Mi Unico Deseo [ Foncest/Underfell] 18+

14

El silencio siempre se le apetecía irresistible y esperar, ser paciente en específico no era su fuerte, sin embargo en esta ocasión no tenía otra alternativa, además estaba tan sumido en sus propios pensamientos que no escuchó cuando alguien ya estaba a su lado, fue el ligero toque en su hombro el que lo sacó de su estado meditativo. 

-Papyrus... ¿estas bien?- mala elección de pregunta, sin duda Undyne estaba equivocada si creía escuchar una respuesta positiva, con solo ver la cara de su amigo pudo advertir que no sería necesario que le contestara.

-¿Cómo está Sans? necesito saber como está.

-Alphys logró tranquilizarlo, está haciendo un chequeo pero... bueno, creo que es más que obvio lo que sucedió, ¿quieres... hablar de eso?- y mientras terminaba la pregunta vio el pequeño frasco con polvo sobre la mesa.

-No, quiero verlo... necesito verlo.

-Espera solo un poco Alphys no debe tardar en venir.

Y tal como la Capitana dijo Alphys salía de la habitación y bajaba las escaleras para dirigirse en dirección a los dos monstruos pertenecientes a la Guardia Real; su cara delataba que tenía algo serio que decirle al alto esqueleto.

-Tuve que d-darle un calmante  de lo contrario no hubiera cooperado en absoluto... Papyrus escuchame bien, no debes descuidar a tu hermano, debe seguir alimentándose bien y mas tarde te mandaré con U-undyne otro tipo de vitaminas, e-esta muy debil por lo sucedido.

-¿puedo ir a verlo?

-Si, p-pero no lo fuerces mucho, todo esto lo tiene muy perturbado, en unos días o en cuanto él se sienta m-mejor debes llevarlo al laboratorio c-creo que será necesario hacerle algunos análisis a su magia. 

Después de eso los comentarios de ambas chicas carecían de importancia, necesitaba subir de inmediato a su cuarto y revisar el estado de querido hermano pero ya; al parecer tanto Undyne como Alphys se dieron cuenta que Papyrus no dejaba de ver hacía la parte superior de la casa, así que decidieron retirarse para darles algo de espacio a los esqueletos.

...

Por fin, después de despedir a la pareja de monstruos se dirigió directo a su habitación, preparado para lo que fuera que encontrara en su interior; le sorprendió ver a Sans despierto y sentado en la cama, tenía la mirada perdida y su manos caían sobre su regazo, al parecer alguna de las chicas le puso una playera roja para evitar ver la falta del tejido ectoplásmico en su parte media.

-Sans...

-A-alphys dice... que estas clase de cosas... a veces simplemente suceden...- grandes goterones de lágrimas comenzaban a caer por la mejillas de Sans, su voz se escuchaba roca por tanto abuso que le había dado pero a pesar de eso continuó hablando- que nosotros no hicimos nada mal... que...      

-Tranquilo cachorrito, lo sé-Papyrus sentía que estaba a punto de comenzar a llorar, pero se recordó a sí mismo que no era momento para mostrarse débil ante su hermano, necesitaba ser fuerte por ambos.

El guardia real se aproximó aún más a la cama y terminó por abrazar al esqueleto más bajo, y mientras lo hacía el otro no pudo evitar llorar, al menos esta forma de expresar su dolor era más sana que por la que había optado un poco mas temprano.

Ambos esqueletos permanecieron encerrados en esa habitación por el resto del día, totalmente en silencio y abrazados fuertemente. Esa noche las pesadillas volvieron a atormentar al más bajo, algo que ya no sucedía desde que ambos dormían juntos.

---------------------------------------------

Una vez más la dicotomía que representaba Sans le sorprendía a Papyrus, fuerte y débil a la vez; durante los primeros días después del incidente el mayor de los hermanos permaneció sumamente debilitado y perdido en sus pensamientos, acosado por el dolor durante el día y  por los terrores nocturnos, sin embargo después de esos breves días la salud de este había progresado tanto que una semana y media más tarde ambos lograban regresar a su trabajo habitual, aunque ese episodio en sus vida aun estaba sin cerrarse por completo. Todavía se trataban con algo de cariño aunque cosas habituales comenzaban a faltar, era más que obvio que algo cambió entre los dos, pero ni ellos mismos lograban entender que era, así terminaron optando por algo que ya tenían tiempo sin hacer...esconder sus verdaderos pensamientos uno del otro para no preocuparse más de lo habitual... GRAVE ERROR.