tom hiddleston

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Tenías tu libro favorito en la mesa y antes de comenzar a leerlo fuiste a preparar dos cafés, el tuyo con chocolate, lo cual considerabas una rareza tuya.
—amor, ¿ya casi acabas?— preguntó una voz que venia de su estudio. Y por estudio te refieres a un sofá para dos cerca de una chimenea perfectamente  encendida debido al frío de afuera.
—ya están — te acercaste al sofá donde aguardaba tu chico en el sofá, junto con tu libro.
Pusiste los cafés en su pequeña mesa del centro y te recargaste en el hombro de tom.
—pensé que nunca vendrías.
—lo siento no soy muy  buena haciendo café.
Tom tomo tu mejilla acariciándola delicadamente.
Se te acercó y te dio un beso en tus labios, correspondiste y tom cada vez te besaba mas y más.
Cuando se separaron ambos se regalaron una sonrisa y prosegiste con su lectura de libros.
Al acabar sus libros en el mismo capítulo, Dejaron los libros y tom te cobijo con una pequeña cobija que tenía.
—no quiero que mi princesa pase frío —.
Reiste un poco y te acercaste a tom para cobijarlo de igual manera.
— tom te amo— le dijiste junto con una sonrisa.
El tomo tu pequeña mano y la besó con mucha dulzura.
El joven acerco sus labios a los tuyos, clavaron sus miradas y otra vez se basaron, solo que esta vez todo fue mas extremó.
Te fue recostando en el sofá poco a poco. Y el sonido del teléfono de tom interrumpió.
—contesta no hay problema.
Tomo el teléfono y observo el mensaje.
—¿de quien es?
— solo es benedict...

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