¡Dame una T, dame una O, TOOORPE!

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Las notas más importantes las escribiré al principio del capítulo pero eso no quiere decir que al final del capítulo no escriba nada, estad atentos.
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Alexander

¿Recordáis que dije que iba a ser fácil meter a Christine en mi cama? Pues ya no lo veo tan sencillo. Esta mañana me ha dejado las cosas bien claritas, no quiere nada conmigo. Al principio creía que tenía miedo de mí y de mi fama de mujeriego (que debería) pero a la salida del instituto la he visto acompañada de otro tío. Pensaba que solo era un mito, una historieta inventada por las chicas con un corazón roto en busca de una heroína. Sin embargo ahora no lo tenía tan claro, ¿me habría topado con una "playgirl"? Para los que no lo sepan, una "playgirl" es un chico mujeriego en versión femenina. Tienen por regla no salir dos veces con el mismo chico y nunca, nunca se enamoran. Volví a casa con ese runrún en la cabeza, no es que me importase aunque era molesto que una tía pasara de mí y al siguiente día estuviese con otro. De hecho, ese era mi trabajo y no al revés.
Después de una buena comilona me eché la siesta, podría jurar que tengo un reloj interno debido a que me desperté justo a la hora a la que tenía que irme. Hoy eran las pruebas de las animadoras y los chicos del equipo siempre íbamos, dábamos nuestra opinión y luego, las que eran elegidas, empezaban con los entrenamientos esa misma tarde al igual que nosotros. Llegué justo a tiempo para entrar con mi mejor amigo, Mike. Es prácticamente mi mano derecha y no lo traicionaría por nada del mundo.
Se ve que nos estaban esperando puesto que todas las aspirantes estaban ya colocadas para hacer el baile de eliminatoria (al que le seguiría una prueba individual) y todos los demás miembros del equipo de fútbol y las animadoras estaban sentados impacientes. Examiné una a una a las aspirantes hasta llegar a la última, la cual me sorprendió tanto que me contuve de exigir saber donde estaba la cámara  porque esto tenía que ser una broma. Christine se había presentado, me miró a los ojos pero eran totalmente inexpresivos. Puede que se sorprendiese de verme o que lo supusiese después de ver a todo el equipo, pero la respuesta no la iba a encontrar en sus ojos.
Mi amigo y yo nos sentamos y empezaron en cuestión de segundos. No podía parar de mirarla, se movía con gracia y agilidad; siempre sabía lo que tenía que hacer. El baile me pareció demasiado corto, yo aún seguía ensimismado en esa contorsión de caderas cuando la capitana de las animadoras, Mandy nos pidió nuestra opinión. Yo solo pude decir que me había sorprendido gratamente la chica nueva (total no había prestado atención a ninguna chica más). Después de un largo debate, se eligieron a tres chicas sin embargo solo había dos bacantes. Las dos primeras chicas no lo hicieron mal aunque mi atención seguía fija en ese chándal negro que estaba totalmente sereno sentado en una grada aislada. Cuando le llegó el turno caminó con paso decidido, puso una canción en su móvil por lo que todo el mundo se calló al instante. Empezó con el tipo de canción que siempre se ponen en estas pruebas e hizo lo que se supone que hacen las animadores, parecía que no había nada que destacar en ella hasta que la canción cambió por completo transformándose en un ritmo mucho más vivo y menos pesado. De la  nada cambión sus pasos de baile a movimientos sensuales que parecieron hipnotizar a todos. La guinda del pastel fue cuando dio una voltereta para adelante, un mortal para atrás, el pino puente y otros acrobacias más. Cuando la música acabó, ella se agachó a modo de reverencia y todos estallamos en aplausos. Estaba claro, se había ganado el primer puesto. La decisión sobre las otras dos chicas no me importaba en absoluto y no le presté la mas mínima atención. El entrenamiento fue una auténtica tortura, ya tenían los uniformes preparados para las chicas y fue muy difícil concentrarse después de ver a Christine con ese uniforme compuesto por un top y una falda pantalón. El entrenador me llamó la atención varias veces, estaba un poco avergonzado y en cuanto terminó el entrenamiento me fui a cambiarme.

Al entrar al vestuario oí a alguien cambiándose, al principio no le di importancia y comencé a desnudarme. Estaba ya en boxers cuando apareció Christine con unos pantalones vaqueros rotos y una camiseta en la que ponía "Girls do not dress for boys". Se quedó helada al verme, a mí no me daba vergüenza la desnudez, muchas chicas habían disfrutado de "esto". Su mirada pasó rápidamente de mis ojos sorprendidos a mis abdominales marcados.

- ¿Te gusta lo que ves? - Le pregunté con una inconsciente sonrisa de arrogancia en mi bello rostro. Esperaba su sonrojo con impaciencia cuando...

- Pues claro que sí, tendría que estar ciega para no hacerlo - Me soltó mientras salía del vestuario de hombres. Hubiese sido la salida perfecta si su camiseta no se hubiese enganchado con una taquilla y se hubiese rajado por completo. Justo en el momento en el que todos los chicos entraban a cambiarse.

- Me gusta lo que "ponía" en tu camiseta - recalqué el verbo dándole entender todo el ridículo que estaba haciendo- pero no hacía falta tomárselo tan a pecho, ¿no te parece? - Terminé diciendo entre los silbidos de mis compañeros.
Me miró con todo el odio del mundo, supuse que se iba a ir con lo que le quedaba de camiseta y de dignidad pero me volví a equivocar. Se serenó, terminó de quitarse la camiseta y volvió a ponerse la camiseta de chándal que llevaba en la bolsa de deporte. Como si fuese lo más normal del mundo desnudarse en medio de un vestuario lleno de tíos cachondos. Al terminar sonrió satisfecha ante la confusión y la sorpresa de todos y se despidió:

- Hasta luego, chicos - dijo en un tono coqueto mientras abandonaba el lugar.
Está claro que esta chica iba a ser el centro de atención en muchas ocasiones.

Gracias a todos los que leen, votan y comentan.
Estoy abierta a sugerencias, cualquier cosa direct.
Kisses, L.E.

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