El Amor No Es La Ostia

capítulo 10

10/06/20
Andrea

Muevo mis muñecas al sentir el ardor sobre ellas. Mi cuerpo sigue temblando a pesar de que amaneció hace un largo rato. Mi ropa sigue estando mojada aunque ya no caiga agua. Ésta sensación es horrible y no puedo hacer nada para impedirlo. Nadie puede verme porque la valla impide ver desde fuera a este lado de la casa, atada como un maldito animal.

No me quedan fuerzas para nada más, solo tengo que esperar a que papá me deje ir. Es mi culpa por haberlo desafiado de esa manera tan estúpida.
Mis pensamientos siguen algo confusos y siento como si mis brazos fueran a romperse en cualquier momento.

Al escuchar el rugido del motor de un coche en la parte delantera de la casa, levanto la cabeza. Aunque intento hablar las palabras no salen al recordar las últimas palabras de papá.

Mantengo el silencio al escuchar la puerta principal y cierro los ojos al sentirlos pesados de nuevo.
¿Por qué siempre tienen que tratarme de esta manera?

Jonathan

Deslizo la cama de Salas a su lugar original después de guardar la última caja allí abajo. Suspiro al recordar lo de anoche, me encantó pasar el tiempo con Andrea de esa manera.

Toco la puerta de su habitación con mis nudillos pero nadie responde. Espero un momento y al seguir en silencio, empiezo a preocuparme. Desde que se fue de mi casa no he vuelto a saber nada de ella a pesar de que dijo que me llamaría.

-soy yo, voy a entrar-

Al abrir la puerta no está ahí, así que miro en el baño. Definitivamente no está en casa. Marco su número hasta que logro localizar el sonido del tono de su teléfono. Uso su ventana para ver mejor de dónde viene el sonido y la imagen que veo me resulta aterradora.

Doy la vuelta a la casa hasta llegar a su lugar y trago saliva al verla así.
Sus muñecas están fuertemente atadas por encima de su cabeza y su cabello y ropa están completamente mojados.

-¿Andrea?-Mueve sus dedos con los ojos cerrados, gimiendo ante el dolor- voy a... A desatarte ¿Vale?-

Es terrorífico ver a una persona en este estado, sobre todo a ella.

-no...-

Abre sus piernas y las usa de defensa para impedir que me acerque, pero a penas tiene fuerza para ello.

-soy Jonathan, déjame ayudarte- Niega con su cabeza después de toser con dificultad- ¿Qué?-

No entiendo lo que está pasando, pero una parte de mí tampoco quiere entenderlo. Su padre ha podido hacerla ésta locura y por eso tiene tanto miedo.

Marco su número y espero por varios tonos, hasta que suena su voz al otro lado.

-¿Ya has terminado? Estoy llegando-

Trago saliva y no finjo para nada mi estado de ánimo, es repulsivo.

-eres un psicópata, Salas-

Ella sigue sin dejarme desatarla, así que tomo distancia para que no se haga más daño de lo que ya se ha hecho.

Salas se ríe por el otro lado, como si fuera una broma.

-¿A qué te refieres?-

Andrea deja caer su cabeza hacia atrás y sorbe su nariz, secando las lágrimas con su antebrazo.La usa como una marioneta que maneja a su antojo. ¿Cómo puede tratar así a su hija?