capitulo 4 tortura

5 1 0
                                    

Sentía como arrastraban mi cuerpo, el dolor en mi cabeza era insoportable ¿Que estaba pasando? No podía hablar tenía algo que cubría mi boca.
Nose cuanto tiempo paso, solo sentí que me aventaron y ya no me movieron más.

-¿Estás segura que es ella?- escuché una voz, no podía identificar si era hombre o mujer
-claro mira como viene vestida y su mochila, es una cazadora- contesto alguien

¿Sabían que era cazadora? Intenté moverme no podía tenía sujetos mis pies y manos ¿Que debo hacer? Pensé

-quitale la venda- ordenó la voz principal

Alguien me quito la venda de los ojos, todo estaba borroso para mi, solo miraba sombras, hasta que mi vista se acostumbró y pude ver a unas personas rodeandome, tenían aspecto humano ¿Pero acaso lo eran?

-Bienvenida- dijo una mujer mayor
-¿Porque estoy aquí.. que quieren?- contesté
-¿Que queremos? Uhmm.. es una buena pregunta, solo queremos vivir en paz, sin que tú maldita gente se meta en nuestro territorio- dijo la mujer severamente
Las demás personas asintieron
-¿Mi gente?- pregunté ¿Acaso ellos eran los kurums?
-No te hagas estúpida, tú y tus amigos cazadores que no nos dejan vivir, han acabado con más de la mitad de la tribu, ¡Acabaron con mi esposo!- respondió la mujer enojada
-¿acaso ustedes son kurums?-

Todos rieron, me sentía tan pequeña a lado de ellos, se miraban enojados, yo no sabía para que me habian llevado hasta ahí.

-Solo busco a mis padres es todo, dejenme continuar mi camino y no me meteré con ustedes- dije de manera suplicante
-¿Tus padres? Acaso serían los cazadores que llegaron antes que tu..- la mujer sonrio- Querida ellos ya no están aquí, y no creo que los vuelvas a ver jamas-

¡¿Que?! Como que no los vería jamás, talvez mis padres estarían bien, quizá ahora estén en casa esperándome ellos habían sobrevivido tantos años y aquí estaba yo, jugando a la cazadora y no sabría si saldría viva.

-llevenla al cuarto, es momento de empezar- dijo la mujer sonriendo

Un hombre no tan mayor me levanto del suelo, y a empujones me llevo hasta un cuarto, era de color gris había una silla de madera con cadenas y aún lado parecía haber instrumentos de tortura.
Intenté zafarme de su agarre pero me tomo el pelo y gruñendo me dijo
-Quieta o te mato ahora mismo-

Me quito la chamarra de cuero, y me sentó en la silla estaba fría y manchada de sangre, rápido me apretó las cadenas alrededor de mis muñecas.

-No te desesperes, ahora vendrán a jugar contigo- dijo esto y salió del cuarto

Miraba alrededor buscando una salida. No la habia.

Llego otro señor tenía puesto un delantal manchado de sangre, y una máscara negra.
Tomo un cuchillo y empezó a interrogarme.

-¿Cuantos cazadores más están tras nosotros?- pregunto
Yo no lo sabía, y tampoco sabría cuantos cazadores en realidad existían
-Nose..- dije con terror al observar como acercaba el cuchillo a mis brazos.

No le gustó mi respuesta, comenzó haciéndome cortes en el brazo izquierdo, grite como nunca había gritado, observé cómo salía sangre del corte y el hizo otro más.

-¡Para! ¡Nose! Lo juro- grite
-¿Que no lo sabes?, No mientas ustedes quieren aniquilar la tribu, y eso no lo voy a permitir- contesto
Y comenzó haciéndome cortes otra vez.

Nose cuanto tiempo paso, quede inconsciente una hora después de que el señor seguía torturándome parecía disfrutarlo, yo solo veía sangre por toda mi ropa.

Desperté amarrada de brazos y piernas estaba dentro de un cuarto oscuro, escuché ruido voltie y mire personas ¡Personas muriendo!
Habían unas 5 personas con cortadas en sus cuerpos eran mujeres y hombres jóvenes, algunos estaban inconsientes.

-¡oye!- le hable a la joven que estaba más cerca de mi, ella no respondía parecía que estaba drogada.
Y fue entonces cuando caí en cuenta, ellos son su comida, ¡les están succionando el alma! ¿Acaso me habían hecho lo mismo?
Yo me sentía completamente normal, salvo por el dolor de la tortura, no me sentía cansada, pero me dolía todo el cuerpo y no había forma de escapar así que decidí cerrar los ojos.

Alguien me tocó el hombro al abrir los ojos mire a un muchacho alto de cabello negro y piel palida
-¿Estás bien?- me pregunto
-¿Que si estoy bien?- le dije de manera venenosa- acaso no vez que me estoy desangrando y amarrada aquí-
El muchacho me observo parecía avergonzado
-Te traje comida- me enseñó un plato con un pan arriba y leche
-¿Y para ellos?- pregunté
-uhmm.. losiento, no debería traerte comida a ti tampoco y ellos, ellos ya casi están muertos la comida no les hará ningún bien- contesto

Me invadió una irá, ¡Que ya casi están muertos! Maldito hijo de perra
-llevatela no la quiero- le dije cerrando los ojos de nuevo
-Tienes que tener fuerza- me dijo
-¡¿Fuerza?! ¡¿Fuerza?! ¡¿Para que?! Para que esta vez tú seas el que me torture- le di un manotazo con mi puño amarrado.

El chico me miro, yo esperaba que me lo devolviera pero sin más se levantó y se fue.

Una semana después estaba de nuevo con el señor de la máscara, pero esta vez sobre una mesa de operaciones.
-antes de que cicatrices es momento de volver a jugar a las preguntas y respuestas- me dijo apretándome las cadenas

Este juego solo era para el, ya que él tenía las preguntas y yo no tenía repuestas, solo ganas de morirme.

HuntressDonde viven las historias. Descúbrelo ahora