11: Dispuesto a hacerlo.

197 31 64
                                    


11: Dispuesto a hacerlo.

Días más tarde.


—Tomo, ¿puedes creerlo? —indaga el azabache, levanta una ceja como si estuviera diciendo algo absurdo.

Luego de tantos días sin verse ambos acordaron ese mismo viernes después del trabajo para tomar un café y charlar en el departamento de Taka. El pelinegro decide contarle todo a su amigo, necesita sacar aquellos pensamientos al exterior, hablarlo con alguien. ¿Y quién mejor que Tomoya en estos casos?

—Eh, me has dejado sin palabras —dice el ondulado y da otro sorbo a su café—. ¿Por qué crees que podría ser así? Es decir, puede que Akira en ciertos aspectos me recuerde a él pero...

—Me lo he preguntado por días, no lo entiendo. ¿Cómo podría pensar que él se halla en alguien como Akira? Creo que estoy demente. —asegura e interrumpe el azabache. Rasca su barbilla frustrado.

—No lo creo —Tomo desvía la mirada al notar el extraño rostro que le demuestra el pelinegro.

—¿A qué te refieres? No me digas que crees que podría suceder algo así, por favor. —bufa como si aquello fuera algo imposible.

El ondulado suelta una carcajada.

—Más bien me parece que alguien se está enamorando -dice y sonríe observando las expresiones de su amigo—. ¡Te dije que sería una buena idea conocerle!

—¡N-no! ¡¿Qué dices?! —intenta afirmar nervioso, el resultado no es bueno y su rostro finalmente delata la mentira.

—Admítelo.

—¡Nunca! —grita como niño cual le han obligado a decir la verdad.

—No seas infantil. Estás a punto de explotar por mentiroso, a él puedes mentirle, incluso a ti mismo, pero a mí jamás —se pone serio—. ¿Qué es lo que te impide dejarte amar, dejarte ser amado?

—Ya, ya lo sé. Es sólo que no quiero, no quiero dejarle atrás. —afirma cabizbajo. Da un largo suspiro.

—Taka, te lo he dicho. No lo estas dejando atrás, ni siquiera a un lado, te estas permitiendo ser feliz de nuevo. Además, Akira es una buena persona, es de esos tipos que te inspiran la suficiente confianza para estar junto a él.

—Pero...

—No quiero escucharlo, escúchame a mí. Él sabe, estoy seguro, sabe que tú lo amas y amaste como a nadie, que tuvieron un hermoso amor. Aún recuerdo tantas cosas como cuando viniste emocionado diciendo que tenías novio, o esa vez que nos contaste casi gritando que te irías a vivir con él, al igual que el día de su boda, se los veía tan felices, sobre todo a él con tanta... luz —hace una pausa y limpia las lágrimas que se deslizan por sus mejillas—. Taka, Toru te amaba de una forma increíble, ese hombre hacía todo por complacerte, todo. Pero ahora, debes aceptar que puedes amar otra vez, puedes darte el gusto de salir con alguien más, quizás conocer al amor de tu vida, de nuevo. Sé que él lo entiende. No deberías prohibírtelo, deja de esconderte y evitarlo, lo he visto, ese rubio esta perdido en ti —sonríe y el menor imita su acción—. Sólo te diré una cosa más, permite que tu corazón ame, hazlo. Sé que al menos Akira te gusta.

—No lo sé, me es tan difícil. El día que prometí amarlo por la eternidad, yo... me juré jamás abandonar mis sentimientos, ¡maldita sea! ¿Por qué todo tenía que ser así? Toru... —murmura lo último y cubre su rostro, agotado.

Demasiadas lágrimas sabe que ha derramado, no obstante ya no le importa, sus ojos continúan húmedos, tristes. En esa última semana anduvo tan bien, aunque siempre le ocurre, recordarlo repentinamente, el sentir la culpa, querer gritar su nombre y hacerlo reaparecer, al menos una noche. Sabe que es imposible.

Pasa por una lucha en su interior, ya no sabe qué hacer con su vida, no lo sabe.

¿Acaso permitirse amar es una buena opción?

¿Podrá afrontarlo?

¿Puede... puede ser que Akira lo ame?

Jodidas interrogantes, son muchas para una persona cual desea encontrar el camino, necesita una nueva dirección porque actualmente se halla completamente extraviado.

—Taka, permite al amor entrar a tu vida. —susurra el ondulado consolando a su amigo.

Sí, tal vez su destino es ese rubio cual está esperando y planeando lo que sea con tal de recuperarlo.

Algo, algo ocurre esa noche. Una fuerza por sobre su persona permite al pelinegro decirlo, aceptarlo.

—Estoy dispuesto a hacerlo.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

¡Hola! :D

No saben cuanto extrañaba esta historia, aish.

Entré en un bloqueo extraño donde no podía continuar ciertas partes de la historia y me quedé estancada, en verdad, no sabía cómo describir varias cosas, quedé en blanco :'v. Por suerte la inspiración volvió de repente y me alegro por eso. Disculpen la tardanza por el capítulo.

Bien, bien, bien, ya vieron lo que pasó por allí arriba uwu. ¿Qué creen que es lo que viene? 👀

Este fin de semana probablemente publique uno o dos capítulos más, se los debo ;), que hace tiempo no actualizo.

Espero haya sido de su agrado.

Tengan una linda noche❤.

Besos💜.

Always You ─ Toruka [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora