Algos

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~6~

~Algos~

Me desperté entre sabanas rasposas, mi cabeza latía con fuerza, con el corazón en mi sien y el estomago en mi garganta, oprimiéndose por mi respiración.

Tenía un nudo en la voz y mis ojos dolían demasiado como para poder abrirlos sin llorar. Había tenido una mala pesadilla y solo quería abrazarme a Baekhyun y que él me acariciara el pelo con ternura.

Estire el brazo apartando las sabanas, buscando aquel cuerpo tibio, sin embargo, me tope con una fría y grumosa pared.

Entonces no me importo lagrimear un poco al abrir los ojos de golpe. Esa no era mi cama, esa no era mi habitación. Y Baekhyun no estaba

Ignorando completamente el dolor de cabeza, me senté lo más rápido que pude en el duro colchón, espantado, buscando con la mirada

-Oh, ya te despertaste- Mire hacia el rincón de la habitación, había un gran sillón negro de aspecto caro y sentada en él una mujer rubia también carísima. Podría jurar que los zapatos que llevaba eran más caros que mi casa.

Me petrifique al darme cuenta de que ni siquiera estaba en mi casa.

-¿Quién eres?- Le pregunte, mi voz salió débil y temblorosa, más de lo que me hubiese gustado.

-Mi nombre es Chaerin- Descruzo las piernas y se levanto despacio, con sus manos a la vista- Y estoy aquí para ayudarte, tranquilo...

Ayudarme. Mi respiración se descontrolaba sola, y mi dolor de cabeza se acentuaba por segundos.

-¿Dónde estoy?- Le pregunte, no podía confiar en nadie en ese momento.

-En la ciudad... Tranquilo Chanyeol.

-¿Como sabes mi nombre?- Chaerin suspiro, a pesar de ser, para mi gusto, hermosa, tenía unas oscuras marcas bajo los ojos y una mueca de tristeza que ni el maquillaje que llevaba sobre los pómulos podía tapar- ¿Donde está Baekhyun?

La chica rubia se quedo pensativa, jugando con los anillos de su mano.

-Contéstame...- Suplique, empezando a notar como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

-No creo que...

-¡¿Donde está Baekhyun?!- Pánico. Sentía pánico, tal vez porque la pesadilla aun marcaba los compases de mi corazón.

Coloque los pies temblorosos en el suelo y me di cuenta de que ni siquiera era mi ropa, ni mi jabón de baño, ni mi champú.

-¿¡Donde?!- Volví a gritar

La puerta a los pies de la cama se abrió de un golpe y un hombre alto y con los hombros ligeramente encorvados entro en la habitación. Sus ojos volaron directamente hacia mi persona, su mirada parecía perforarme y cortarme en trozos para dárselos de comer a algún perro muerto de hambre. Camino despacio y se puso frente a mí.

-Chanyeol...- Su voz era grave, y tenía un curioso acento- Baekhyun está muerto...

Las palabras me golpearon en la cara como un cubo de agua helada, las gotas de frio hielo bajaron zigzagueando por mi cuello y garganta hasta posarse pesadamente en mi estomago. Mi cuerpo se hundía lentamente entre las sabanas. Pero, me negaría, mi amor no podía haberse esfumado tan rápido.

-Mientes...- El hombre de alta estatura y pelo moreno, suspiro poniéndose recto y haciendo crujir su espalda.

-Chanyeol

-No, no, no- Negué con la cabeza.

-Yifan...- La chica envolvió el brazo del recién nombrado Yifan- Cariño no deberías alterarlo.

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