Octava cosa: Apoyo.

42 12 1
                                    

Allen era muy amargado y gruñón la mayor parte del tiempo, muy pocas veces había visto su faceta feliz y cariñosa.

Y esa vez, fue de esas pocas veces que logré conocerla.

Caí en una depresión después de la última vez que John y yo hablamos. Veía a Arthur lo más seguido que podía pero me alejaba de John, porqué acercarme y saber que nunca volveríamos a estar juntos, era algo que me dolía.

Yo seguía pensando que era abril, pero según Allen ya estábamos a nada de llegar a junio. 1 mes y medio sin hacer nada por recuperar mi matrimonio. Solo durmiendo, comiendo y trabajando.

Allen decidió entonces hacer los emparedados de carne y pollo llenos de salsa y condimento que solíamos comer en nuestra adolescencia junto con cerveza sin alcohol. Nos sentamos en mi cama y empezamos a comer en silencio, hasta que él decidió hablar.

— ¿Sabes qué siempre voy a apoyarte en cada decisión qué tomes? —Murmuró él, tan suave como el sabor que la cerveza dejaba en nuestras bocas— Inclusive si ya no quieres estar con John y si decides divorciarte. Yo siempre voy a apoyarte en cada decisión que tomes.

Allen era el mejor hermano que alguien pudiese tener. Simplemente, era así.

Cuando terminamos de comer y Chris nos regañó por comer encima de la cama, recibí una llamada. Era de John, pidiéndome que fuera a casa porqué necesitaba verme.

Cuando Arthur me abrió la puerta, se veía alterado. Y cuando John me saludó y me pidió que tomara asiento, supe que iba a caer una bomba.

—Necesito que cuides de Arthur por unos meses... Me voy a ir a Nueva York.

— ¿Qué?

— ¿Recuerdas las veces qué te conté de mis poemas y escritos? Se los envíe a alguien y le gustaron. Me ofrecieron trabajo en New York.

—No... No puedes irte.

—Necesito que lo cuides mientras no estoy. Al menos hasta que consigo donde vivir allá... Eso te beneficiara a ti, estás viviendo en Long Island, estarás más cerca y será más fácil que lo veas…

— ¿Acaso crees qué me quedaré viviendo en Long Island toda la vida?

— ¿Acaso crees qué voy a dejar mi sueño otra vez solo por ti?

—Tenemos un hijo, no puedes irte así como así.

—Tú y yo estábamos casados y tú me engañaste así como así.

Me levanté del sofá, empezando a colocar mi mano sobre mi rostro, completamente exasperado.

—Ese no es el tema del que se supone debemos hablar, John.

—Lo sé. El tema que debemos tratar aquí es que me iré y no pienso detenerme... Arthur y yo haremos una vida allá…

— ¿Y yo qué?

—Oh, Phillip...

— ¿Por qué cometí un error ya no soy parte de la familia? ¿Quieres sacarme de tu vida como si más de diez años juntos puedan suprimirse cómo si nada?

—Tú tomaste tu decisión… Me dejaste…

— ¡Tú me obligaste a irme! ¡Y tome un decisión de la cual me arrepiento! No quiero salir de tu vida, John... No quiero que nuestra familia se separe. Sé que cometí un error...

—No hagas esto sobre ti, Phil. No todo lo que pasa aquí es sobre ti. Déjame hacerte una pregunta… Si tú no me hubieses engañado y todavía viviéramos juntos y fuésemos una maldita familia feliz, ¿igual me dejarías irme?

Cuado entendí su punto, fue como caer en agua fría en pleno diciembre. En Alaska. Completamente desnudo.

La respuesta era no.

No lo dejaría irse. Y sabía por qué no lo haría. No le dejaría irse por alguna ridiculez como que tenía una familia y no podía dejarla así como así. No, no lo dejaría irse porqué era un egoísta.

Porqué no quería que se fuera y cumpliera su sueño, quería que se quedara conmigo y estuviésemos siempre juntos.

Siendo honesto, no sé si la palabra apoyo debería contar como una que escribiría en mi libreta. La verdad es que nuestro matrimonio nunca se basó en el apoyo. Siempre fuimos muy egoístas entre nosotros.

Si algún día alguien llega a leer esto, quiero que se hagan una nota mental: El apoyo es importante en una relación. Cuando no dejas que un pájaro vuele, va a llegar un punto en que querrá hacerlo y hará lo imposible por lograrlo.

Y cuando lo logre, se irá volando y nunca jamás volverá. Y estaba seguro de que cuando John volara a Nueva York, nunca jamás volaría de regreso a casa.

The Things We Lost In The Fire.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora