Lágrimas Del Corazón. [Rarijack]

4. Devuelva Los Sueños...

Applebloom caminaba tipo zombie por las calles del pueblo, logrando asustar a más de algún transeúnte que corría despavorido al ver la cara que la pelirroja cargaba. Twilight sonreía divertida al ver como la menor daba trompicones al caminar.

—¡Hey, Applebloom! — Llamó, captando la atención de la adolescente.

—¡Tú! — Applebloom se detuvo y señaló a la peli azúl, que la miró confundida. —¿Cómo le explicas a una chica inocente que lo que escucha no son jadeos de dolor, sino de placer? ¿Y que los moretes en el cuello en realidad son marcas de amor? ¿Y que en realidad no son peleas lo que hay dentro de esa habitación, sino otra cosa? — Su ojo empezó a tener un tick nervioso.

Los colores subieron al rostro de Twilight, que comenzó a balbucear cosas sin sentido, mientras su mente trataba de volverse a conectar después de aquellas semejantes preguntas. ¿Qué diablos había pasado para que Applebloom preguntara esas cosas? ¿Seria eso lo que la tenía con ese rostro cansado y malhumorado? Abrió la boca un par de veces, pero no articuló palabra alguna.

—¿¡Qué!? — Exclamó tras salir de aquel letargo y con el rostro sonrojado. —¿Acaso esas preguntas tienen algo que ver con que tu estés así?

—Sweetie Belle piensa que Applejack golpea a Rarity cuando están en la habitación, y por eso le deja esos "moretes" en su cuello. — La pelirroja soltó un suspiro lleno de frustración. —Pase toda la noche buscado una manera de desviar el tema... Pero hoy en la mañana Sweetie me pidió que le explicara lo que estaba pasando. — Se llevó sus manos al rostro. —¿Cómo le digo que Applejack no le pega a su hermana, sin que tenga que explicarle lo que hacen en realidad?

Un silencio incómodo reinó sobre ambas, Applebloom tenía su mirada pérdida, como si su alma hubiese salido de su cuerpo, mientras que la peli azúl tenía una mirada inexpresiva.

De pronto Twilight estalló en carcajadas, tomando su abdomen por el esfuerzo que hacia al reír de esa forma tan desquiciada, ocasionando que la pelirroja la mirara con molestia.

—¿Qué es tan gracioso? — Gruñó mirando severamente a la mayor.

—Es que... No me imaginó la cara que pondrá Sweetie cuando le digas la verdad... — Dijo entre risas. —Te has metido en un lío bueno.

—¿Sabes? Me dan ganas de confesarle a Rainbow, que el día en el que Fluttershy parecía tan distante, fue por causa de haber encontrado una de tus revistas para adultos. — Comentó con fingida inocencia, observando como la peli azúl dejaba de reír para poner una cara de poker.

—¡Ejem! — Carraspeo acomodando sus lentes. —Tu problema en bastante delicado, tomando en cuenta la mente tan inocente de Sweetie.

—¿Podrian parar de hablar de ese tipo de cosas tan descaradamente? — Habló una tercera voz.

Ambas voltearon a ver, encontrándose con una mujer alta, de cabellos color fuego, lentes de sol y con el uniforme de los Wondercolts; quién además tapaba los oídos de otra chica, a su lado estaba Starlight imitando la acción.

—¡Lo sentimos, Spitfire! — Exclamaron ambas, un tanto sonrojadas por haber sido escuchadas hablando de esas cosas.

—Como sea... Traten de ser más discretas... Hay personas que a pesar de los años, aún conservan su mente inocente. — Murmuró Starlight levemente sonrojada, sin dejar de tapar los oídos de su esposa Coco Pommel. —Por cierto, ¿qué te trae por aquí Spitfire?

Spitfire, líder de los Wonderbols y la chica a la cuál Rainbow admiraba. Una joven de aspecto rudo y porte digno de un líder nato, con una autoridad que causaba escalofríos en más de un aspirante para los Wonderbols. Prima de Twilight, pero ese dato, pocas personas lo sabían.