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Después de asentir no volvimos a dirigirnos la palabra en toda la noche. Como lo dije, no soy una persona sociable y no es la historia donde esa noche desahogue con Joel mis pesares y mucho menos terminamos follando. Esto no era así porque no lo volví a ver hasta una semana después.

— ¿Aun nada? ¿Intentaste buscar otra prostituta virgen?

— ¿En serio? — Pregunté molesto, porque había desistido de esa idea y por mucho que odiara a mi nueva pintura, era lo único que me quedaba.

—Sé que odias pintar eso, lo veo en tu humor de mierda, si eso no es lo que querías pintar deberías dejarlo.

—Queda un mes para la entrega Christopher, no seas estúpido. Tengo que entregar algo y no puedo gastar tiempo en la búsqueda de algo que no existe.

—Tal vez no tenga que ser una prostituta.

Esa espina se clavó dentro de mi cabeza y no la dejo ir hasta que me senté a discutirla conmigo mismo.

No le di muchas vueltas cuando recordé a Joel y a que se dedicaba, pero estaba inseguro sobre ello, era cierto que las personas relacionaban el concepto de prostitución inmediatamente con las mujeres, por lo que pintar a un chico prostituto era algo nuevo de cierta manera.

Y simplemente pude continuar con mi pintura, pero no dejaba de darme vueltas. Fue entonces cuando conocí a Joel Pimentel.

No iba a pasar semanas atormentándome sobre algo de lo cual tenía curiosidad y quería hacer, por lo que deje de darle muchas vueltas al asunto y regrese hasta ese lugar que creí nunca volvería a ver, pero esta vez sería por un motivo diferente, contrataría a un prostituto para pintarlo.

— ¿Joel? — arqueo una ceja algo sorprendida, — chico no juzgo a las personas y me da igual si te gusta que te abran, pero Joel no es de ese tipo, solo lo hace con mujeres.

—No me importa, no vengo a verlo por eso, es sobre otro asunto.

—De cualquier manera, dudo que se encuentre aquí hoy, es muy irregular verlo ¿Sabes?

— ¿Algún sitio donde pueda contactarlo? ¿Número de teléfono? Es urgente.

—Lo siento, ese chico es como un fantasma. Nadie sabe nada de él en realidad.

No creí que tuviera tantos secretos de los cuales después me entere.

No encontré a Joel Pimentel ese día, ni aun después de pasar al bar donde semanas atrás lo había visto por última vez. En realidad lo encontré unos días después en el lugar que menos creí lo encontraría.

— ¿Te hacen falta pinturas para pintar prostitutas vírgenes? — Su voz me saco del trance en el que me encontraba, decidiendo que color me convendría más. — Debe ser complicado ¿no?, decidir entre azul celeste 403 o azul celeste 410 — rió.

—En realidad si es mucha diferencia — las personas que no tenían idea sobre estas cosas se burlaban, pero si era mucha diferencia.

—En realidad lo sé, soy un aficionado. Quiero decir, pinto por placer y como hobbie. — Me giré a verlo de inmediato, eso me había sorprendido.

—Joel Pimentel, ¿Y tú? No quiero vivir toda la vida llamándote 'pintor de prostitutas vírgenes'.

—Erick Colón — extendí mi brazo aceptando su mano en un apretón amistoso.

Y como esta no era una casualidad del destino que debía desaprovechar, ni mucho menos era el inicio de nuestro romance, sin más le dije.

— ¿Quisieras ser mi modelo? —Me miro algo incrédulo y proseguí. — En realidad nunca terminé de pintar mi prostituta virgen y aun necesito terminar mi trabajo, así que pensé en ti, te pagaré lo que usualmente cobras.— Rió incrédulo, cosa que me desconcertó.

— ¿Y qué tendría que hacer exactamente?

— ¿Has escuchado hablar de los desnudos artísticos? Simplemente voy a pintarte, como parte de mi proyecto 'prostitución', que es el tema de mi pintura. — Pareció dudarlo durante un segundo — Y si lo que estás pensando es en que quiero verte desnudo, soy una persona profesional, se separar el morbo de un trabajo y es algo muy usual estos días.

— ¿Cuándo tendría que comenzar?

—Inmediatamente.

Tal vez por eso es que terminamos de esta manera, porque los amores no se encontraban en una tienda de pintura y mucho menos en un trabajo de este tipo.

No nos destruimos mutuamente y ninguno de los dos se confundió con respecto a lo que estábamos haciendo, pero es cierto cuando dicen que las relaciones con trabajo de por medio no funcionan.

Yo le pagaba a Joel para pintarlo sobre el óleo, y él se desnudaba frente a mí modelándome.

Trazos adictivos   ➵ 「Joerick」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora