El Imperio Sagrado

Prefacio

EN EL ESPLENDOR DEL OSCURANTISMO

La caída del Imperio Romano convirtió al occidente en un inmenso solar sin leyes ni fronteras, hasta que un hombre llamado Carlo Magno, de la mano de la iglesia católica, consolidó un nuevo imperio al que llamó "Sacro imperio Romano de Occidente". Fue casi tan grande como el antiguo y sin duda alguna, igual de sanguinario.

A la muerte de Carlomagno, el imperio fue heredado por su hijo Ludovico, quien continuó la campaña de expansión y cristianización de Europa, pero fue traicionado y destituido por sus ambiciosos hijos, quienes lo confinaron en un monasterio hasta su muerte. Los nietos de Carlomagno, entonces, se repartieron el territorio dividiéndolo en tres partes y debilitando así sus defensas, lo que propició nuevas invasiones por parte de vikingos, musulmanes y otras tribus del Asia menor.

El príncipe Rotislav de Moravia, vasallo del imperio, aprovechando el momento de inestabilidad, se apoderó ilegítimamente de los estados vecinos de Nitra (Eslovaquia) y posteriormente de Balaton (Hungría). Tal conflicto fue ignorado por el emperador y finalmente concluyó en la guerra separatista del naciente imperio de la Gran Moravia.

Es en este punto donde comienza esta historia, con un imperio fragmentado y con la llegada de un misterioso mesías que se apoderó del valle de Romania para comenzar desde ahí, una guerra secreta contra los reinos cristianos.

Era la época hoy conocida como oscurantismo, en la cual, la cristiandad le declaró la guerra no solo a las religiones paganas, sino también a la magia, a la filosofía y al conocimiento en general. Los hombres de Dios, enfermos de poder, olvidaron la misión de salvación para utilizar la fe como instrumento de control de masas; extinguiendo para ello, toda luz de la razón.

"Carlo Magno ha muerto y ahora su Sacro Imperio se derrumba consumido por la ambición de sus herederos, quienes sumieron al occidente en la era más oscura que haya conocido el mundo. Las verdades se extinguen sumergidas en un océano de mentiras aceptadas por la fuerza y contadas por sacerdotes como tú, tiranos que cabalgan con la bandera de los mártires de los primeros años. El Sacro Imperio se derrumbará y lo hará vencido no por un poderos rey que emergió de las cenizas del mundo antiguo, sino por su mayor enemigo, su propia mezquindad".

"Mislav Svarog"