Se desnuda cada invierno y se deja arrinconar por la helada que por fría y por dura le corre las medias y la deja arrastrada. Va solita, y "Batato" le gritaban, los mismos forros que después de a ratos le acariciaban la espalda. Se agacha ante los ojos de un árbol que la observa cada tanto, suelta unos billetes, le da unos besos, se termina la agonía, al fin hay motivos para cerrar las patas. Va solita porque la vida le pegó una nalgada y la mandó a la calle, porque un viejo le golpeó la cabeza y le dijo "Usté' se agacha".
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Relatos de una hembra
PoesíaParida en el horror, se escapa de la realidad para siempre y emprende una búsqueda desesperada por la identidad, el cuerpo, la dignidad y el amor.