Lágrimas Del Corazón. [Rarijack]

9. Sabiduría Del Mañana. (Final)

-¿Alguna de ustedes a visto a Twilight o Pinkie? - Preguntó Rainbow al grupo que estaba sentadas en una de las mesas del fondo de la cafetería.

-No, no la visto en varios días. - Respondió Apple Bloom. -Según tengo entendido, Twilight tenía que ir a Canterlot por unos asuntos de negocios y se llevó a Pinkie con ella.

-Oh, ya veo. - Rainbow se rascó la nuca. -Es que no tuve la oportunidad de agradecerle por ayudarme con la operación.

-Fue algo que surgió de improvisto. - Dijo Starlight dándole un sorbo a su café. -Además, estoy bastante segura que Twilight sabe que estas agradecida.

-Aún así le gustaría agradecerle en persona.

-Si es así, no tendrás que esperar mucho. - Habló Coco Pommel. -Ellas vuelven hoy al pueblo.

Rainbow asistió, sentándose junto a Fluttershy, instantes después todas se encontraban conversando de cosas cotidianas de sus vida. Apple Bloom aún estaba avergonzada por las cosas que dijo en la boda de su hermana, ya que ahora Diamond creía que ella tenía una habitación clandestina en la bodega subterránea.

-Hola chicas. - Saludó una voz cargada de cansancio.

Todas se voltearon hacia la voz, topándose con Twilight, su aspecto dejaba mucho que desear. Tenía ojeras, su cabello era un completo desastre, su frente estaba vendada, tenía un ojo morado y algunos rasguños en su rostro, además de que se veía bastante pálida.

-Ahm... ¿Estas bien, Twilight? - Preguntó Fluttershy, preocupada por su amiga.

-Si, estoy bien, bien... No es como si los cambios de humor de Pinkie me lanzarán desde la ventana. - Su ojo derecho tuvo un tick nervioso. -Estoy bien, sólo necesitó café... El más negro del mercado.

La peliazúl se dejó caer en una de las sillas, reprimiendo un grito lleno de frustración. Ganas de llorar no le faltaban, pero quería mantenerse fuerte, comprendía a Pinkie, era su esposa quien estaba sufriendo las peores calamidades posibles con las nausas, mareos, desmayos, cambios de humor y muchas otras cosas.

-¡Voy a morir! - Sentenció dejando caer su cara en la mesa.

-¡Oh, vamos! - Exclamó Starlight con una sonrisa. -¿Eso no puede ser tan grave?

-Pues... Al día siguiente después de llegar a Canterlot, Pinkie empezó con sus cambios de humor... - Comenzó a relatar los acontecimientos de los siete días en Canterlot.

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Día #1
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Twilight sabía desde un principio que la maternidad siempre era un terreno difícil. Candance le había dado algunos consejos que la prepararon para todo, más sin embargo, su cuñada pareció omitir un pequeño detalle en sus consejos... Los cambios de humor de Pinkie Pie.

En efecto estaba sabedora de que en esa etapa del embarazo, su esposa estaría un poco inestable emocionalmente. Pero nunca se esperó que esos cambios pusieran en peligro su integridad física, la pelirosada estaba en una montaña rusa de emociones, podía llorar, cantar, reír, bailar, enojarse, intentar matarla, abrazarla y golpearla con una sartén en un sólo minuto.

-¡Twilight Sparkle! - Exclamó Pinkie, en un tono que hizo estremecer a la peliazúl. Dejó escapar un suspiro y se dirigió hacia la habitación en donde estaba su esposa asesinándola con la mirada. -¿¡Porqué tú y Marble están mirándose de esa manera!? - Exigió mostrando una foto.