" Tú me haces feliz"

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Al cabo de una hora Horace se fue. Bajé hasta la sala de estar, podía ver desde ahí el patio de atrás, donde jugaban los niños.

Vi a Enoch mirar con confusión a los lados, como si buscara algo. Comenzó a murmurar cosas, juraría que maldiciones, cuando entonces, uno de los arbustos se movió.

Él sonrió y fue corriendo hasta ahí. Cogío a Natt en brazos y comenzó a reirse y le abrazó con fuerza.

Enoch desvío la mirada hacia donde yo estaba, y por inercia él sonrió.

Le devolví la sonrisa. Se veia feliz. Feliz de verdad. Dejó al niño en el suelo, y entró a casa.

-- Siento lo de antes. - dijo acercandose a mi-

-- Yo más, créeme. Yo muchísimo más.

Pegó su frente a la mía. Notaba su tibio aliento sobre mis labios y sus calientes manos se aferraron a mi cintura.

Me pegó a la pared de atrás y pegó sus labios a los mios. Sentí furgos artificiales dentro de mi. Nos besamos con desesperación. Le hechaba demenos, mucho demenos.

Nos separamos por falta de aire, pero no pude evitar atrapar su labio inferior con mis dientes. Un gemido ahogado salió de entre sus labios, y nos volvimos a besar.

Me agarró por debajo de los muslos, y me subió al mueble de al lado nuestra. Entreabrí mis piernas y él se posicionó entre ellas.

Acarició mis muslos y yo estire de su pelo. Gemi cuando me acarició el vientre y Enoch soltó un gruñido que me hizo extremecer.

Escuché un ruido extraño cerca nuestra, traté de separarme de él, pero no podía. El feroz placer que me estaba otorgando me consumía, sentía el bulto de sus pantalones contra el vientre y aquello hacia que la llama de mi interior creciera.

Nos separamos por falta de aire, y antes de que me volviera a besar miré por encima de su hombro.

Jacob miraba la escena divertido.

-- Siento interrumpir vuestra diversión, pero Miss Peregrine os estaba buscando.

Enoch soltó un gruñido de frustración, y puso su cabeza en el hueco de mi cuello. Sentía su suave respiración allí.

-- Vale, Jake. Ahora vamos. - dije sonriendole un poco-

Él asintió en respuesta y se fue.

Enoch comenzó a besar mi cuello y antes de que pudiera decirle que parase se separó de mi. Sonrió y me besó la punta de la nariz. Sonreí ante aquel gesto.

-- Vamos. - dijo mientras me bajaba del mueble y me tomaba de la mano-

-- ¿ Que te ha hecho cambiar de idea ? -le pregunté temorosa, tenía miedo de que enfadara-

-- Quiero ser feliz - dijo sin más -, y tu me haces feliz.

Le besé en los labios, sonriendo en mitad del beso.

Fuimos hasta su despacho, aún tomados de la mano. Cuando entramos Miss Peregrine esta allí, y sonrió al ver la escena.

-- Ishtar, cariño, os queriamos preguntar a Enoch y a ti si os parece bien que vayamos a dar un paseo con Natt. Todos juntos.

-- - yo sonreí mirando a Enoch - Me parece perfecto. - le contesté -.

-- Estupendo. - sonrió pegando una palmadita al aire -.




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Rompiendo El Tiempo ( Enoch y Tú ) Segundo Libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora