Capitulo 7 - Superando todo hasta el fin.

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Yo era feliz pese a mis pensamientos de miedo y de terror ante las personas, y es cierto, nesitaba ayuda, pero ayuda a mi mismo. Probablemente no por quererlo yo, sino como iba viendo que la vida me llevaba a situaciones en que las demás personas sufrían por estar conmigo o por las opiniones del resto que si estaban a mi lado todo ocurriría mal, según mi pensamiento, fue por lo que me alejé de mis compañeros de 4°, y me centré única y exclusivamente en la chica de la aldea, en mi novia. Traté de ir disimulando lo mejor que podía mis complejos, pero cuando iba con ella por la calle todos miraban y para mi forma de ver a veces incluso se reían, pero yo iba pasando poco a poco de las cosas y con la ayuda de esa chica increíble que era mi novia, incluso podía olvidar esos miedos y complejos, hasta iba a la playa. Lo di todo tratando de mostrar como era, tratando de demostrar que yo era buen chico, que yo merecía la pena. Pero ... de vez en cuando, ocurría algo que me ponía en mi lugar. Uno de estos días fue en un viaje a Ézaro. Yo decidí ir con mi novia porque quería mostrarle como era y que yo sabía sitios y lugares bonitos. Y aparentemente ese día fue magnífico pero ... yo, como siempre hago me fijaba en el resto de gente, en las parejas, felices, con chicos normales que tenían pelo, que no se chupaban el dedo, que no eran celosos a más no poder, que estaban ahí y seguramente tuvieran trabajos y expectativas enormes. Yo, de derrumbé aunque lo disimulaba, y cuando íbamos de vuelta en el coche, en la oscuridad de la noche, recordé lo que con tanto odio había ocultado, que yo no merezco arruinar la vida de nadie aunque a veces lo haga por egoísmo de mis complejos y miedos. Y mientras mi novia dormía un poco, yo miré por la ventana, contemplando todo el mundo, y sabiendo que seguramente estuviera mejor con otro. Fue a partir de ahí cuando volví a recaer de las cosas y pese a que luchaba por mostrar cosas, por ser lo más cercano a ella, por estar para todo, había algo en mi que sabía que si estaba a mi lado, no sería feliz, y me dolía mucho pensar eso.

Pero poco a poco con mis desastres mentales, mis pánicos, mis miedos, poco a poco me fui celando de todo el mundo porque sabía que serían mejores, y aunque no fuese cierto yo no escuchaba, y no atendía al resto. Solo oía lo malo, hasta que un día, una persona le dijo a mi novia que merecía alguien mejor que yo, y eso me afectó muchísimo. Luego por razones de mi forma de ser en una comida con la familia de mi novia, vi que tanto en sus gustos como en casi todo no encajaba, y me vine abajo.

Trataba de luchar contra mi, contra mis pensamientos, pero cada día en clase, en casa o cuando iba en el tren veía a la gente, y me daba más y más cuenta que no la haría feliz, que estaba mejor lejos. Yo insistía por mi egoísmo en que se fuera, porque yo no podía, porque era feliz, feliz como nunca he llagado a ser y nunca seré. Pero sabéis, yo por dentro no estaba bien, no me veía capaz de darle lo que esa chica merecía, y nunca lo haría. Lo único que trataba era de alejarla de todo, de dejarla aislada y sola, y eso le hacía daño, hasta que un día, cuando vi que por mi culpa había eliminado a dos de sus amigos, decidí hacer lo peor, lo único que sabía que haría que ella me odiaría. La engañé. Me dediqué a buscarla en muchas páginas de citas por si estaba, por si ella a lo mejor estaba con otro o se encontraba con alguien mejor. Pero no lo hacía y estaba dispuesta a todo por mi, y yo no merecía eso. En mi mente no estaba bien, la estaba oprimiendo, la estaba asfixiando y dejando sin vida, y eso no es ser feliz. Yo no era bueno, no confiaba en mi y por lo tanto en nadie, era egoísta y quería que no estuviera así, ella no lo merecía. Y cogí unas fotos que me había echo pero eliminado de la galería y las subí a la primera que me hizo caso. Yo estaba muy mal, y aún por encima seguía pidiendo lo imposible porque no quería perderla. Le iba a decir lo de los chat, pero ... no podía. Hasta que un día ella descubrió todo, y le fui diciendo la verdad hasta que vi que ella no podía, que ella estaba mal y no dormía, estaba triste y mal conmigo, y decidí decir una indirecta de las fotos en google fotos y que en facebook no había nada. Imaginaba que entraría y lo descubriría y se iría, me odiaría y era lo mejor porque para mi modo de ver la vida, conmigo así jamás sería feliz. Muy egoísta por mi parte pero así lo hice, y pese a que hubo fotos que yo no subí, hubo otras que sí, y admito mi culpa, admito mi error y que soy la mayor mierda de este mundo cosa que ya he sabido desde mi entrada en sexto de primaria.

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