18: Eternamente a tu lado.

196 27 100
                                    

18: Eternamente a tu lado.

Meses más tarde.

Los días has transcurrido sin más, la cándida y dulce pareja siendo impulsada a avanzar en el tiempo, las tardes, noches y madrugadas que comparten son tan especiales, frescas y sabrosas como el aroma de la primavera que lentamente hace presencia a su alrededor, sumergiéndolos en una agradable aura, yendo a la perfección con el momento, con lo que está a punto de ocurrir.

En sus pupilas puede observarse una cálida mirada acompañada de una sonrisa genuina, su rostro da a entender la alegría que posee encima, se siente como una paloma que va por los cielos sin límites, feliz, vuela llegando al punto más alto, allí se encuentra con su hombre, ese que tanto ama, está a punto de entregarse a él nuevamente, ansioso, nervioso, pero totalmente decidido.

Pestañea unas veces, quiere saber si lo que vive es real, y así es.

Inefable sentimiento que lo sigue en todo momento, la dicha de hallarse enamorado es tan bella, mariposa cual despliega sus alas lista para dar el primer revoloteo. Aprecia su aspecto por última vez frente al espejo. Lleva puesto un traje de color blanco junto a un pequeño moño negro en su cuello que acomoda una y otra vez, sus zapatos negros brillan impecables. Ahora le echa un vistazo a su cabello bien arreglado, pulcro, oscuro, azabache como la noche que resalta por sobre su vestimenta. Mostrándose simplemente adorable y bonito.

Inseguro, niega varias veces sin creer lo que en menos de media hora va a sueder.

—¿Cómo se estará preparando? Y-yo... Quiero verlo —susurra para sí mismo, intrigado por cómo se ve su pareja.

Lo imagina espléndido, guapo como siempre, de todas formas necesita verlo, desea admirarlo.

Cierra sus ojos mientas sonríe, lo ha hecho tantas veces ese día, todavía no lo asimila por completo. Inhala y exhala, está listo, quiere vivir ese instante, no puede soportar más la espera, debe suceder ya.

—Taka, ya es la hora —anuncia Hiro, quien ha regresado de su viaje para presenciar unos de los mejores momentos en la vida de su hermano—. Oye, ese traje va bien contigo, enano.

—Cállate, y gracias —dice con el ceño fruncido, pero al cabo de uno segundos ríe.

—¿Nervioso? —pregunta el peligris.

—No... —miente sin sonar convincente, Hiro eleva una ceja—. Bueno sí, lo estoy.

—Recuerdo haberlo estado. —nostálgico—. Pero, fue un día demasiado grato.

—¡Tonto, tú aún no te casas! —exclama sobresaltado el azabache.

—Aún... —sonríe enseñando el anillo en su dedo anular—. Pronto, quizá... alguien más tendrá su boda, ajá.

—¿¡Cómo no dijiste nada!? Aish —frustrado, revuelve el cabello del menor.

—¡Oye, me despeinas! —reprocha—. Además, pensaba decirlo luego de tu compromiso pero como te vi tan inquieto quise compartirlo contigo.

—No creí que las cosas con Teru estuviesen yendo tan bien. —pícaro.

—Las cosas con él van de maravilla, créeme. —el peliblanco nuevamente eleva sus cejas unas veces para luego reír junto a su hermano—. De acuerdo, basta, esto no se trata de mí, sino de ti. Es tu gran noche y es hora de que enfrentes a ese hombre de una vez y te cases. Todo irá de lo mejor, vamos —dice convenciéndolo.

—Tienes razón.

(...)

Puede divisarlo a unos escasos pasos, casi a su lado, queda sosegado ante la esbelta silueta. Lo sabe, sabe que ha escogido a la persona correcta.

Always You ─ Toruka [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora