Bueno aquí viene la siguiente parte

"Tengo que encontrarlo"
Era el único pensamiento en la mente de Papyrus mientras cruzaba a toda velocidad la puerta de su casa. Pero.. ¿Cómo? Sans uso la teletransportacion para escapar, la guardia canina solo sería ineficiente, no había un rastro que seguir, solo algunos puntos perdidos en el espacio donde su hermano quizá se habría parado unos segundos. 

Necesitaba encontrarlo pero ya!!

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Mientras tanto un esqueleto vestido con chaqueta negra, shorts negro, suéter rojo de cuello alto y tenis rojos aparecía "por arte de magia" en medio de la nieve, aun con lagrimas cayendo y la manos cubriendo su boca, ¿Dónde estaba?, le tomó unos segundos darse cuenta, no había ido al lugar al que quería llegar, se teletransportó a su puesto de vigilancia cerca de las ruinas.

-NOOO!! aquí seguro me encuentra más fácil, calma, respira IDIOTA! ok ok, calma, me tengo que concentrar para dar con el lugar correcto esta vez...

una vez más se teletransportó, ahora si al lugar al cual quería llegar, una pequeña caverna en Waterfall, era su único escondite en todo el Underground.

Nadie conocía la cueva porque el acceso era solo por una muy pequeña abertura, así que el acceso tenía que ser forzosamente por un "atajo"; solo él era capaz de acceder ahí. Cuando quería dormir, comer mostaza o leer el manga que le prestaba la científica Alphys simplemente iba a su escondite.

No era feo, había una gran cantidad de piedras como en el techo de Waterfall, de tal manera que la iluminación no era problema. Pero para Sans nada era bonito en ese momento, estaba avergonzado; solo quería llorar, se sentó en el piso de la caverna y abrazando sus rodillas dejó salir su llanto.

Lloró hasta quedar vacío y siendo tarde prefirió recostarse en el suelo y dormir; al menos le era útil su habilidad de poder caer dormido en cualquier lugar.

Al día siguiente despertó con los huesos doloridos, no hubo uno solo que no pareciera estar atravesado por alguna aguja... agh como detestaba las agujas por culpa de Él, no, no necesitaba pensar en eso ahora. Tomó su teléfono del bolsillo en su chaqueta y vio la hora, era medio día, seguro Papyrus estaría buscándolo, lo mejor era esperar un poco más hasta la hora de descanso de su hermano, así iría a ver a su amigo Grillby para pedirle algo de comer y regresar a su guarida, la única forma de salir de ahí era tomar un "atajo" directo al bar. 

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Debajo de la barra de un conocido bar aparecía un esqueleto sin previo aviso.

-Vaya, vaya!!! si es don desaparecido- dijo el monstruo de fuego y dueño del lugar.

-shhhh!!! cállate, no quiero que sepan que estoy aquí, solo vine por algo de comer, no quiero que mi Jefe sepa que estuve en este lugar.

-¿ah si? ¿y yo que gano en todo esto? 

-GRILLBY, recuerda que me debes varios favores, los borrachos no se mantienen a raya por sí solos.

Si, Sans desquitaba su enojo con aquellos que se pasaban de imprudentes en el establecimiento de uno de sus pocos amigos, en ese lugar todos sabían de la reputación de los hermanos esqueleto, y que aun cuando el mayor fuera subordinado de su hermano eso no lo hacía menos temible que el menor.

-huumm, y yo debo recordarte que igual tu me debes oro, pero esta bien, te daré comida siempre y cuando me digas ¿porque no quieres que el imbécil de Papyrus te encuentre? por qué has de saber que ya vino a buscarte aquí.

-Rayos Grillb... eso... nos peleamos, yo...- y bajó la mirada, el de fuego era su amigo, pero él tampoco sabía lo que le había confesado a su hermano y no iba a decírselo ahora.

El esqueleto seguía debajo de la barra, tan mal de los nervios como siempre, tratando de encontrar que decirle a su amigo, otras veces había tenido discusiones con su familiar e iba a dar al bar para ser encontrado bebiendo, sin embargo era raro que se ocultara tanto de su hermano, eso era lo que intrigaba más al bartender.

-Olvidalo, ya sabes que igual él y yo no tenemos buen trato, será bastante placentero verlo como tonto remover cada piedra y no encontrarte- lo decía con una buena sonrisa- no tardo, vere que sobras tengo para dárselas al perro, jajajajaja- para acto seguido ir a una puerta que daba a la cocina.

-Puta suerte!! que no soy un perro- estos dos se llevaban de una forma muy peculiar también, bueno en ese mundo lo raro era ver amabilidad en los monstruos.

Momentos después el bartender regresaba con una bolsa de papel en la mano y una cara burlona.

-Toma y esta vez la casa invita, consideralo una cortesía por que será un placer saber que vienes a este lugar y el estúpido aquel no tenga ni idea de donde estas... por cierto si quieres en mi casa...

-No gracias, tengo un lugar en el que no me localizara facilmente, ya sabes, conozco un "atajo"- le decía mientras le guiñaba una cuenca, para enseguida tomar la bolsa y desaparecer.

-Esto será divertido, me pregunto cuánto tiempo le va a tomar al cabeza hueca ese encontrarlo, ja, debí apostar eso con Sans, quiza la proxima vez que venga se lo diré.

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Una semana había transcurrido desde la huida del mayor de los hermanos y Papyrus simplemente no lo encontraba, gastaba gran parte de su tiempo en buscarlo, sin embargo también debía seguir con sus obligaciones como guardia Real, la calma se le escapa entre los dedos, su única preocupación era encontrarlo y cuando lo hiciera tendrían una larga conversación. 

No le quedaba otra opción, iba a recurrir a la loca de Alphys para pedirle un favor, si, un jodido y puto favor; aún tenía alguna foto de Undyne en la galería de su teléfono con la cual pagarle. lo único que le iba a pedir era seguir vigilando las cámaras que había instalado por todo el subsuelo y avisarle en cuanto tuviera a la vista a Sans en una de ellas.

Mientras tanto el bien oculto y deprimido Sans, pensaba en que hacer; los días transcurrían lentos, ya que solo jugaba con el celular, comía lo que conseguía con Grillby, leía algún libro de chistes que logró sacar a escondidas de su casa con ayuda de su teletransportación. Pero ya su mente comenzaba a hacerle malas pasadas, cada vez que dormía las pesadillas lo atormentaban y  empezaba a sentir claustrofobia en su refugio, nunca antes había pasado tanto tiempo en ese lugar.

Quería salir, pero ¿a donde?... Ya lo sabía, se iba a arriesgar, además su hermano nunca iba a ese lugar, decía que no le gustaba porque era un pérdida de tiempo estar ahí. Iria, ya no soportaba seguir encerrado y solo. Sería simple tomar un "atajo" directo a la otra caverna, hacer lo que necesitaba hacer y regresar...

Sans no lo sabía, bien oculta en la Sala de los Deseos estaba la cámara de una particular y voyerista científica. 

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hola!!! Soy Hanabi!!!

Queridos míos, he aquí el tercer capítulo, ya veremos qué pasa si los hermanos se llegan a encontrar jojojojo

sugerencia del día... "Frankenstein" de Mary Shelley, ¿quien es el monstruo en realidad?